Aprieto mi mandíbula cuando levanto la mirada y veo que la chica está apretando sus labios, escondiendo una sonrisa por lo que acaba de pasar. Dios mío, la detesto.
Ella debería estar desesperada por servirme, pero en cambio la muy idiota está burlándose de mi. Camino hacia ella sin pensarlo y veo como sus ojos me siguen.
—Buenas noches señorita, soy...
—Prepárame un baño, estoy agotada. El café me gusta con tres cucharadas de azúcar y estoy hambrienta.
Le extendí mi bolso a la altura de su pecho, ella me miraba sin entender, pero sonreí y abrí la puerta, de todos modos ésta era una de las propiedades de mi familia. Dejé al chofer afuera, él se tenía que en
Unas grandes puertas dobles de madera se encontraban a lo largo del pasillo, un pequeño juego de sillones se encontraba en el centro al igual que ¿Eso era una escopeta? Mis ojos se abrieron sorprendidos y sentí que sus pasos se acercaban. Mi corazón comenzó a latir erráticamente y sin dudas cientos de escenarios comenzaron a dar vueltas por allí. —Podes quedarte en este cuarto por ahora —anunció abriendo las puertas—. Tenía pensado otra habitación, quizás con un baño privado te gustará- —¿Dónde está el dormitorio principal? —Es el del medio —dijo señalando el que estaba al lado. —¿Y porque no puedo usar e
Pov Lourdes. —¿Qué es lo que te divierte tanto? No puedo evitarme reír ante lo que pasó hace un momento. Ella en serio está bastante demente como para revolcarse en el barro mientras está enojada. Es la única persona en el mundo a la que se le ocurre venir en tacones a un lugar donde sin dudas no está preparado para ello. —Ella en serio está loca—susurro mientras me siento en la mesa—. Pensó que podía tener mi habitación solo porque lo deseaba. —Lo pude notar cuando llegó y me tiró su bolso en el pecho como si fuera un burro de carga ¿Quién la crió?—hago una mueca—. Ella no se parece en nada a tu tío. —Creo que mi tío le dio demasiados caprichos, ella piensa que es l
—Te veo después tía, intenta descansar. Puedes encender el tele en la sala. —Me iré a almorzar con las chicas al bar. —Puedes usar tanto la camioneta con el jeep, cualquier cosa me llamas —besé su mejilla—. Cuídate. —Tú también amor, te veo en la noche. Me gustaba pasar tiempo con mi tía, ella era una mujer tranquila que solía ayudarme en todo o que podía. Se había mudado conmigo cuando decidí venir al pueblo, sin dudas una de las mejores decisiones hasta ahora. Una vez que terminé de lavar la vajilla que utilicé para el desayuno subí los escalones de a dos y toqué la puerta del cuarto de Camila. Sé que esto sería difícil, después de la discusión de anoche no creo que ella de el
Miro mi maleta con cierto recelo, no estoy segura de que si encontraré ropa adaptada a este lugar, no creo que mis conjuntos de diseñador valgan la pena. De todas formas necesito estar vestida y no puedo vivir en esta habitación por siempre. Reviso mi celular esperando noticias de Nicolás, él ni siquiera se reportó ayer para decirme que hoy vendría por mi, pero no perdía las esperanzas, después de todo es lo único que me queda. Entro al baño y pongo play en mi celular. Al menos almacenaba algunas canciones que eran dignas de ser reproducidas para un buen baño, dentro de lo que se podía determinar un buen baño en esta pocilga. Me coloqué un vestido de diseñador de la temporada de verano, haciendo juego con unos anteojos blancos de sol, que por el momento los tenía sobre la cabeza y u
Pov LourdesEstoy intentando tener paciencia, lo juro. Esto se está volviendo incontrolable, ni siquiera tengo idea de que seguirá.Doy un largo suspiro y miro como mí amiga se ríe de mí mal humor, no entiendo porqué le dan tanta gracia está situación.—Ya deja de reírte —pongo los ojos en blanco y provoco aún más risa en ella.—Es que no sé porque estás tan enojada con Camila. Deberías tomarte las cosas más con calma.—¡Lleva cuatro días sin ir a trabajar! ¿Qué se supone que haga?—Intenta tener algo de compasión, ella jamás ha hecho nada de lo que le propones. ¿Todavía no recuerdas que es de ciudad?—Esa no es una excusa—me quejo—A vos también te costó el cambio, deja de llorar.—¡Ni siquiera lo intenta! —pongo los ojos en blanco—. Se levanta al mediodía y solo baja a almorzar para luego ir a encerrars
POV Camila¡Mierda!Todo a mi alrededor era m****a, literalmente. Había caballos dentro de unas cercas, escoba, rastrillos, palas y paja a mi alrededor. Subí los anteojos a mi cabeza y miré al chico con una ceja levantada mientras que él estaba cruzado de brazosEl chico parece estar divirtiéndose con todo esto y por eso comienza a caerme mal.—¿Para que eres buena?—Para cosas que a ti no te importan. ¿Porque me hablas en primer lugar?—Intento ser amable, no me hables de esa manera —él hace una mueca—. Podríamos llevarnos bien, después de todo parece que pasaremos un largo tiempo compartiendo espacio.—No me importa —suspiro— ¿Cuánto queres?—¿Perdón?—¿Cuánto dinero queres para que hagas mi trabajo? ¡Podes poner un precio!—Está confundida conmigo...Del bolsillo trasero saq
—¿Que harás el sábado?—Aún no lo sé, quizás vaya al bar, oí que alguien cantará ¿Porque no vienes con nosotras?—¡Ni loca! —rió—. Sé que todos tomaran y me aburriría con todos ustedes.—¿Entonces porque no invitas a tus amigas y hacen algo en casa?—Puede ser —sonrió—. Quizás juguemos a las cartas.—Intenta no apostar la casa, lo demás está todo bien —dije bromeando—Solo apostamos unos cuantos pesos, no exageres —ella ríe—. Lo hacemos por diversión.—Está bien.¿Ya pensaste lo que queres hacer para tu cumpleaños?—No lo sé, no tengo muchas ganas de hacer nada.—¿Como que no? ¡Invitaremos a todo el pueblo! ¡Haremos una gran fiesta!—¡Niña, no exageres! —se ríe— ¿Crees que vendrá tu madre? ¿Los chicos?—Recién terminé la llamada con mi madre. Quiere venir a vernos en unos días y
Narrador omnisciente Ninguna de las dos podía dar una explicación de lo que sucedió hace un momento, ni siquiera están seguras de lo que podía haber pasado si es que Karla no se presentaba allí. Camila por su parte, decidió dejar el asunto a un costado y no pensar en eso, después de todo también creía que tal vez esta situación pueda ayudarla más tarde y sacar provecho de eso. pero en cambio Lourdes, aún daba vueltas en su cabeza. —No entiendo lo que está pasando—dice Karla mientras se sienta frente a ella en el escritorio. —Pasa que las cosas se están saliendo de control y apenas lleva unos pocos días acá—se queja —¿Ella te gusta?