Alex y Lena estaban estacionados afuera de la casa de los padres de él, estaban muy decididos y valientes esa noche, ambos querían terminar con toda esta farsa de una buena vez.
Amelia estaba tan feliz de la noticia que había invitado a los padres de Lena y a sus hermanos, quería que fuera una cena familiar perfecta, aunque ella no estaba al tanto de la real noticia que le daría su hijo.
Alex la miró por última vez, sonriendole con cariño antes de bajar del auto, ambos se habían dado fuerzas con un apretón de manos y así habían continuado hasta que la puerta fue abierta.
—¡Hijo! ¡Bienvenidos! —saludó alegre— ¿Como están?
—¿Tu no piensas decir nada? ¿Como puedes permitir algo así?—Amelia le dijo a Alex—¿Que cosas no tengo que permitir?—Arrugó sus cejas—. Deja de hacer ese tipo de comentarios, porque al fin y al cabo soy como ella.—¿Que diablos dices, Alex?—Que soy gay y siempre lo he sido—dijo mirándola a la cara—. Esa fue la razón principal de nuestro matrimonio y no queremos ocultar más lo que sentimos.—¡Alexander!—su padre habló por primera vez—¿Que tantas explicaciones tenemos que darles?—dijo Lena—
—Mi hijo es lo más hermoso que me ha pasado en la vida—dijo limpiando sus lágrimas y sonriendo—. Ese día fui tan feliz—sonrió—. Cuando él nació supe que iba a ser el amor de mi vida para siempre.—¿Porque no fuiste sincero conmigo? ¿Porqué no me lo dijiste antes de casarnos?—Sentía que no me entenderías, que pensarías que era muy cruel todo esto ¿Sabes?—suspiré—. Solo lo hice para que mis padres y todo el mundo dejara de presionarme sobre estar con alguien, quería que mi familia estuviera en paz y que no los molestaran—sacó de su bolsillo derecho su alianza de matrimonio con Cameron y jugó con ella—. Los medios estaban metié
—Fue una situación confusa, pero no sabías nada—murmuró Cameron— ¿No crees que deberías hablar con ella?—¿Para que?—negó con su cabeza—, solo necesitaba que fuera sincera conmigo. Apenas comenzábamos nuestra relación ¿Que puedo esperar para un futuro?—Bueno, convengamos que fue una situación muy compleja. Tanto ella como Alex sentían que si decían algo estaban traicionando al otro, porque quieras o no, sacarían del closet a la otra persona sin consultarlo.—Soy consciente que la familia de Alex es una mierda, siempre han sido prejuiciosos, pero eso no justifica nada.&mda
Olivia estaba inquieta, Lena no había aparecido en toda la noche y cuando fue a su casa no había nadie, ni siquiera Alex. Ella estaba al tanto de que su mejor amiga le diría a su esposo la verdad, pero no volvió a atenderle la llamada luego de eso.Por esa misma razón Chris y Rose se encontraban en su casa al igual que Clarissa, pero ésta ultima no sabía lo que en realidad había sucedido.Ella estaba almorzando con Chris cuando él recibió una llamada desesperada de Olivia preguntando si sabía donde se encontraba su hermana, a lo que Clarissa escuchó e insistió en ir con Chris a la casa de Olivia. Ninguno la quería ahí, principalmente porque no podían hablar del problema principal que era el matrimonio acabado de Lena y A
—Contigo no quiero ir a ningún lugar—su lágrimas comenzaron a derramarse—. No lo puedo creer, Alex. De verdad, es todo lo bajo de podías caer.—Cameron...—Alex intentaba acercarse a él—¡No vuelvas a tocarme!—sentenció— ¿Cuando mierda planeabas decirme que te habías casado? ¡Con una mujer!Chloe miraba todo desde afuera, podía oír las voces de Alex y Cameron, pero aún no veía a Lena ni ella tampoco.—No lo entiendes...—¿Que quieres que entienda? ¿Te estás dando cuenta de todo lo que hiciste?
La luna brillaba en todo su esplendor en aquella noche de verano, dándole a Camila una hermosa vista desde su baño mientras desanudaba la bata de seda. Las burbujas estaban esperándola en aquella enorme tina mientras que la música sonaba por los altavoces. Ella, con una sonrisa en el rostro se sumergió en el agua tibia mientras tarareaba las estrofas de su banda favorita. El día había sido agotador, según ella, el centro comercial y la visita obligada a la empresa de su padre la había estresado a niveles inesperados. Camila con solo veinticuatro años se había recibido de diseñadora de modas y recientemente obtuvo un título en Máster marketing de moda, tiene su propio penthouse enPuerto Madero donde almacena tres de sus cinco autos de lujo.
Sarah la tomó de la mano para entrar en el hotel. La música invadió sus oídos y comenzaron a bailar mientras saludaban a muchos de sus amigos, incluso Justin Luke, la gran estrella de fútbol, se acercó a Camila para darle un abrazo. —Tenemos que ir al VIP, es en el segundo piso —dice Justin tomándola de la mano. Esto no era extraño para nadie, cuando tienes dinero y vas a lugares como este puedes hacerte amiga hasta del hijo del presidente. Camila fue saludada y elogiada por todos los que se cruzaban en su camino. Ella subió las escaleras mientras recibía un trago de Denise. Su mirada se perdió en el pasillo de abajo, dónde había un hombre muy parecido a su novio, pero creyó que estaba alucinando, había demasiadas personas y era i
Alejandro le ordenó a su mano derecha que arreglara el asunto con los paparazzi y con Maxwell, que debió comprarle un auto nuevo. —Estoy cansado de que Camila actúe así ¿Cuándo fue que permití que sucedieran este tipo de cosas? —Creo que le diste demasiadas libertades, Alejandro —contestó Damián, su gran amigo. —¿Qué crees que deba hacer? —Sabes muy bien que Camila siempre ha sido consentida y ha tenido todo lo que quiso, aunque jamás se había comportado de esta manera. Últimamente sale en todas las tapas de revistas, estando ebria, con muchos famosos con mala reputación y es absolutamente irresponsable con todo lo que se le encargue. A este paso las cosas terminarán muy mal. —Creí que hacía bien las cosas con ella —suspiró dolido— ¿Y si la pongo a prueba? —¿En qué piensas? —Si Camila me demuestra que puede ser responsable, le devolveré todo —Damián lo miró con las cejas fruncidas—. No me malinterpretes, quiero lo mejor para el