Sara esa tarde quería hablar con Renzo y no fue hasta las siete de la noche que por fin sonó su celular y vio que era una llamada de él, una vez que pudo atender, inmediatamente empezó con él interrogatorio sobre lo que su padre le afirmó.— Hola mi amor — dijo Renzo— te pido disculpas por no haberme comunicado antes, estuve casi todo el día súper ocupado, el viaje, reuniones, encuentros sociales, hasta ahora que estoy libre, espero me sepas perdonar. — Necesito hablar contigo personalmente— dijo ella— saber, ¿qué está sucediendo? — Salí en un viaje de última hora, Julie mi madrastra, tenía que resolver un asunto con tu padre, ella era la que debía viajar— dijo él— pero me pidió a mí que lo hiciera y decidió ir a buscarlo para aclarar un enredo entre ellos dos. — Papá me dice que entre ustedes dos planearon enamorarnos para destruir nuestras empresas— dijo Sara—¿Es eso cierto? — ¡Claro que no! Yo no sabía quién eras tú hasta después de la fiesta y ya estaba derretido de amor por t
Julie estaba en la habitación, con el enojo subido al mil por ciento, no podía creer que éste Tomás, era él hombre de quién se había enamorado, era tan terco, se veía tan cambiado. — ¿Debo creer que me enamoré del hombre, equivocado?— reflexionó Julie después de estar más calmada. — ¡Yo no te pedí que vinieras!— dijo Tomás— estás acá porque te da la gana. — ¡Tomás, estoy aquí porque me importas! Me enamoré de tí y estoy dispuesto a luchar por nuestro amor si tú estás de acuerdo— dijo ella con decisión. — ¡Yo no deseo estar contigo Julie Davies!— exclamó él. — ¡Era mentira él amor que me demostrabas!— exclamó Julie Davies— tus palabras tiernas, ¿todo fue fingido Tomás? Él se levantó como si un resorte lo estuviera impulsando y dijo:— ¿Cómo dices?— ¡Cómo lo oyes Tomás Williams!— exclamó con voz triunfal Julie.— ¿A ti te parece que estaba fingiendo todo éste tiempo?— preguntó Tomás con voz seca.— ¡Responde tú!— exclamó Julie— dime fingias Tomás Williams? — A ti no te importa si
— ¿Estás segura de lo que dices? — preguntó Carol.— Completamente,—dijo ella— no quiero que tú y Tomás sigan viviendo con esa historia falsa, no importa si ya no me quiere más, pero te aseguro que voy a buscar a ese hombre para que les cuente todo.Julie salió de aquella casa dispuesta a demostrar su inocencia y la de Jack, Tomás estaba enfermo de odio y si no quería aceptar la verdad ya eso era problema de él. Ese día Renzo estaba llegando a las empresas, llamó a Julie para dar un informe de lo que había logrado en esos días de viaje. — ¡Todo fue un éxito!— dijo Renzo emocionado— vine directamente aquí, deseo ver a Sara, está toda llena de confusión, mi pobre chica. — ¡Acabo de llegar de allí, Tomás no desea escuchar!— exclamó ella— no sabes como deseo que tu seas feliz con ella, yo no tengo esperanzas de que me amen, el está envenenado contra nosotros. Él se sintió triste al escuchar que a Tomás no le importaba el amor, Julie nunca hasta ese día le había manifestado detalles
— Mamá, unas semanas antes de que ésta muchacha conociera al tal Davies, era sumisa, ¿ves ahora cómo me habla? — empezó diciendo Tomás. — ¿Qué estás diciendo hijo? Sara tiene razón,ya deja de esconderte, si no deseas ver a Julie Davies hazlo, pero no arrastres a los demás en tus desgracias— dijo Carol enojada— estás exagerando tu odio. — ¿Estás apoyando a ésta niña? — dijo Tomás molesto— ahora resulta que nadie obedece mis órdenes, ¿también la servidumbre se emancipó? — ¡No seas ridículo! ¡Acá, estamos hablando, solo de nosotras, tu familia! Es cuestión de sensatez, si deseas irte de viaje, hazlo,nadie te lo impide, pero nosotras nos quedamos— dijo Carol— es más, nos volvemos a la mansión ahora mismo, Sara necesita seguir sus estudios. — ¡Yo no les importo entonces,lo que estoy viviendo no es importante para ustedes! ¡Mamá soy tu hijo! — dijo Tomás con voz de manipulación— ¡Sara es mi hija! — Tomás, eso no quiere decir que te sigamos en tus errores!— dijo Carol con voz exaltada—
Es lo que pienso hacer mamá, además Sara no tiene poder para decidir nada— dijo Tomás tercamente.— Creo que esta conversación no nos lleva a ningún lado Tomás— dijo Carol — estás convencido de que Julie y Renzo son culpables y nadie te convencerá de lo contrario.— Así es, ella será mía por derecho aunque nunca la vaya a tocar como mujer— dijo Tomás— y Renzo jamás tendrá a mi hija; Julie me va acompañar por el resto de mi vida y va a conocer mi desprecio. — ¿Y Sara, que culpa tiene?— dijo Carol— ¿Por qué vas a alejarla del amor de su vida? Ella no es culpable, ni tampoco Renzo. Tomás ya no la escuchaba, ella meneó su cabeza en señal de que estaba perdiendo el tiempo en razonar con aquel hombre obsesionado con el odio, jamás lo iba a convencer de lo contrario, lo mejor era permanecer callada. Pobre Sara y pobre Julie, lo mejor era que ellas hicieran planes y vieran como irse de allí lo más pronto posible, abandonar a Tomás Williams para siempre.Unos días después Tomás hizo una
Tomás salió de ver a Julie con sentimientos encontrados, el amor y el odio estaban luchando dentro de su corazón como dos fieras salvajes, veríamos tenía más poder. Él tenía miedo de ser débil, porque de verdad que verla era demasiado tentador para él, pero tenía que tener presente él odio para que ella no permaneciera por mucho tiempo invadiendo sus pensamientos. Julie, al contrario había pasado él día llena de energías y mucho alegría, él optimismo invadía su mente y su corazón, al llegar a casa estaba Renzo en el salón y al verla le preguntó— ¿Te gustó ver a mi Tomás?— preguntó él— pudo ser una buena experiencia.— Es lo mejor que podría haberme pasado, ver a Tomás renueva mi sangre Renzo— dijo Julie con emoción— fue un encuentro maravilloso, desea casarse conmigo. — ¡Eso sí que me deja tieso!¡Estoy de verdad sorprendido con el cambio de éste hombre— dijo Renzo— me imagino que necesita compañía femenina y por eso quiere que sea su esposa.— Teníamos relaciones sexuales — di
Tomás Williams se quedó mirando a Sara unos instantes como queriendo adivinar los pensamientos de su hija y luego salió de la habitación, necesitaba hablar con su madre.Se dirigió hasta donde se encontraba Carol y tocó la puerta de la habitación con firmeza, ella.abrió la puerta y al ver a Tomás le dijo:— ¿Qué sucede hijo? — preguntó Carol con voz alerta. — Eso te pregunto, ¿qué está sucediendo con mi hija mamá?— La voz de Tomás también era de alerta. — Ya te dije lo que tiene tu hija, viste los exámenes— dijo su madre— ¿Estás preocupado por tu hija? — Si mamá, la veo muy delgada y pálida— dijo Tomás — no crees que necesite vitaminas, solo una virosis, no la pone tan enferma.— Eso no lo creo, hay virus muy fuertes hijo, veamos cómo evoluciona con éste tratamiento, seamos pacientes,—dijo Carol muy segura— todos debemos estar pendientes de la salud de esa niña, solo estudia y estudia y no se preocupa por comer. — ¡Solo quiero que esté bien, es lo más preciado para mí!— exclamó
Sara entró a el restaurant, estaba nerviosa en unos minutos se vería con su madre después de doce años y solo tenía una foto en su teléfono para poder reconocerla, unos minutos después ella entraba, se quedaron mirándose, la una a la otra, sin saber qué decir. — ¿Qué está sucediendo con Tomas y tú que pudiste venir y conocerme?— preguntó Margarita para romper el hielo. Sara sonrió con timidez a su madre y le dijo:— Quiero vivir contigo, ya no deseo vivir con papá, estoy cansada de sus órdenes arbitrarias y no me importa las razones que tuviste todos estos años para no venir a verme, pero por favor déjame estar a tu lado— dijo Sara con voz desesperada— estoy enamorada y papá no quiere que lo vea y he estado saliendo a escondidas con él y ahora estoy embarazada. Margarita se le atragantaron las palabras en la garganta, no sabía que decirle a su hija quien lloraba sin poder contener sus lágrima, quería estar con ella, además la haría abuela, estaba necesitando de su ayuda, confiaba