Al día siguiente, me levantó al punto de las nueve de la mañana, sintiéndome culpable por haber sido tan inocente ante un Carusso, si mi padre se entera de ello seguro que estará muy decepcionado de mí.Mientras me cambio la pijama pienso que esta experiencia no debe quedar en el olvido, sino que debo aprender de mis errores. No puedo confiar en nadie, al menos no en las palabras de un Carusso por muy esperanzador qué suene.Me digo a mí misma qué lo mejor sería no mencionarle a nadie mi encuentro con Julius Carusso y en cuento a Vittoria, lo mejor sería explicarle qué no llegue a ningún acuerdo con él, puede que ella me exija saber el motivo y aunque me gustaría decirle la verdad, creo que ella no es más que otra víctima de ese hombre, no quiero que se sienta responsable por haber estado expuesta ante un Carusso por su causa.Por supuesto, no olvido a Alessandro y sus advertencias. Sabia bien lo que podía pasar y aunque saber que Julius solo estaba utilizándome, creo que eso no fue l
—De acuerdo—concluye Vittoria, pero la escucho suspirar del otro lado del auricular—si has tomado esa decisión, yo no puedo hacer nada para cambiarla, solo que...—¿Qué? —cuestionó aunque sin mucho ánimo sabiendo que Vittoria realmente parecía tener esperanzas de que Julius y yo pudiéramos llegar a algún acuerdo.—¿Qué le diré a Julius?—expone aun preocupada por él.—Solo ignora sus llamadas, no estas obligada a responderle— me limitó a aconsejarle.—¿Y tú?—cuestiona.—¿Yo? —expreso sin entender a que se refiere.—¿También ignoraras sus llamadas? ¿No piensas explicarle nada?—Aun no lo sé, tengo otras cosas de que preocuparme—me limitó a cambiar de tema—¿Qué puede ser más importante? —expresa un poco interesada en mis palabras.Me quedo en silencio por un breve instante, mientras medito la posibilidad de explicarle lo que descubrí, pero ¿Cómo?—Mi padre tiene problemas con un envío, estoy investigando quien esta detrás de todo esto, aunque tengo mis sospechas...—¿Sospechas de...Juli
—Te equivocas— dice con la intención de corregirme y me dirige una mirada de reproche— el sindaco me ha ayudado bastante los últimos meses para poder controlar la situación que se vive en Verona, ha mantenido al margen a los Carusso para evitar que se metan en nuestros asunto, hace tiempo que no hemos recibido un ataque de su parte, gracias a Francesco.—¿Como puedes llamar control a lo que se vive en Verona, padre?—cuestiono algo irritada, puede que sea una persona tranquila, no suelo meterme en problemas y claro jamás me atrevería a cuestionarle nada a mi padre, sobre todo cuando soy ajena a sus negocios, pero el hecho de que me mantenga al margen, no quiere decir que no me moleste y que no tenga el coraje para hablar con mi padre cuando claramente pretenden engañarlo y él no quiere verlo— ni siquiera cuando vivía aquí, había visto tantas peleas y conflictos entre los Carusso, como lo hay hoy en día. ¿Entiendes lo que te digo?Mi padre niega con la cabeza y se frota la cien, tal vez
Miro el reloj, son las diez de la noche. La brisa de una lluvia fresca de verano golpea con suavidad el vidrio de mis ventanas. Para alguien con un alma tranquila, es el clima perfecto para sumergirse en un libro, tomar una buena taza de café mientras se esta acurrucado en la cama con varias mantas tibia y reconfortante, pero no sé porque motivo mi mente se obliga a si misma a releer algunos párrafos, mi mente no parece estar aquí.Ha pasado una semana desde que decidí cambiar mi numero de teléfono, por seguridad y porque de ese modo podría encender mi teléfono sin temor a recibir un mensaje de Julius. Una parte de mi le habría reclamado gustosa de su atrevimiento e incluso le habría amenazado, pero mi parte cuerda, la que sabe pensar antes de actuar, me hizo pensar en las consecuencias de mis actos.Por muy imbécil que fuese, no debía por mucho que lo deseara, hacer algo impulsivo en su contra. No podía olvidar que Julius no era cualquier imbécil al que no temería gritarle a la cara,
Un relámpago enseguida ilumina el cielo y en ese breve instante de luz, veo con claridad el cómo Julius apenas logra sujetarse únicamente con los dedos, así que no veo otra opción más que extenderle la mano y ayudarlo a subir, aunque por supuesto, sé que me arrepentiré de mi acto de cortesía.De pronto, cuando Julius ha pisado el suelo estable del balcón, algunas gotas de lluvia gruesa comienza a caer sobre nosotros. Le miro un momento mientras él se recompone, alza la mirada y al ver sus ojos, me percato de que realmente parece afligido.—Romy—le escucho pronunciar, pero su voz ahora me parece un insulto. Él no debería estar aquí y no solo por lo que me hizo, sino porque así es ese es nuestro destino, él es un Carusso y yo una Montteci, deberíamos odiarnos.Me doy media vuelta, con la intención de volver a mi habitación, la lluvia ha comenzado a empapar mi pijama, pero al dar un único paso, su mano toma mi muñeca para detenerme. Me vuelvo hacia Julius, quien en realidad parece bastan
Abro los ojos al escuchar el canto de los pájaros cerca de mi ventana, me giro sobre mi sitio y miro el cómo la luz del sol, se introduce sutilmente a la habitación permitiéndome observar las esporas de polvo que flotan en el ambiente, contemplar esa simple vista me hace recordar lo que paso la noche anterior."El beso"Aún recuerdo la textura de sus labios sobre los míos, el calor que emanaban, la suavidad con la que su lengua acaricio la mía. La devoción con la que acerco mi cuerpo al suyo, hasta casi fundirse conmigo. Mis mejillas se ruborizan enseguida al rememorar el calor que todo mi cuerpo sintió a pesar de que estaba empapada en agua de lluvia, las ansias de alargar ese beso y continuar hasta la noche se hiciera de día, pero al final aquella, aquel beso, apenas duro unos segundos."Julius, no es como otro hombres"Estoy segura de que todas las mujeres del mundo han dicho las mismas palabras para definir al chico que les gusta, pero la condición de nuestras familias puede que l
El auto se estaciona a una esquina de la plaza, parece que hay algún evento, hay un escenario donde esta tocando una banda y claro hay bastante gente que disfruta del ambiente festivo y, ya que Julius no especifico el lugar donde nos veríamos saco el teléfono de mi bolso y pienso en mandarle un mensaje al mismo número con el que logro contactarme, pero algo, interiormente me dice que lo más apropiado sería desbloquear su número para demostrarle que realmente creo que las cosas entre nuestras familias pueden cambiar así como ocurrió con nosotros."Ya estoy en la plaza de las hierbas, pero no especificaste donde nos veríamos ¿Donde debería esperarte?", escribo el mensaje y se lo envió, esperando que no tarde mucho. Por supuesto no es impaciencia, pero supongo que fue por este evento que me invito, así que puede que no encontremos un buen lugar.Unos segundo más tarde, recibo un nuevo mensaje y aunque me alegra que este al tanto de su teléfono, al mirar el texto sobre la pantalla de mi t
No sé como o porque, pero frente a mí, descubro la figura de Vittoria. Cuando ella se gira hacia mí, me parece que se tambalea un poco dándome el espacio para observar que Leonardo lucha cuerpo a cuerpo contra Julius.—Romy...—escucho la voz de Vittoria, así que vuelvo la vista hacia ella, pero al hacerlo descubro con horror que ella se cubre un costado de su abdomen. Sus manos están llenas de sangre, la cual fluye sin control y ya sea por el shock o por el hecho de perder sangre, ella cae sin remedio hacia el suelo.—¡Vittoria!—logro emitir y mi voz resuena por todo el recinto mientras corro en auxilio de mi prima.—Romy...—vuelve a pronunciar mi nombre cuando me hinco sobre el suelo para colocar mis manos justo por encima de las suyas para hacer presión en la herida— ¿Estás bien?—S-si—digo con voz nerviosa— todo gracias a ti.—Me alegra oírlo—logra pronunciar, pero enseguida tose un poco de sangre por la boca, hecho que me asusta demasiado.—Por favor, no hables—le suplico mientras