Dan no había dormido nada desde que su padre le había llamado para decirle que su hijo iba a nacer y comenzaba a sentir que el cansancio le pasaba factura.
Todo había sido una locura. Había estado tan concentrado en resolver el problema en Michigan para poder volver pronto, que se había olvidado de poner a cargar su celular. Cuando lo había buscado para llamar a Skylar, se había dado cuenta de que estaba apagado y de inmediato lo había puesto a cargar,
En cuanto lo había encendido aparecieron todas las llamadas perdidas y también mensajes y entró en un estado de alerta. Tan pronto había leído el primero, se había apresurado a alistar sus cosas y dirigirse al aeropuerto. No le había importado nada más que regresar cuanto antes.
Había tenido suerte de conseguir un boleto a menos de una hora de que el avión saliera. Durante todo el vuelo hab
La paternidad era bastante agotadora. J.D. tenía un mes de nacido y, ni Skylar, ni él, habían logrado dormir una noche de corrido. Además, más de una vez, Dan había sentido que era un completo inútil cuando no había podido consolar a su hijo en uno de sus prolongados llantos.No es que lo demostrara, la mayoría del tiempo procuraba actuar como si tuviera todo bajo control.Era un gran empresario, podía lidiar con socios molestos y contrincantes astutos; pero su hijo lo hacía sentirse como un niño que apenas estaba aprendiendo a valerse por sí mismo. Cada día era un nuevo reto y cuando creía que ya estaba mejor capacitado, se enfrentaba a la dura realidad que no era así.Sus padres ayudaban, en especial los fines de semana, pero no podían pedirles que estuvieran allí cada vez que no podían manejar algo o se sentía sobrepasado
Skylar sonrió ante la visión que la recibió al despertar. Dan estaba sentado en su lado de la cama con J.D. en sus brazos. —¿Está dormido? —preguntó con la voz rasposa. —Sí, se despertó hace un rato y luego de cambiarle el pañal volvió a quedarse dormido. Se sentó y luego extendió sus brazos. —Se hará tarde —comentó—. Me haré cargo, dúchate tú primero. Dan asintió y le entregó a J.D. Luego se inclinó y le dio un beso en la frente. —Buenos días, tigresa. —Buenos días. Él se levantó y caminó hacia el baño. Con cuidado de no despertar a su hijo, lo acomodó en la cuna y se puso a arreglar la habitación. Al terminar, sacó del armario uno de los bolsos pañaleras para prepararlo. Iban a pasar la mañana con toda su familia en casa de los padres de Dan y no quería olvidarse de nada. Salir implicaba llevar una lista de cosas. Cambios de ropa, pañales, sonajas, mantas. Dan salió cuando estaba s
Skylar miró más allá de los enormes ventanales. El río Yarra se podía ver su posición, así como muchas otras de las edificaciones que los rodeaban. Estaba en uno de los edificios más altos de la Melbourne, uno de los Hoteles Harris.Dan le había propuesto matrimonio hace diez meses y, por fin, dos días atrás se habían casado. Skylar había querido acabar sus prácticas primero y Dan había respetado su decisión.Su boda había sido en una ceremonia bastante elegante. Su suegra había insistido en que merecía lo mejor de lo mejor y su, ahora, esposo había estado de acuerdo con ella.Es así como había obtenido una boda de ensueño que había quedado en registrado en fotos que siempre le recordarían ese hermoso día. Melbourne era un lugar hermoso y cálido. Apenas hab&iacut
SINOPSIS: William estaba bien con su vida de soltero y con las relaciones sin compromiso. El amor le parecce una complicación innecesaria. O eso es lo que creía hasta que conoce a Lily. Una sola mirada es suficiente para saber que hará lo necesario para mantenerla en su vida. Lily sabía que algún día conocería el verdadero amor y se prometió que, cuando eso sucediera, no lucharía. Pero decirlo es más fácil que hacerlo porque cuando conoce a William sus inseguridades salen a la superficie. Si no crees en el amor a primera vista, quizás ellos te convenzan de lo contrario en esta corta historia.
Lily miró la hora en su celular por décima vez consecutiva. Estaba llegando tarde y odiaba hacerlo. Debería haber estado en el departamento de Skylar diez minutos atrás, pero su jefe le había pedido algunas cosas de último momento y había salido tarde. Amaba su trabajo, pero a veces su jefe podía le hacía dudar de ello. Noah bordeaba los sesenta años y no podía negar que era un jefe justo. Le pagaba más que bien y la había recibido cuando apenas había terminado su formación como secretaria. Ella había necesitado tanto del trabajo aquel entonces. Sus padres padre nunca habían cuidado de ella y fue peor cuando su padre murió. Su madre parecía no acordarse de que tenía una hija. Había estado en trabajos a medio tiempo para poder pagarse sus estudios. Su abuela le había dejado un monto más que considerable que heredó al cumplir los dieciocho. Sin dudarlo lo había utilizado todo para conseguirse un lugar propio. Un día tomó sus maletas y se marchó mientras
—Si vuelven a poner sus manos sobre ella otra vez, las perderán de una manera dolorosa —dijo William entre dientes tan pronto el ascensor se cerró.James soltó una carcajada como si hubiera hecho un chiste.Dan tenía razón al decir que su primo no tenía la capacidad de discernir el peligro porque si lo hiciera, no tomaría su amenaza como una broma.—No entiendo a qué se debe tanta agresividad.William tampoco lo hacía, solo estaba seguro que no quería que nadie se acercara a Lily demasiado, en especial ese par de idiotas.En cuanto vio a Lily había dejado de pensar con claridad. Nunca había sentido algo parecido.Lo más prudente sería ignorarla por todo el fin de semana. Ella no parecía de las mujeres con las que solía involucrarse. Además, era la amiga de Skylar, la novia de su mejor amigo. Eso deber&iacut
Lily miró a sus amigos desaparecer dentro de la cabaña. La habían dejado a solas con William y estaba segura de que había sido un movimiento calculado. Ellos habían estado actuando raro… más de lo usual, porque era seguro que ellos eran raros por naturaleza.—¿Qué fue eso?—Creo que estaban escapando, lo cual probablemente fue una decisión sabia de su parte. Se giró hacia él con sorpresa. No se había dado cuenta de que había dicho su pregunta en voz alta.—¿Por qué? —preguntó intrigada.William no le dio una respuesta.«Hablando de comportamientos extraños», pensó.El silencio se prolongó entre ellos casi al punto de ser incómodo. Quizás era mejor salir de allí. Había pasado suficiente tiempo a solas con William y seguir haci&e
William intentó no sonreír ante la cara de pánico que puso Lily cuando Dan dijo que irían en el mismo bote. Ella no era muy buena ocultando sus emociones. Estaba más que claro que estaba intentando no quedarse a solas con él.Esperó que todos subieran a sus propios botes antes de guiarla al suyo.Se giró hacia Lily y la vio murmurar algo, pero fue difícil escuchar lo que estaba diciendo, por su rostro no era nada agradable.Le tendió una mano, que ella aceptó a regañadientes.—Trata de no parecer tan contenta —bromeó.—¿Esto fue idea tuya? —preguntó ella como siempre directo al punto.Era contradictorio verla ser directa para algunas cosas y preferir esquivar otras.—Salir a navegar fue idea de Dan —dijo con inocencia.—Me refiero a ir en el mismo bote. Casi esperaba qu