Dan miró la hora con ansiedad. Era tarde y si no se daba prisa iba a llegar tarde a la consulta de Skylar. Su reunión con los directivos se había alargado más de lo debido y probablemente seguiría con ellos si no hubiera sido el mismo quién dio por terminado todo.
Si no había demasiado tráfico podría llegar a tiempo o al menos no tan tarde.
Se colocó el manos libres y llamó a Skylar.
—¿Dónde estás? —preguntó ella tan pronto respondió.
—Acabo de subir a mi auto. Me daré prisa.
—Está bien. —Ella sonaba aliviada.
Una sonrisa se extendió por su rostro. Le gustaba saber que no solo lo había dejado estar allí porque se lo había pedido, sino porque lo quería a su lado.
—Nos vemos en un rato —dijo y se despidió antes de dar por terminad
La decisión no había sido fácil. Skylar sabía que irse a vivir con Dan la volvería vulnerable ante él y no estaba preparada para pasar por eso de nuevo. Podía ser fuerte, pero él le había demostrado que era capaz de destrozarla.Al final había sido algunas cosas que su padre lo que le hizo darse cuenta que Dan merecía la oportunidad de ser un padre para su hijo.—¿O acaso crees que él sería capaz de lastimar a vuestro bebé de alguna manera? —había preguntado él.—No. —Su respuesta había sido sincera. No creía que Dan pudiera hacer nada que pudiera dañar a su hijo de ninguna forma.Él podría haberse comportado como un estúpido con ella, pero en lo que respectaba a su bebé siempre se había mostrado emocionado y expectante desde que supo que ella estaba embarazad
—¿Eso es todo? —preguntó mirando la maleta de Skylar y el par de cajas acomodadas en un rincón de la habitación. Era la primera vez que entraba a su habitación e, incluso si nadie le hubiera dicho que le pertenecía, lo habría deducido.Su olor estaba en todo el lugar, al igual que su estilo. Las paredes eran de un color amarillo suave y las cortinas de la ventana eran de color oscuro, algún tono entre verde y celeste. Había pocos muebles, dentro de ellos un escritorio acomodado muy cerca de la cama. En la pared sobre ella había algunos papeles pegados, parecían apuntes de sus clases.—Sí, estoy llevando todo lo necesario. Si más adelante necesito algo más, vendré por ello.—¿Por qué no llevarlo todo ahora?Ella se cruzó de brazos y lo miró desafiante.—Sé lo que hago.Asinti
Llegaron al edificio donde vivía alrededor de las cinco de la tarde. Skylar había dormido tofo el viaje y no se despertó ni siquiera cuando se estacionó.Dan se bajó del auto y lo rodeó para abrir la puerta de Skylar. La tomó en brazos, ella no pareció darse cuenta del cambio de lugar porque ni siquiera se movió. La llevó al ascensor y se las arregló para presionar el botón de su piso e insertar su código de acceso.En su piso la llevó directo a su habitación y la acomodó sobre la cama. Observó alrededor y se dio cuenta de que Skylar ya había hecho la habitación suya. Era pequeños detalles como su cepillo para el cabello y maquillaje sobre la cómoda, o una cobija de lana doblada sobre la cama. Tomó esta para cubrirla y, luego de acariciarle el rostro, se retiró.Dan tomó una ducha y luego comenz&o
Lo primero que vio Skylar al abrir los ojos fue el rostro de Dan. Él estaba recostado frente a ella, todavía dormido, tenía el semblante relajado.Su mirada se desvió hacia su alrededor y se dio cuenta de que estaba en la habitación de Dan. Debía de haberse quedado dormida en algún momento de la noche mientras conversaban. Una cobija los cubría y podía sentir la mano de Dan en su cintura. Su tacto era cálido y la hacía sentirse reconfortada.Guardó silencio y evitó moverse para no despertarlo. La constante necesidad de querer mantener la distancia se había esfumado, en su lugar solo había quedado tranquilidad. Sus heridas habían sanado mientras le contaba sobre sus miedos e inseguridades. Todavía no confiaba del todo en Dan, pero tampoco sentía más resentimiento por lo que él lo había hecho.No mintió cuando le
—Parece que tienes bastante trabajo —comentó Dan con una sonrisa. Estaba apoyado a un lado de la puerta con los brazos cruzados.James alzó la vista y le dio una sonrisa divertida.—A diferencia de algunos, otros tenemos que trabajar de verdad.Soltó una carcajada. Era bueno saber que su primo seguía siendo el tipo jovial y relajado de siempre.Entró a la oficina sin esperan invitación y se sentó en una de las sillas disponibles. —¿Cómo va todo? —Su pregunta nada tenía que ver con el trabajo.Fingir que James nunca había estado enamorado de Skylar, no iba a cambiar las cosas. Dan había aprendido a aceptarlo y superarlo.—Estaré bien. Asintió con la cabeza. —Entonces, ¿qué te trae tan lejos de tu trono?—Skylar se mudó conmigo &md
Skylar abrió los ojos al sentir unas caricias leves en su vientre. Sabía que era Dan quien la estaba tocando; no es que alguien más estaría en su cama, pero no era solo por eso que lo sabía. Había algo en su tacto que le hacía fácil reconocerlo. Su cuerpo siempre se erizaba ante su contacto. Su mente se llenó de imágenes de lo sucedido la noche anterior. Esperó sentirse insegura o arrepentida; pero lo único que sintió fue deseo. No se había estado con él en un momento de debilidad, ni tampoco fue un arrebato a causa del deseo. En todo momento había sabido lo que estaba haciendo. Era simple, se había sentido lista para dar un paso más. Skylar siempre había considerado que tener sexo con alguien implicaba tener confianza en la otra persona. Confiaba en Dan. —¿Estás despierta? —preguntó él depositando un beso en su mejilla. —No —dijo sin abrir los ojos. —¿Segura? —dijo él levantando la mano que estaba en su vientre hacia su
Dan miró a Skylar para asegurarse de que ella estaba bien. Con casi siete meses de embarazo, ella parecía estar cada vez más agotada. A veces se sentía un inútil al no poder hacer nada para aliviar ninguna de las molestias que ella estaba atravesando.Skylar tenía estaba mirando más allá de la ventana y parecía relajada, probablemente porque el aire se sentía más fresco y el sol ya no calentaba con la misma intensidad. Su cabeza se movía al ritmo de la música que sonaba a volumen bajo a través de los parlantes del auto.Afuera lo único que se veía era vegetación a ambos lados de la pista. La ciudad había quedado atrás hace casi media hora y esperaba que no tardaran mucho más en llegar. Pasar tanto tiempo sentada no era lo mejor para Skylar.—¿Cómo estás? —preguntó mirándola.
Skylar se estaba divirtiendo bastante y no tenía nada que ver con la fogata, claro que estaba disfrutando de estar allí rodeada de sus amigos. Pero era más entretenido ver como William echaba humo por las orejas y miraba con molestia a Benjamín y James mientras ellos conversaban con Lily.Algo había sucedido entre su amiga y el de Dan en cuanto se conocieron esa mañana en su departamento. Era como si las chispas entre ellos hubieran volado y nadie había sido indiferente a eso. La cuestión es que después de un escueto saludo, William había mirado para otro lado y actuado como si ella no existiera.—¿Tú que dices, William?Skylar se espabiló, había dejado de escuchar de lo que estaban hablando.—Está bien, supongo.—Vamos, hombre, ¿cómo es posible que tengas una compañía de televisión y no un bu