—Parece que tienes bastante trabajo —comentó Dan con una sonrisa. Estaba apoyado a un lado de la puerta con los brazos cruzados.
James alzó la vista y le dio una sonrisa divertida.
—A diferencia de algunos, otros tenemos que trabajar de verdad.
Soltó una carcajada. Era bueno saber que su primo seguía siendo el tipo jovial y relajado de siempre.
Entró a la oficina sin esperan invitación y se sentó en una de las sillas disponibles.
—¿Cómo va todo? —Su pregunta nada tenía que ver con el trabajo.
Fingir que James nunca había estado enamorado de Skylar, no iba a cambiar las cosas. Dan había aprendido a aceptarlo y superarlo.
—Estaré bien.
Asintió con la cabeza.
—Entonces, ¿qué te trae tan lejos de tu trono?
—Skylar se mudó conmigo &md
Skylar abrió los ojos al sentir unas caricias leves en su vientre. Sabía que era Dan quien la estaba tocando; no es que alguien más estaría en su cama, pero no era solo por eso que lo sabía. Había algo en su tacto que le hacía fácil reconocerlo. Su cuerpo siempre se erizaba ante su contacto. Su mente se llenó de imágenes de lo sucedido la noche anterior. Esperó sentirse insegura o arrepentida; pero lo único que sintió fue deseo. No se había estado con él en un momento de debilidad, ni tampoco fue un arrebato a causa del deseo. En todo momento había sabido lo que estaba haciendo. Era simple, se había sentido lista para dar un paso más. Skylar siempre había considerado que tener sexo con alguien implicaba tener confianza en la otra persona. Confiaba en Dan. —¿Estás despierta? —preguntó él depositando un beso en su mejilla. —No —dijo sin abrir los ojos. —¿Segura? —dijo él levantando la mano que estaba en su vientre hacia su
Dan miró a Skylar para asegurarse de que ella estaba bien. Con casi siete meses de embarazo, ella parecía estar cada vez más agotada. A veces se sentía un inútil al no poder hacer nada para aliviar ninguna de las molestias que ella estaba atravesando.Skylar tenía estaba mirando más allá de la ventana y parecía relajada, probablemente porque el aire se sentía más fresco y el sol ya no calentaba con la misma intensidad. Su cabeza se movía al ritmo de la música que sonaba a volumen bajo a través de los parlantes del auto.Afuera lo único que se veía era vegetación a ambos lados de la pista. La ciudad había quedado atrás hace casi media hora y esperaba que no tardaran mucho más en llegar. Pasar tanto tiempo sentada no era lo mejor para Skylar.—¿Cómo estás? —preguntó mirándola.
Skylar se estaba divirtiendo bastante y no tenía nada que ver con la fogata, claro que estaba disfrutando de estar allí rodeada de sus amigos. Pero era más entretenido ver como William echaba humo por las orejas y miraba con molestia a Benjamín y James mientras ellos conversaban con Lily.Algo había sucedido entre su amiga y el de Dan en cuanto se conocieron esa mañana en su departamento. Era como si las chispas entre ellos hubieran volado y nadie había sido indiferente a eso. La cuestión es que después de un escueto saludo, William había mirado para otro lado y actuado como si ella no existiera.—¿Tú que dices, William?Skylar se espabiló, había dejado de escuchar de lo que estaban hablando.—Está bien, supongo.—Vamos, hombre, ¿cómo es posible que tengas una compañía de televisión y no un bu
—Vi que enviaste tu solicitud para el puesto de pasante en mi empresa —dijo Dan mirando a Benjamín por el espejo retrovisor.Su fin de semana había terminado, aunque podía decir con certeza que había sido un éxito… en más de un sentido. Una prueba de ello era el cambio en la designación de autos. Lily estaba ahora en el carro de William y a cambio había tenido que recibir a Benjamín.William había declarado a los cuatro vientos que Lily era la mujer de su vida y que no pensaba perderla. Es así como el ex, auto declarado, “soltero de por vida” ya no lo era más.Dan aun no entendía cómo es que todo había sucedido tan rápido, pero estaba feliz por su amigo, al igual que Skylar parecía estarlo por su amiga.—Sí, ¿estás considerando en aceptarla? —preguntó Benjamín e
—¿Skylar? —Emma parecía sorprendida de verla allí. Se levantó y rodeó el recibidor para llegar a ella—. Te extrañé tanto. —Ella la abrazó.—Yo extrañé tu extraño sentido del humor y tus locuras.—Lo tomaré como un halago —dijo ella con una sonrisa—. Escuche que te unes a nosotros otra vez.—Así es, empiezo hoy.—Esa es la mejor noticia que he escuchado. Alguien casi logra hacer que renuncie, estaba insoportable desde que te fuiste. —Emma miró a Dan—. Dejó de ser el sujeto más deseado del edificio al hombre que todos preferían evitar.Sonrió divertida. Era claro que cualquier encaprichamiento que Emma hubiera sentido por Dan había quedado en el olvido y no precisamente debido a Skylar.—¿No tienes un trabajo que hacer, Emma? &md
—¿Estás segura de que estarán bien?Skylar sonrió. No estaba segura de cuantas veces había escuchado esa pregunta desde que Dan le había dicho que tenía que viajar a Michigan para solucionar algunos problemas que se habían presentado en uno de los hoteles. Era lo último que haría antes de tomarse un tiempo libre para recibir al bebé.—Sí. No tienes de que preocuparte.—No estoy bien dejándote sola aquí.—Tranquilo, Romeo —intervino Lily—. Recuerda que me quedaré a pasar las noches con ella y tu madre le hará compañía durante el día.—Gracias —dijo él mirando a su amiga antes de regresar su atención a ella—. Prometo que regresaré lo más pronto posible. Te llamaré todos los días, pero si algo llega a pasar llámame de i
Dan no había dormido nada desde que su padre le había llamado para decirle que su hijo iba a nacer y comenzaba a sentir que el cansancio le pasaba factura.Todo había sido una locura. Había estado tan concentrado en resolver el problema en Michigan para poder volver pronto, que se había olvidado de poner a cargar su celular. Cuando lo había buscado para llamar a Skylar, se había dado cuenta de que estaba apagado y de inmediato lo había puesto a cargar,En cuanto lo había encendido aparecieron todas las llamadas perdidas y también mensajes y entró en un estado de alerta. Tan pronto había leído el primero, se había apresurado a alistar sus cosas y dirigirse al aeropuerto. No le había importado nada más que regresar cuanto antes.Había tenido suerte de conseguir un boleto a menos de una hora de que el avión saliera. Durante todo el vuelo hab
La paternidad era bastante agotadora. J.D. tenía un mes de nacido y, ni Skylar, ni él, habían logrado dormir una noche de corrido. Además, más de una vez, Dan había sentido que era un completo inútil cuando no había podido consolar a su hijo en uno de sus prolongados llantos.No es que lo demostrara, la mayoría del tiempo procuraba actuar como si tuviera todo bajo control.Era un gran empresario, podía lidiar con socios molestos y contrincantes astutos; pero su hijo lo hacía sentirse como un niño que apenas estaba aprendiendo a valerse por sí mismo. Cada día era un nuevo reto y cuando creía que ya estaba mejor capacitado, se enfrentaba a la dura realidad que no era así.Sus padres ayudaban, en especial los fines de semana, pero no podían pedirles que estuvieran allí cada vez que no podían manejar algo o se sentía sobrepasado