Tomás Williams nunca se había sentido tan infeliz desde que se fue Margarita, ya tenía todo listo para proponerle matrimonio a Julie y venir a suceder esto que vino a acabar con su paz. «Él estaba dispuesto a cuidarla, y amarla, pero era la esposa de su enemigo y él nunca tendría el privilegio de tenerla como mujer, ¿por qué tuvo que suceder ésta desgracia? No podía permitir que nuevamente una mujer arruinara su vida, así que tomó una decisión. Lo mejor era mantenerse al margen de la vida social, tenía una casa en el campo, se retiraría allí con su madre e hija y desde ese lugar manejaría sus negocios, así podría olvidar el desastre que es su vida amorosa. Viviendo así, llamaría menos la atención de los curiosos y chismosos, sería una vida apacible, en la mañana hablaría con las dos mujeres importantes en su vida, sabía que Sara no iba a estar de acuerdo, pero tendría que obedecer. Ella ahora era voluntariosa, todo desde que había conocido a ese Davies, allí estaba toda la expl
Cuando Tomás salió, Julie se quedó pensando cómo podría convencer a éste hombre testarudo que ella lo amaba sin importar quien era, al día siguiente debería viajar, estaría fuera tres días, eso se lo iba a comunicar ese día ve iba a invitarlo a venir con ella. Sucedió el incidente y no pudo hablar con él, no podía irse y dejar todo sin aclarar pir tres días, le pidió a Renzo que él se encargara de aquel compromiso, ya estaba bastante involucrado con las empresas y así ella se ocupaba de hablar con Tomás. Llegó muy temprano a la oficinas de las empresas Williams, era la primera vez que venía a las edificaciones de éste monstruo financiero, preguntó por Tomás y la chica de la recepción le informó que había salido de viaje. — Tiene idea de cuándo vendrá?— preguntó Julie frustrada. — No señorita, no poseo esa información— dijo la chica.Salió de allí abatida de ánimo, estaba segura de que era una estrategia de él para evadir una conversación con ella. Tomás Williams estaba con los n
Sara esa tarde quería hablar con Renzo y no fue hasta las siete de la noche que por fin sonó su celular y vio que era una llamada de él, una vez que pudo atender, inmediatamente empezó con él interrogatorio sobre lo que su padre le afirmó.— Hola mi amor — dijo Renzo— te pido disculpas por no haberme comunicado antes, estuve casi todo el día súper ocupado, el viaje, reuniones, encuentros sociales, hasta ahora que estoy libre, espero me sepas perdonar. — Necesito hablar contigo personalmente— dijo ella— saber, ¿qué está sucediendo? — Salí en un viaje de última hora, Julie mi madrastra, tenía que resolver un asunto con tu padre, ella era la que debía viajar— dijo él— pero me pidió a mí que lo hiciera y decidió ir a buscarlo para aclarar un enredo entre ellos dos. — Papá me dice que entre ustedes dos planearon enamorarnos para destruir nuestras empresas— dijo Sara—¿Es eso cierto? — ¡Claro que no! Yo no sabía quién eras tú hasta después de la fiesta y ya estaba derretido de amor por t
Julie estaba en la habitación, con el enojo subido al mil por ciento, no podía creer que éste Tomás, era él hombre de quién se había enamorado, era tan terco, se veía tan cambiado. — ¿Debo creer que me enamoré del hombre, equivocado?— reflexionó Julie después de estar más calmada. — ¡Yo no te pedí que vinieras!— dijo Tomás— estás acá porque te da la gana. — ¡Tomás, estoy aquí porque me importas! Me enamoré de tí y estoy dispuesto a luchar por nuestro amor si tú estás de acuerdo— dijo ella con decisión. — ¡Yo no deseo estar contigo Julie Davies!— exclamó él. — ¡Era mentira él amor que me demostrabas!— exclamó Julie Davies— tus palabras tiernas, ¿todo fue fingido Tomás? Él se levantó como si un resorte lo estuviera impulsando y dijo:— ¿Cómo dices?— ¡Cómo lo oyes Tomás Williams!— exclamó con voz triunfal Julie.— ¿A ti te parece que estaba fingiendo todo éste tiempo?— preguntó Tomás con voz seca.— ¡Responde tú!— exclamó Julie— dime fingias Tomás Williams? — A ti no te importa si
— ¿Estás segura de lo que dices? — preguntó Carol.— Completamente,—dijo ella— no quiero que tú y Tomás sigan viviendo con esa historia falsa, no importa si ya no me quiere más, pero te aseguro que voy a buscar a ese hombre para que les cuente todo.Julie salió de aquella casa dispuesta a demostrar su inocencia y la de Jack, Tomás estaba enfermo de odio y si no quería aceptar la verdad ya eso era problema de él. Ese día Renzo estaba llegando a las empresas, llamó a Julie para dar un informe de lo que había logrado en esos días de viaje. — ¡Todo fue un éxito!— dijo Renzo emocionado— vine directamente aquí, deseo ver a Sara, está toda llena de confusión, mi pobre chica. — ¡Acabo de llegar de allí, Tomás no desea escuchar!— exclamó ella— no sabes como deseo que tu seas feliz con ella, yo no tengo esperanzas de que me amen, el está envenenado contra nosotros. Él se sintió triste al escuchar que a Tomás no le importaba el amor, Julie nunca hasta ese día le había manifestado detalles
— Mamá, unas semanas antes de que ésta muchacha conociera al tal Davies, era sumisa, ¿ves ahora cómo me habla? — empezó diciendo Tomás. — ¿Qué estás diciendo hijo? Sara tiene razón,ya deja de esconderte, si no deseas ver a Julie Davies hazlo, pero no arrastres a los demás en tus desgracias— dijo Carol enojada— estás exagerando tu odio. — ¿Estás apoyando a ésta niña? — dijo Tomás molesto— ahora resulta que nadie obedece mis órdenes, ¿también la servidumbre se emancipó? — ¡No seas ridículo! ¡Acá, estamos hablando, solo de nosotras, tu familia! Es cuestión de sensatez, si deseas irte de viaje, hazlo,nadie te lo impide, pero nosotras nos quedamos— dijo Carol— es más, nos volvemos a la mansión ahora mismo, Sara necesita seguir sus estudios. — ¡Yo no les importo entonces,lo que estoy viviendo no es importante para ustedes! ¡Mamá soy tu hijo! — dijo Tomás con voz de manipulación— ¡Sara es mi hija! — Tomás, eso no quiere decir que te sigamos en tus errores!— dijo Carol con voz exaltada—
Es lo que pienso hacer mamá, además Sara no tiene poder para decidir nada— dijo Tomás tercamente.— Creo que esta conversación no nos lleva a ningún lado Tomás— dijo Carol — estás convencido de que Julie y Renzo son culpables y nadie te convencerá de lo contrario.— Así es, ella será mía por derecho aunque nunca la vaya a tocar como mujer— dijo Tomás— y Renzo jamás tendrá a mi hija; Julie me va acompañar por el resto de mi vida y va a conocer mi desprecio. — ¿Y Sara, que culpa tiene?— dijo Carol— ¿Por qué vas a alejarla del amor de su vida? Ella no es culpable, ni tampoco Renzo. Tomás ya no la escuchaba, ella meneó su cabeza en señal de que estaba perdiendo el tiempo en razonar con aquel hombre obsesionado con el odio, jamás lo iba a convencer de lo contrario, lo mejor era permanecer callada. Pobre Sara y pobre Julie, lo mejor era que ellas hicieran planes y vieran como irse de allí lo más pronto posible, abandonar a Tomás Williams para siempre.Unos días después Tomás hizo una
Tomás salió de ver a Julie con sentimientos encontrados, el amor y el odio estaban luchando dentro de su corazón como dos fieras salvajes, veríamos tenía más poder. Él tenía miedo de ser débil, porque de verdad que verla era demasiado tentador para él, pero tenía que tener presente él odio para que ella no permaneciera por mucho tiempo invadiendo sus pensamientos. Julie, al contrario había pasado él día llena de energías y mucho alegría, él optimismo invadía su mente y su corazón, al llegar a casa estaba Renzo en el salón y al verla le preguntó— ¿Te gustó ver a mi Tomás?— preguntó él— pudo ser una buena experiencia.— Es lo mejor que podría haberme pasado, ver a Tomás renueva mi sangre Renzo— dijo Julie con emoción— fue un encuentro maravilloso, desea casarse conmigo. — ¡Eso sí que me deja tieso!¡Estoy de verdad sorprendido con el cambio de éste hombre— dijo Renzo— me imagino que necesita compañía femenina y por eso quiere que sea su esposa.— Teníamos relaciones sexuales — di