Capítulo 16: Vacío.
No sé porque me fui.
No entiendo la razón por la que salí de aquella habitación como si el demonio me persiguiera.
Una semana había pasado desde que salí desde aquel cuarto del club Focus.
No he vuelto a saber de ella y la culpabilidad me carcome.
¿Cómo se fue del club? ¿que hizo después? ¿cómo está su labio? ¿tendrá el rostro inflamado después de los golpes que ese desgraciado le pegó?
No he dejado de pensar en Verónica ni un solo día desde que la conocí, y me molesta que ella habite en mi cabeza como si ésta le perteneciera, como si mi mente y mi cuerpo fueran de su propiedad.
Entro en la casa de mi madre y de inmediato la vislumbro en la sala de estar con una taza de café en sus manos y una mujer arreglándole
Capitulo 17: Encontré una flor.Me levanto al día siguiente con una jaqueca horrible que me hace arrugar los ojos y odiar la luz que entra por mi ventana. Mi habitación es minúscula, pequeña a tal punto que debo colocar velas aromáticas para evitar que el olor a sudor o ropa sucia pueda almacenarse.Escucho unas voces procedentes de la sala y doy gracias al cielo que mi puerta está cerrada. Solo por eso el día me parece mejor.Busco el móvil y encuentro miles de mensajes.Es una exageración.Muchos mensajes.Reviso, casi todos son de Ana.Mi mejor amiga que me tiró a la boca del lobo contándole a mi madre que me quedé en el club anoche.Súbitamente los recuerdos de la noche anterior me arropan y me levanto con rapidez de la cama.El hombre y sus manos alrededor de mi cuerpo.El desconocido
Diario de Verónica.08/08/2021Observo el reflejo de mi cuerpo en el espejo. Estoy mona. Monísima, la verdad, no suelo vestirme tan coqueta, ni mucho menos tan sensual. Pero hoy, he querido hacerlo, me faltaba ánimos. Mi cabello negro detrás de mis omoplatos, baja y toca casi mi cintura. Mido un metro setenta, soy bastante alta, mucho más que mis amigas, incluso de pequeña mis hermanas se burlaban de mí porque era la más alta de todas las clases en las que estaba. Supongo que salí a mi padre, un dominicano retirado de la milicia, con casi 2 metros de altura. En cambio, mis hermanas menores salieron a mi madre, una colombiana con apenas un metro cincuenta. Lo único que ese desgraciado pudo darme fue su patético tamaño, pues para no joder la historia hablando de mi donador de esperma, el hombre se largó cuando mis hermanas tenían uno y tres años.Yo tenía cuatro.<
***VERONICA***Entramos al club y como siempre, la chica llamada Gema nos recibió con una bandeja llena de vasitos shots con un platito de metal repleto de píldoras rosas.Era opción de cada cliente tomar ambos, pero en mi caso, siempre tomo solo el tequila.Me gusta el tequila, como el calor de esta bebida infernal baja por mi cuerpo y limpia cada poro.—¿Otra vez? —pregunta Tina Mendoza mientras miraba cómo coloco mi vasito vacío en la bandeja.—Vive la vida un día, Tina. No le des tanta mente a las cosas.—Soy psicóloga. — ese era nuestro principal problema, todas se cohibían, comienzo a pensar que debo buscar un nuevo grupo de amigas.Tina es la más recatada de todas, de piel canela, ojos saltones y de un color marrón muy oscuro que casi pueden ver tu alma.Es hija de un coronel y una maestr
***BENJAMIN***Entro al club y lo primero que observo son los cuerpos, la cantidad era increíble para un espacio que a simple vista se veía bastante pequeño. Intento pasar desapercibido. Tengo bastante tiempo sin pisar un club, mis amigos me han invitado, instado a que vaya al nuevo club que abrió en Michigan. Mas hoy que he recibido una noticia acaba de arruinar mi felicidad; la del día, quizás la semana, bueno, para no ser estúpido, puedo decir que acaba de arruinar mi vida completa.No soy muy asiduo a visitar los clubes de Michigan. Todo el mundo sabe que son una conglomeración de enfermedades, personas con problemas mentales, traumas de infancia y deseosos de que los demás abusen de ellos, de que posean sus cuerpos, tomando control del todo. El mundo de la dominación es algo a lo que no le tengo muchas ganas de pertenecer. No me llama a la atenci&oacu
***Veronica***Hay situaciones que se escapan de mis manos, es lo único que puedo pensar, mientras me acomodo frente a la barra principal de Focus y pido otro Martini. El barman no se pregunta si quiera porque estoy ordenando uno cuando obviamente en mi copa aún queda para dos tragos mas. Sin embargo, el problema es que no confío en dejar la bebida sobre la mesa y desaparecerme un rato, para luego regresar y tomármela.Quién sabe la persona que está cerca, aun en las sombras, sin tu percatarte de que te asechan, esa que puede tener su mente dañada, retorcida, una que le vale una m****a que digas que no. Ninguna mujer, debería de ser tan estúpida como para irse a bailar o al cuarto de baño y regresar dejando su bebida al descubierto y aún así ingerirla.¿Qué acaso no ven las noticias o es que viven en el aire?¡Reaccionen!He aprendido que no se debe confiar en nadie.Mi padre me abandonó cuando apenas tenia cuatro años.Si
***Benjamín***Me quedo quieto al sentir sus labios pegados en mi boca.La mujer es ardiente. Demasiado.¿De dónde rayos ha salido?¡Joder! ¿Así de lanzadas y empoderadas son todas las mujeres de esta época?¿Qué tan perdido había estado? ¿Qué tan encerrado en mi burbuja he estado que no me había dado cuenta de cuánto las mujeres habían cambiado?No puedo quejarme de que tome la iniciativa, pero joder, esta mujer es de armas tomar. Ella sí que sabe lo que quiere en la vida y se lanzó a por ello.Coloco ambas manos en su cintura y la pego más a mí. Su boca es deliciosa, sus labios son suaves, aterciopelados, como una caricia firme pero dulce, distingo a lo lejos el sabor seco del Martini. Ella es una demonia que se apodera de lo más profundo de mi ser. Ella chupa mi labio
***VERONICA***Mis caderas se impulsan hacia arriba, poseídas por las ganas y el deseo que me provoca este desconocido. Joder, la forma en como acaricia mis nalgas, dedicándole segundos a observarme. Suspiro y ruego porque me toque allí donde necesito sus manos largas y expertas. Estoy segura que él es capaz de hacerme volar la cabeza y subirme al cielo. Mi respiración es entrecortada. Desciende y chupa despacio mis nalgas. Posesa por la pasión, me retuerzo, pero el me agarra de las caderas y detiene mi movimiento. Mi desconocido me desconecta, ya no estoy en el callejón, no estoy en un lugar donde todo el mundo puede vernos, donde obviamente cruzarán personas y tendrán un buen espectáculo que recordar. El, con ambas manos, baja mi tanga hasta que ligera queda en mis pies. La dejo allí, no tengo ganas de quitarlas.—Quiero probarte antes—Abre mis piernas—.
***Veronica*** Me acomodo el vestido subiéndose las bragas y arreglándome el cabello. Echo una mirada hacia atrás, de reojo observó cómo él, nervioso, se saca el preservativo y lo tira en un contenedor. Él se sube los pantalones, se abrocha la correa como si le pesara hacer los movimientos.—¿Estás bien? —Le preguntó al ver que se quedaba observando.—¿Cuál de mis amigos te envío? —pregunta él sin quitar los ojos de encima mío.No sé qué diablos tiene que ver tu pregunta con lo que acabamos de compartir. Él no tiene idea del alcance que ha tenido en mi vida, mi cuerpo, mi alma, con sus movimientos, con sus toques. Sus palabras. Ha logrado que saqué de mi cabeza al intruso, que lleva ahí desde hace meses.—No sé de qué estás hablando.—Le respondo sin apartar los ojos de él. —Jamás en mi vida había visto.—Esa no es una buena respuesta.—¿Qué diablos quieres que te responda? —Comienzo a cabrearme.—Solo te estoy haciendo una pregunta. Me gusta que me r