Estefanía WolskyMudarme a la casa había sido básicamente la cosa más simple que había hecho en toda mi vida porque simplemente tuve que sentarme y decirle al personal lo que quería llevar.Kadet había insistido en que contrataría a alguien para que me ayudara y aunque me negué, fue claro al decir que no dejaría que nada me perturbara, que esto sería simple y no quería estresarme, por eso acepté.Y aunque casi me vuelvo loca porque pensaba que él sabía algo a cerca del bebé que creía tener, me di cuenta de que era él siendo él y cuidando de mí como solo él sabía hacerlo.Carolina también tenía al personal ayudándola y sonreía como una colegiala después de que una tarde la subí al auto y la llevé a ver la casa para preguntarle si le gustaba.También hablé con ella respecto a mis hijos. Respecto a los que tendría y a los que ella tendría que acostumbrarse. Y me dijo que le encantaría tener sobrinos a los cuales cuidar y llevar a pasear cundo supiera conducir.Pero ya Kadet le había dich
Kadet KravecFany no me había escrito durante toda la tarde.No me avisó cuando terminó de empacar las cosas ni tampoco me escribió cuando trajeron todo a la casa, solo me di cuenta porque las personas de la mudanza me habían enviado un mensaje de confirmación para que depositara la última cantidad de dinero.Y cuando la llamé para ver si estaba todo bien simplemente no me respondió. Solo dejó que sonara y sonara y no contesto.Eso me hacía saber que había algo mal. Por eso cuando se acabó la jornada me encaminé directo a casa y estacioné en la entrada sintiendo un silencio demasiado tenso.Me dije a mí mismo que pronto debíamos llenar la casa de niños porque quería ser recibido con gritos y abrazos cada vez que llegara a casa, era penoso vivir en un lugar tan grande y estar solo y en silencio la mayor parte del tiempo.Cuando mis pasos me llevaron hacia la puerta de la entrada y la abrí despacio me encontré con algo que me hizo fruncir el ceño.Era una especie de sello que se pegaba
Estefanía WolskyAdoptar nunca había sido una tarea sencilla. Yo más que nadie sabía eso porque mi trabajo durante los últimos cinco años había sido clasificar las solicitudes de los padres que querían adoptar.Muchos de ellos eran rechazados por el sistema y muchos de ellos sabía que tenían material para ser padres porque aplicaban en todo. Pero el procedimiento era tan largo que muchos de ellos se rendían antes de si quiera poder lograr obtener un pequeño al que cuidar.Por eso fue claramente una grata sorpresa tener los documentos de adopción firmados en mis manos.Podía adoptar a tres hermosos niños en el orfanato incluyendo a Natalie y los dos gemelos que había estado conociendo últimamente.Eran unos niños adorables e increíbles. Los veía sonreírse el uno al otro todo el tiempo y tenían una armoniosa relación.No dejaban entrar a nadie y diferente a lo que creí, ellos tenían seis años.Había sido difícil conectarme con ellos, porque guardaban silencio cuando me veían y se encogí
Kadet KravecMi vida había cambiado demasiado durante los últimos meses. Ahora tenía una mujer hermosa con la que podría compartir cualquier cosa, tenía mi empresa en su mayor apogeo gracias a la publicidad mundial que ella me daba y me sentía plenamente feliz.Se suponía que llegaría más temprano, pero había querido ir a visitar a mamá.Ella al igual que Fany estaba llena de cicatrices, solo que las de ella se veían reflejadas en su rostro y por eso la mayor parte del tiempo se quedaba en casa, oculta al mundo y aislada.Pero no estaba triste, lo sabía porque le gustaba estar así, sola en medio del bosque mientras escribía libros que publicaba bajo un seudónimo y ocupaba sus tardes leyendo. Las enorme biblioteca que tenía era prueba de su amor por la lectura.Pero en cuanto le dije que había adoptado hijos y que pronto me casaría, ella simplemente hizo una maleta y dijo que se pasaría unos días conmigo.Nunca había estado tan feliz como en ese momento. Mi madre lo había sido todo par
Estefanía WolskySu mamá, era su mamá la que estaba aquí frente a mí, solo a unos pasos sonriéndole a mis hijos mientras parte de su rostro estaba cubierto por un velo negro.Era ella la que les daba besos a mis hijos mientras se agachaba dejando marcas de besos rojos alrededor de las caras de mi bebé.Su voz era suave, cálida y llena de una alegría que nunca había escuchado en una mujer tan sofisticada como ella.Ella desprendía clase, educación y todas esas cosas que las mujeres ricas poseían, pero lo hacia de una manera tan sutil que se notaba que no había sido aprendido, ella había nacido con la clase en sus venas y tuve que removerme en mi lugar al saber que la conocería.Sabía que pasaría, Kadet había sido sincero al decir que la vería en la boda porque a ella no le gustaba salir de enorme mansión rustica en el bosque. Solo tenía personal que iba y venía cuando se necesitaba y yo, sabiendo que necesitaba conectarme con la mujer antes de conocerla había comprado todos sus libros
Kadet Kravec.—Tu madre es encantadora —susurró Fany contra mi pecho mientras acariciaba sus mechones de cabello y ella paseaba sus delgados dedos sobre la piel de mi pecho marcando los tatuajes que decoraban mis músculos.—Sí, ella ha sufrido mucho pero aun así encuentra la forma de sonreír y salir adelante. Por eso es que te admiro tanto, te admiro igual que como la admiro a ella y a tu hermana.Suspiré suavemente y sus caricias se detuvieron momentáneamente antes de reanudarse.—Sé como sufren cuando tienen miedo. Lo vi en sus ojos mientras crecía. Y saber que ella cortó el ciclo y salió de ahí me hace admirarla muchísimo. Pero también ella pudo simplemente dejarme en el orfanato y tratar de arreglar los pedazos de su vida para ella sola o dejarse caer en la miseria. Pero en vez de eso, sanó, se curó y fue a por mí, Fany. Me sacó de dónde estaba y prometió que nunca dejaría que alguien nos separara y eso no lo hace cualquier madre.—Lo sé —dijo suavemente —soy el claro ejemplo de q
Estefania WolskyEl vestido que llevaba era muy, muy largo. Tenía una cola que se arrastraba por el suelo hasta llegar un metro detrás de mí y el velo era igual de largo arrastrándose por el lugar en el que caminaba.Mis manos sostenían un hermoso ramo de rosas blancas y mis uñas estaban pintadas de un suave tono nude con diamantes que las decoraban.A mis espaldas estaban mis hijos sosteniendo mi cola y frente a mí estaba Natalie lanzando flores para que caminara sobre ellas.Y junto a mí, sosteniendo mi brazo y llevándome al altar estaba el mismismo presidente de los estados unidos que había hecho espacio en su agenda para asistir a mi boca como el hombre que me entregaría en el altar.No tenía idea de quien lo haría y cuando el hombre entró en la habitación una vez estuve lista y me cuestionó si estaba lista para casarme, casi me puse a chillar de la emoción.Su esposa, la primera dama de los estados unidos estaba sentada junto a la madre de Kadet mientras miraban mi entrada con es
Kadet KravecLo único que quería hacer era tomar a Fany, arrojarla sobre mi hombro y salir de la dichosa fiesta de una vez por todas.Estaba jodidamente cansado de estar esperando a que la fiesta acabara para poder llevarme a mí mujer, a mí esposa a un lugar tranquilo donde pudiera levantar su vestido y follarla con esos bonitos tacones blancos que llevaba puesto.Pero me había dicho una y otra vez que me esperara por que mis casi mil invitados verían muy mal el que me fuera así como así de mi boda.Pero esas eran patrañas, todos los hombres entenderían que querría llevarme a Fanny a algún lugar donde podría follarla mientras hacía que me llamara su esposo.—¿Puedes quitar ese ceño fruncido? —cuestionó rodando los ojos.Era obvio que no podía.—No, lo que quiero es irme.—Dios, pero que irritante te vuelves, pareces un niño cuando le quitan el juguete.—Te quiero follar y no me dejas, es obvio que estoy irritado.—Cariño, podrás follarme toda la noche de las formas en las que quieras,