— ¡Maldita sea, inútiles, hemos quedado completamente al descubierto debido a la ineptitud que ustedes manejan! ¿Cómo es posible que siendo ustedes unos aparentes profesionales, hackearan en dos oportunidades mis instalaciones? Rosario se encontraba iracunda y destruyendo la sala de control, rematando y buscando culpables, algo que de manera inmediata no le serviría para prácticamente nada, debido a que la transmisión de todo lo que sucedido en la noche se dio a conocer en las redes sociales, grupos cerrados y plataformas de videos, comenzaban a circular comentarios sobre el bar VIP de Rosario y la manera en la que se administraba el lugar.Definitivamente para Rosario no era nada bueno lo que estaba sucediendo y debía inmediatamente desenmascarar a la persona que era la responsable del desastre de esa noche, era más que obvio que Luzbel era el responsable, pero a todo esto ¿Cómo saber quién era Luzbel? Debido a que cuatro mujeres con el mismo apodo lograron ingresar al bar sin ser r
Con la intriga y el deseo de Rosario era todo lo que se necesitaba para que accediera a la invitación que se le estaba extendiendo de parte de Júpiter. Ahora dependería de Rosario si accedía a invitar a Júpiter a su mansión o se resistía un poco más a las acciones de su cuerpo que ardiendo no dejaba de pensar en lo bien que se sentía al momento de estar a solas con Júpiter, del cual por el momento conocía exclusivamente como Luzbel.Rompió y quemó la carta, posterior a ello llamo de inmediato a su oficina al empleado de la limpieza, la duda persistía en ella en cuanto ¿Cómo ingreso esa carta a su oficina? Aunque no aseguraba que Júpiter con el sobrenombre de Ariel en este caso, se encontrara involucrado en el asunto.— ¿En qué puedo servirle señorita Rosario? — Exclamo Júpiter al momento de ingresar a la oficina y observar a Rosario a los ojos con la intriga embargando su mente.— Siempre limpias mi oficina ¿Cierto? — Preguntó Rosario mientras encendía un tabaco sin llevarlo a sus lab
— ¿Qué es lo que hace señorita? Creo que ya hablamos de esto. — Reacciono Júpiter al momento que Rosario deslizo su lengua por su mejilla mientras estaba más que convencida que Luzbel era el que se encontraba tras el teléfono.— No era por ti que provoque esa situación Ariel, lo que sucede que escuchar hablar a Luzbel me excita en sobremanera, es una verdadera lástima que no puedas poseerme como lo hace Luzbel, pero agradezco que te encontraras cerca para saciar mi ansiedad.Júpiter se retiró de la oficina y lo primero que provoco fue llamar a Samael quien fue el responsable de la llamada como lo planearon antes que Júpiter ingresara a la oficina con Rosario, de esa manera ella se quitaría esa duda definitivamente sobre que Ariel y Luzbel eran la misma persona.— ¡Esta hecho, amigo! Rosario ha caído redonda, ahora solo queda que te presentes a la mansión esta noche, por suerte cuentas con la entrada trasera que no se ha modificado por años.— Por un momento pensé que dirías que tienes
Samael no le oculto la verdad a Akane, sin embargo, no se sintió nada bien de las dos partes saber que en ese momento Júpiter se encontraba en ese encuentro intimo con Rosario, daba a entender que Júpiter definitivamente estaba cambiando de opinión al respecto con su venganza en contra de Rosario.A pesar de las circunstancias con los amigos y la enamorada de Júpiter, la acción no dejaba de suceder en la mansión, la excitación comenzaba a elevarse de manera sustancial entre ambos cuerpos, aunque solo Rosario se encontraba plenamente al desnudo frente a Júpiter, sin duda alguna no tardaría en que Júpiter uniera su piel con la de Rosario.Los dedos de Júpiter salían y entraban del trasero de Rosario, completamente lubricados y solo elevando el deseo de sentir la virilidad de Júpiter en su interior, lo que llevo a Rosario a exclamar con prontitud en su deseo.— ¡Hazme tuya de una vez Júpiter, no soporto este fuego que me consume por dentro!No obligado, pero si adelantando los hechos, Jú
Júpiter se marchó aparentemente sin un solo resentimiento por abandonar a Rosario a su suerte dentro de la piscina con las esposas en sus muñecas hacia atrás, lo que complicaba aún más la situación de Rosario sin nadie que la apoyara podría ahogarse al intentar sobrevivir a esa situación.La servidumbre observo a Júpiter marcharse de la residencia por la puerta principal y tras abordar uno de los autos del garaje sin preocupación alguna, sabiendo que esos autos podrían localizarlos, se llevó el deportivo que en su momento pertenecía a su padre, sin embargo, lo dejo abandonado en un estacionamiento de un centro comercial cercano a la mansión que pertenecía a lo Ríos en sus buenos tiempos.Aunque en el camino y conduciendo el auto, Júpiter derramo una sola lagrima, misma que al momento que rodo por su mejilla, sus labios se abrieron para pronunciar. — ¿Cómo es que aún no te has dado cuenta que me importas? Eres una perra.Ciertamente las palabras de Rosario causaron un fuerte impacto en
— ¡Me alegra que te encuentres bien Rosario! — Exclamo Júpiter al momento que observo a Rosario en el estacionamiento de la empresa para posteriormente dirigirse hacia su oficina por la parte trasera de la empresa.En ese momento no sospecho Júpiter al respecto, sin embargo siempre existía esa acción de averiguar el motivo de los movimientos de Rosario, aunque para ese momento se comenzaba a acercar lo que Samael catalogo como “El golpe” por lo que Júpiter tendría que exponer aún más su interés en arrebatar a Rosario todo lo que por derecho de apellido le pertenecía, pero dados los últimos acercamientos entre ambos, Júpiter comenzaba a dudar sobre los sentimientos que llegaba a sentir en su interior y aún más desde la noche anterior donde Rosario se confesó con Júpiter sobre el amor que ella sentía por su persona.Rosario ingreso a su oficina y como cada día en el cual se dedicaba a concretar sus negocios, paso completamente desapercibido el hecho que Ariel se encontraba en la empresa
Melquiades llegando a la oficina de Rosario con la noticia sobre la procedencia de las joyas, podría ahora ser más clara la evidencia que dejara a Júpiter al descubierto y con ello sus planes podrían desvanecerse por completo, aunque primero Rosario tendría que descubrir si la información que Melquiades llevaba consigo era de ayuda o no significaría nada para ella en ese momento que se encontraba preparada para encontrase con Júpiter en unas horas y que su encuentro se realizara en secreto, deseando que Luzbel en ese caso, también pronunciara que se encontraba enamorada de Rosario, aunque esos sentimientos aun eran algo confusos en la vida de Júpiter.— ¿Qué esperas para entregarme el resultado de tu investigación? — Respondió Rosario con desesperación y sintiéndose hostigada por la manera en la que Melquiades ingreso a su oficina de manera repentina.— Las joyas que se encuentran en las máscaras de Luzbel, pertenecen a Sebastián, según el registro de compra de la empresa que las vend
— ¿Por qué nos encontramos en este lugar Luzbel? — Rosario se encontraba desconcertada por el lugar donde se encontraba con Luzbel, pareciera ser que no parecía un buen lugar para su encuentro íntimo y mucho menos para una cita romántica como imagino que podría ser, por lo que Luzbel en ese momento respondió a su incógnita.— Parece ser que te sientes intimidada por la manera en la que me estoy comportando contigo, pero después de todo ¿Esta residencia también me pertenece o no? — ¿Siento que realizas juegos psicológicos conmigo Luzbel o me equivoco? La verdad es que esto me hace sentir incomoda, ¡Regrésame a la empresa de inmediato por favor!— ¿La CEO del placer es capaz de pedir por favor algunas cosas? Me impresionas Rosario, pueda ser que en verdad este jugando psicológicamente contigo, pero déjame dejarte claro que no pienso deshacerme de ti, ¡Eres más que una ardiente mujer como para desperdiciar ese cuerpo así de fácil!— ¡Así que solo se trata de sexo Luzbel! ¿Solo buscas se