Kadet Kravec.—Tu madre es encantadora —susurró Fany contra mi pecho mientras acariciaba sus mechones de cabello y ella paseaba sus delgados dedos sobre la piel de mi pecho marcando los tatuajes que decoraban mis músculos.—Sí, ella ha sufrido mucho pero aun así encuentra la forma de sonreír y salir adelante. Por eso es que te admiro tanto, te admiro igual que como la admiro a ella y a tu hermana.Suspiré suavemente y sus caricias se detuvieron momentáneamente antes de reanudarse.—Sé como sufren cuando tienen miedo. Lo vi en sus ojos mientras crecía. Y saber que ella cortó el ciclo y salió de ahí me hace admirarla muchísimo. Pero también ella pudo simplemente dejarme en el orfanato y tratar de arreglar los pedazos de su vida para ella sola o dejarse caer en la miseria. Pero en vez de eso, sanó, se curó y fue a por mí, Fany. Me sacó de dónde estaba y prometió que nunca dejaría que alguien nos separara y eso no lo hace cualquier madre.—Lo sé —dijo suavemente —soy el claro ejemplo de q
Estefania WolskyEl vestido que llevaba era muy, muy largo. Tenía una cola que se arrastraba por el suelo hasta llegar un metro detrás de mí y el velo era igual de largo arrastrándose por el lugar en el que caminaba.Mis manos sostenían un hermoso ramo de rosas blancas y mis uñas estaban pintadas de un suave tono nude con diamantes que las decoraban.A mis espaldas estaban mis hijos sosteniendo mi cola y frente a mí estaba Natalie lanzando flores para que caminara sobre ellas.Y junto a mí, sosteniendo mi brazo y llevándome al altar estaba el mismismo presidente de los estados unidos que había hecho espacio en su agenda para asistir a mi boca como el hombre que me entregaría en el altar.No tenía idea de quien lo haría y cuando el hombre entró en la habitación una vez estuve lista y me cuestionó si estaba lista para casarme, casi me puse a chillar de la emoción.Su esposa, la primera dama de los estados unidos estaba sentada junto a la madre de Kadet mientras miraban mi entrada con es
Kadet KravecLo único que quería hacer era tomar a Fany, arrojarla sobre mi hombro y salir de la dichosa fiesta de una vez por todas.Estaba jodidamente cansado de estar esperando a que la fiesta acabara para poder llevarme a mí mujer, a mí esposa a un lugar tranquilo donde pudiera levantar su vestido y follarla con esos bonitos tacones blancos que llevaba puesto.Pero me había dicho una y otra vez que me esperara por que mis casi mil invitados verían muy mal el que me fuera así como así de mi boda.Pero esas eran patrañas, todos los hombres entenderían que querría llevarme a Fanny a algún lugar donde podría follarla mientras hacía que me llamara su esposo.—¿Puedes quitar ese ceño fruncido? —cuestionó rodando los ojos.Era obvio que no podía.—No, lo que quiero es irme.—Dios, pero que irritante te vuelves, pareces un niño cuando le quitan el juguete.—Te quiero follar y no me dejas, es obvio que estoy irritado.—Cariño, podrás follarme toda la noche de las formas en las que quieras,
Estefanía WolskyHarmony House, el orfanato que adquirí por haber ganado el juego que había jugado con Kadet ahora era un sueño hecho realidad.Estaba de pie frente al lugar con las manos en los bolsillos de mi gabardina mientras mi estómago estaba redondo y ya grande.Las remodelaciones habían concluido y era hora de inaugurarlo, sin mencionar que este sería el día en el que lanzaría a los medio de comunicación que me elegiría para senadora de la ciudad en la que vivían.Tanto el presidente como Kadet tenían mucha fe en mí y aunque yo sabía que podía lograrlo si me lo proponía era inevitable no estar nerviosa.El lugar estaba vacío y desprovisto de niños, porque ellos llegarían en una semana después de haber pasado por la etapa de sanidad para ellos.Había vaciado dos de los tres orfanatos que quedaban en la ciudad y ellos también serían reconstruidos para habilitarlos y poder traer a niños de otras ciudades con orfanatos precarios.Con pasos nerviosos me moví por el lugar admirando
Kadet KravecFany descansaba sobre el sofá en dónde había estado leyendo un libro. Últimamente se cansaba mucho porque el bebé se llevaba todas sus energías. Ya tenía ocho meses cumplidos y aunque le decía que descansara, ella me decía que había mucho que aprender y hacer. Que claramente tenía que seguir moviendo su campaña y haciendo entrevistas, así como apariciones en eventos y en barrios bajos de la ciudad.Según las últimas encuestas ella se llevaba todas las de ganar. La gente la clamaba y la amaba con vehemencia. Por lo que sabía que estaría en una silla del senado más temprano que tarde.Con suavidad la tomé en brazos y la moví hasta llevarla hacia la cama.Una vez ahí le quité la ropa y la acomodé notando que ni por asomo se despertaba.Así me acerqué a la alarma y la puse dos horas mas tarde para que pudiera descansar más, luego me acosté a su lado y la abracé para quedarme dormido contra ella.***Me había levantado a las seis de la mañana y había bañado y vestido a los niñ
Estefanía WolskyHabía estado jugando con Seb y Ser mientras Natalie peinaba a Carolina.La señora Mary, la mamá de Kadet había regresado después de terminar uno de sus nuevos libros para quedarse con nosotros una temporada.Apreciaba que estuviera aquí y más cuando esta a punto de dar a luz. Estaba por cumplir los nueve meses y según el doctor me faltaban al menos dos semanas para dar a luz. Pero la señora Mary había dicho que eso podía tanto adelantarse como retrasarse un poco más.Y ese fue el bendito caso.Estaba lanzado un disco para que los pequeños corrieran a buscarlo cuando sentí como un líquido corría entre piernas.No me había hecho pipi, por más extraño que pareciera me había pasado dos veces cuando el niño estaba presionando mi vejiga y no podía aguantar la orina ni dos segundos.Pero esto no se sintió como estas otra veces. Y cuando tuve que doblarme por el dolor que me recorrió entendí que el niño desesperado por salir se había adelantado.Cuando los gemelos volvieron a
Kadet KravecHabía llegado al hospital en tiempo récord después de que Carolina me llamara y me avisara que Fany había iniciado labor de parto. Y cuando llegué y me encontré a mi mamá llorando simplemente me temí lo peor y me preparé para cualquier mala noticia que pudiera darme.—La doctora dice que tuvo que hacerle cesárea porque estaba en una posición incómoda y el labor de parto podría complicarse demasiado. Pero llevan mucho rato dentro y no han salido a decir nada, estoy muy preocupada, Kadet.Yo la abracé sintiendo esa misma preocupación y cuando pregunté si podía entrar fueron claros al decir que no, porque el procedimiento estaba siendo un poco más delicado.Pero una hora después cuando el doctor salió y me sonrió, el alivio me recorrió por completo y mamá sollozó de felicidad.—Todo ha salido bien —aseguró —ahora ella está siendo preparada para ser llevada a una habitación y el bebé está siendo alistado también , si quieren pueden esperar en la habitación setecientos doce en
Tiara CooperDía de la boda.Él se llamaba Anakin Landon. Era inglés y tenía un acento rico y profundo cuando hablaba.Me lo había encontrado varias veces mientras me hacía cargo de las responsabilidades de Fany y aunque trataba de evitarlo después de nuestra última charla en aquel restaurante, él parecía siempre gravitar hacia m í órbita robándose mi atención.Y aquí estaba, en medio de la fiesta después de la boda de mi amiga tratando de evitar al hombre a toda costa. Era algo muy cobarde de mi parte y yo no solía ser cobarde, pero lo que el hombre me hacía sentir era indescriptible y me veía en la obligación de alejarme al no querer tratar con las emociones que me envolvían cada vez que él se acercaba.En ese momento justo me estaba alejando hacia el baño y de un momento a otro un cuerpo se estaba presionando contra el mío y llevándome más allá de los baños hacia un poco más adentro en el pasillo.Su fragancia me envolvió como la primera vez que lo tuve cerca y respiré profundo tra