No sé como o porque, pero frente a mí, descubro la figura de Vittoria. Cuando ella se gira hacia mí, me parece que se tambalea un poco dándome el espacio para observar que Leonardo lucha cuerpo a cuerpo contra Julius.—Romy...—escucho la voz de Vittoria, así que vuelvo la vista hacia ella, pero al hacerlo descubro con horror que ella se cubre un costado de su abdomen. Sus manos están llenas de sangre, la cual fluye sin control y ya sea por el shock o por el hecho de perder sangre, ella cae sin remedio hacia el suelo.—¡Vittoria!—logro emitir y mi voz resuena por todo el recinto mientras corro en auxilio de mi prima.—Romy...—vuelve a pronunciar mi nombre cuando me hinco sobre el suelo para colocar mis manos justo por encima de las suyas para hacer presión en la herida— ¿Estás bien?—S-si—digo con voz nerviosa— todo gracias a ti.—Me alegra oírlo—logra pronunciar, pero enseguida tose un poco de sangre por la boca, hecho que me asusta demasiado.—Por favor, no hables—le suplico mientras
—Ve con cuidado—me advierte Julius, mientras mira al gentío del otro lado de la plaza. Ahora que lo pienso, me parece que Leonardo lo planeo con mucha sutileza. Utilizo el evento para hacerme venir, pero para agilizar las cosas, uso un lugar que sabia que estaría vacío y no le importo profanar un templo para intentar asesinarme, pero con lo que no contó fue el hecho de que tanto Julius como Vittoria aparecieran sin previo aviso.¿Como sabían donde encontrarme? ¿Como es que llegaron tan rápido? ¿Acaso estaban juntos? ¿Por qué?Miles de preguntas me invaden mientras asiento con la cabeza, puesto que no tengo voz para hablar en este mismo momento.—Romy—me llama la atención y al levantar la vista hacia él, descubro que me mira con una tristeza que me impacta—te llamaré pronto para hablar sobre esto, mientras tanto al volver a casa, quiero que finjas no saber nada sobre Vittoria ¿De acuerdo?—¿Y su cuerpo?— mi voz tiembla al hablar sobre ello, no me siento bien con esto, es una horrible p
Cuando cierro la corriente del agua de la ducha, salgo sintiendo aún más extraña que cuando entre, de pronto siento que estoy despertando de un largo letargo en el que extrañamente desperté en la ducha de alguien más, me seco con la toalla limpia que esta junto a la ropa limpia, me seco con cierta lentitud, ya que, mi cuerpo aún se siente pesado y cansado como si no quisiera responderme.Al terminar me miro al espejo, mi rostro esta desencajado por así decirlo, al ver mi reflejo, no puedo verme a mí misma, es como si viera a una desconocida ocupar mi cuerpo. Me impacta sobremanera ver lo demacrada que me veo, es como si hubiese envejecido en cuestión de horas, aunque realmente no sé cuánto tiempo ha pasado.Es entonces que decido irme, pero al abrir la puerta, logro ver a Sofía y a si no mal recuerdo, su esposo Guido. Ambos se miran entre sí, parecen un poco nerviosos o quizás asustados, no sabría decirlo.—¿Como te sientes?— me pregunta Sofía quien se ha mostrado muy comprensiva conm
Llueve y entiendo por qué, el mundo sin Vittoria ha perdido un poco de su brillo. Camino detrás de mi padre hasta el agujero cavado en el suelo donde bajan poco a poco el féretro de mí quería Vittoria, mi prima o mejor dicho mi hermana, mi querida amiga.Tomo un poco de tierra de una pequeña caja de plata en el que han dejado un poco de tierra para que sus familiares puedan despedirse de ella debidamente. Miro el fondo donde su caja de madera y su cuerpo ya sin vida. Al mirar la tierra en mis manos aún me parece tenerlas húmedas, empapadas en la sangre de Vittoria.No he podido dormir desde aquel día, de repente al cerrar los ojos, de nuevo me encuentro en aquella iglesia vacía, arrodillada con un charco de sangre formándose debajo de Vittoria mientras sus ojos pierde su brillo.Aprieto el puño de tierra en mis manos al recordar quien fue el culpable de todo esto. Leonardo. Es una lástima que este muerto, Julius fue muy compasivo con él al meter una bala en su cabeza, no sintió dolor
Cuando llego a la primera planta, camino con sigilo hacia el jardín, aunque en ese lugar me encuentro con los primeros guardias que han tomado su puesto, así que me obligo a regresar y esconderme en un par de arbustos de hierbas de olor que la nonna suele usar para cocinar. Cuando pasan sin notar mi delgada presencia. Me levanto de mi lugar para poder cruzar el jardín de rosas y poder tomar el camino hacia la puerta trasera. Aquí claramente no tengo el menor problema, a pesar de que se supone que se ha intensificado la seguridad, pero se supone que con un muro tan alto y un equipo vigilando las veinticuatro horas del día, no habrá mayor problema si llegaran a entrar, pero si Julius pudo hacerlo, creo que lo mínimo que puedo hacer es salir de aquí.No muy lejos de la puerta, recuerdo que para salir o entrar, alguien debe abrirme la puerta desde la sala de seguridad y aunque llegara y ordenara que la abrieran para mí, es más que seguro que mi padre ya ha dado órdenes de que ni siquiera
Sin previo aviso, Julius toma mi rostro entre sus manos con cierta ternura, me mira con firmeza y niega.—¡Jamás!—me asegura sin apartar la mirada de mí. El calor de sus labios roza los míos, es como un aroma embriagante que me invita a probarlo, pero un leve sonido me obliga regresar a la realidad. Parece el sonido de una puerta al ser cerrada.Me aparto ligeramente de Julius y trato de observar mi entorno, no hay nadie, al menos no aquí, sino que más bien parece provenir de un pasillo, que no dudo lleve a alguna otra parte de la iglesia, quizás las oficinas.—¿Que fue eso?—me atrevo a preguntarle a Julius, a diferencia de mí, él no parece estar nervioso. ¿Acaso vino con alguien más?—Es el sacerdote—asegura, pero no me parece normal, él no suele estar aquí tan tarde, de hecho nadie.—¿Por qué esta aquí?—insisto. Lo único que puedo pensar, es que tal vez pidió que abriera la iglesia para nosotros, para que pudiéramos hablar sin que nadie nos interrumpiera y claro, sin ponernos en pel
Cuando Julius se aleja de mí, me parece que he probado una extraña droga que me causa cierta felicidad y al mismo tiempo demasiado miedo. Aún siento una inusual suavidad en mis labios, es una curiosa sensación que me gustaría volver a sentir, pero antes siquiera de poder moverme, el padre interrumpe mis pensamientos.—Deben irse de aquí—nos sugiere con cierta voz grave, sabe lo que ha hecho. Sabe que por lo que acabamos de hacer los tres podríamos morir.—Por supuesto— responde Julius sin apartar la mano de la mia—le agradezco mucho lo que hizo por nosotros.Julius comienza a avanzar hacia la salida, al igual que el sacerdote, él también esta bastante nervioso, a pesar de que minutos atrás, más bien inspiraba confianza. Luego de abrir la puerta de madera del recinto, primero se asegura de que el atrio sea seguro y gracias al cielo todo para en calma. Incluso logro escuchar el canto de alguna aves nocturnas que supongo rondan la zona por comida.—Sígueme—expresa indicándome silencio co
Mientras camino por las calles vacias de Verona, percibo algo que ata mi dedo, asi que lo levanto y al observarlo con detenimiento, veo el anillo, aquel simbolo que Julius me dio como muestra de nuestro enlace matrimonial.Mis mejillas se ruborizan y por alguna extraña razon, siento verguenza por la situacion y me pregunto si realmente abre tomado la desicion correcta. Todo parece un sueño, no solo por la muerte de Vittoria, sino tambien por haberme casado con Julius de forma tan apresurada, sin pensar mas en las consecuencias que esto tendra si alguien se entera. ¿De verdad el cumplira su promesa?Cuando finalmente cruzo al territorio de los Montteci me siento un poco mas segura, pero en cierto momento estando tan concentrada en mis pensamientos auto inflingidos, escucho el motor de un auto aproximarse. Sabiendo que los empleados de mi padre podian estar vigilando la zona por precaucion, por instinto me detengo e incluso me giro para saber quienes son, aunque por supuesto tengo que t