— ¡Oh sí mi amor, serás mía, eres tan divina!— susurraba Tomás. Con su lengua empezó a saborear los pezones de ella, quien arqueaba su cuerpo con placer, las manos de Tomás descendieron hasta su pubis, describiendo con sus dedos caminos de erotismo que arrancaban gemidos de la garganta de Julie. Los dedos de él acariciaban los pliegues de la pequeña flor que se abría para recibir placer, se movía con destreza con sus dedos, logrando que ella humedeciera el camino que pronto lo recibiría abiertamente. Tomás usó también su lengua para imprimir más placer a ella quien lanzaba pequeños gritos guturales que aumentaban él deseo en el; después de estar unos instantes disfrutando del exquisito néctar que de aquella flor fluía, levantó la cabeza, para observar el placer dibujado en el rostro de Julie. — ¿Deseas que te penetre mi amor? — preguntó Tomás con la voz ronca por el deseo. — Con todo el deseo de mi cuerpo cariño— dijo JulieTomás se movió y se colocó encima de ella quien abrió su
Pasaron varios días desde que Sara y Renzo habían tenido su primera salida nocturna, aún seguían compartiendo cada mediodía después de las clases de ella; también Tomás había seguido un romance intenso con Julie. Se habían visto por lo menos tres veces en esa semana y por supuesto se sentían cada vez más estrechos los lazos de afecto entre ambos.Tomas decidió que ya era tiempo de hablarle a su familia de su romance y de algunas decisiones que debería tomar dentro de poco para dejar su soltería para empezar una relación formal y casarse de nuevo.Estaba bastante nervioso esa tarde cuando salió de la oficina, ya había decidido después de la cena darles la buena noticia, al llegar del trabajo después de cenar les pidió pasar al salón para tener una conversación.Las dos mujeres se vieron, tenía mucho tiempo que Tomás no las reunía para hablar de algo serio; ¿que podría ser tan importante? Se estaban haciendo estas preguntas cuando escucharon la voz de Thomas. — Las reuní ésta noche p
— Renzo, estoy esperando que me aclares lo que quiso decir tu ex novia— escogió Sara. — Amor, ella solo está respirando por la herida, como terminé con ella porque le dije no amarla, está tratando de separarnos con sus intrigas— dijo Renzo. —¿Venías con ella hasta éste departamento?— preguntó Sara. —Amor, ¿eso qué tiene que ver? — dijo Renzo— es mi casa, no la de ella. — No voy a estar contigo allí, donde te acostabas con ella— dijo Sara con resolución. — Cielo, no puedo creer que estés celosa de esa mujer, no significa nada para mi— dijo él. — Fue tu mujer en ese lugar y yo no deseo estar allí,— dijo ella— ¡llévame a casa! — Hagamos algo mejor vamos a otro lugar— dijo Renzo— no voy a dejar que esa arpía arruine nuestra salida. Sara iba con el entrecejo arrugado por sentirse contrariada, Renzo tenía ganas de matar a Julie si de verdad había usado esa frase para justificar su ruptura con Agatha. Unos minutos después estaban en la mansión de los Davies, entraron y subieron dire
Ella decidió no hacer nada, jamás por su mente pasó enamorarse de nadie, pero ahora al darse cuenta que él podría dejar de verla, tan sólo por enterarse de quién era ella, su corazón dió un vuelco de angustias.Aún no podía entender cómo había llegado tan lejos con alguien que ni siquiera sabía su apellido, desde que se habían conocido había sido tan agradable conversar con él, cualquier actividad era demasiada placentera con un hombre como Tomás Williams.Tomás Williams iba ensimismado, no deseaba pensar, no entendía qué estaba pasando entre ellos, él hasta hace unos momentos deseaba vivir con ésta mujer por el resto de su vida, pero era una Davies. Tenía una propuesta ese día para ella de parte de él, estaba dispuesto a besar el camino que pisaba Julie, pero ahora todo lo que sentía por ella estaba oscuro, sabía que podían enojarse ahora que ya sabían quien era quien.Julie también tenía pensamientos catastróficos en estos momentos; había soñado con un día caminar libremente de la
Tomás Williams nunca se había sentido tan infeliz desde que se fue Margarita, ya tenía todo listo para proponerle matrimonio a Julie y venir a suceder esto que vino a acabar con su paz. «Él estaba dispuesto a cuidarla, y amarla, pero era la esposa de su enemigo y él nunca tendría el privilegio de tenerla como mujer, ¿por qué tuvo que suceder ésta desgracia? No podía permitir que nuevamente una mujer arruinara su vida, así que tomó una decisión. Lo mejor era mantenerse al margen de la vida social, tenía una casa en el campo, se retiraría allí con su madre e hija y desde ese lugar manejaría sus negocios, así podría olvidar el desastre que es su vida amorosa. Viviendo así, llamaría menos la atención de los curiosos y chismosos, sería una vida apacible, en la mañana hablaría con las dos mujeres importantes en su vida, sabía que Sara no iba a estar de acuerdo, pero tendría que obedecer. Ella ahora era voluntariosa, todo desde que había conocido a ese Davies, allí estaba toda la expl
Cuando Tomás salió, Julie se quedó pensando cómo podría convencer a éste hombre testarudo que ella lo amaba sin importar quien era, al día siguiente debería viajar, estaría fuera tres días, eso se lo iba a comunicar ese día ve iba a invitarlo a venir con ella. Sucedió el incidente y no pudo hablar con él, no podía irse y dejar todo sin aclarar pir tres días, le pidió a Renzo que él se encargara de aquel compromiso, ya estaba bastante involucrado con las empresas y así ella se ocupaba de hablar con Tomás. Llegó muy temprano a la oficinas de las empresas Williams, era la primera vez que venía a las edificaciones de éste monstruo financiero, preguntó por Tomás y la chica de la recepción le informó que había salido de viaje. — Tiene idea de cuándo vendrá?— preguntó Julie frustrada. — No señorita, no poseo esa información— dijo la chica.Salió de allí abatida de ánimo, estaba segura de que era una estrategia de él para evadir una conversación con ella. Tomás Williams estaba con los n
Sara esa tarde quería hablar con Renzo y no fue hasta las siete de la noche que por fin sonó su celular y vio que era una llamada de él, una vez que pudo atender, inmediatamente empezó con él interrogatorio sobre lo que su padre le afirmó.— Hola mi amor — dijo Renzo— te pido disculpas por no haberme comunicado antes, estuve casi todo el día súper ocupado, el viaje, reuniones, encuentros sociales, hasta ahora que estoy libre, espero me sepas perdonar. — Necesito hablar contigo personalmente— dijo ella— saber, ¿qué está sucediendo? — Salí en un viaje de última hora, Julie mi madrastra, tenía que resolver un asunto con tu padre, ella era la que debía viajar— dijo él— pero me pidió a mí que lo hiciera y decidió ir a buscarlo para aclarar un enredo entre ellos dos. — Papá me dice que entre ustedes dos planearon enamorarnos para destruir nuestras empresas— dijo Sara—¿Es eso cierto? — ¡Claro que no! Yo no sabía quién eras tú hasta después de la fiesta y ya estaba derretido de amor por t
Julie estaba en la habitación, con el enojo subido al mil por ciento, no podía creer que éste Tomás, era él hombre de quién se había enamorado, era tan terco, se veía tan cambiado. — ¿Debo creer que me enamoré del hombre, equivocado?— reflexionó Julie después de estar más calmada. — ¡Yo no te pedí que vinieras!— dijo Tomás— estás acá porque te da la gana. — ¡Tomás, estoy aquí porque me importas! Me enamoré de tí y estoy dispuesto a luchar por nuestro amor si tú estás de acuerdo— dijo ella con decisión. — ¡Yo no deseo estar contigo Julie Davies!— exclamó él. — ¡Era mentira él amor que me demostrabas!— exclamó Julie Davies— tus palabras tiernas, ¿todo fue fingido Tomás? Él se levantó como si un resorte lo estuviera impulsando y dijo:— ¿Cómo dices?— ¡Cómo lo oyes Tomás Williams!— exclamó con voz triunfal Julie.— ¿A ti te parece que estaba fingiendo todo éste tiempo?— preguntó Tomás con voz seca.— ¡Responde tú!— exclamó Julie— dime fingias Tomás Williams? — A ti no te importa si