Dos semanas despuésAquí estaba sentada en la cama pensando en todas las circunstancias de mi vida que me llevaron a este momento exacto. No podía creer lo patético que soné. Pensando y preocupándome en un tipo al que no podía importarle menos. Tenía que levantarme y seguir adelante, ya no podía vivir así.Hoy fue el comienzo de mi nueva vida. Una vida en la que ya no me importaba el pasado.No podía seguir culpándolos, ni a Ian, ni a Damián, ni a Justin debería haber hecho algo desde el principio. Ahora tengo que vivir con las consecuencias.La semana pasada finalmente me levanté y tuve las agallas para ir a casa de Damián y recoger algunas de mis cosas. No quería tomar mucho ya que prácticamente me colé en su casa. Además, la mayoría de los las cosas que yo vestía las trajo él.Me puse de pie, me puse mi traje de baño y luego caminé hacia el baño.Violet y los niños estaban jugando en la piscina. Ni siquiera he podido hablar con Lucas sobre Reegan. Probablemente este con su padre
Damián—Estaba sentado en mi escritorio, leyendo un contrato de cincuenta páginas sobre nuestro planes para nuestra próxima inversión. Frederick estaba sentado al otro lado de la mesa, un viejo amigo mío. Su bufete de abogados acababa de convertirse en uno de los más grandes de Europa según ‘The business magazine’.Me di cuenta de que no estaba en su estado de ánimo adecuado y yo tampoco.—¿Estás bien?— Pregunté con una ceja levantada.Sacudió la cabeza rápidamente como si despertara de una pesadilla.—Lo siento, no estaba prestando atención, ¿puedes decir otra vez—, dijo, todavía mirando profundamente en algún punto perdido en sus propios pensamientos.—Te pregunté si estabas bien…—Sí, estoy bien— Dijo, por un momento pareció que estaba mirando un espacio en blanco de nuevo. —Mujeres —murmuró.—Si quieres, podemos volver a tener esta reunión otro día, cuando ambos estamos en el estado de ánimo adecuado— sugerí. —Claro, eso sería muy apreciado.— Dijo dándome una medio sonrisa.Se l
Después de enterarnos de la posibilidad de que pudiera estar embarazada, Violet y yo corrimos a la farmacia más cercana para una prueba de embarazo. El farmacéutico nos miraba con los ojos muy abiertos mientras mirábamos a través de los carriles. Tomamos cinco pruebas de embarazo de cinco marcas diferentes en caso de que la otra no funcionara.El farmacéutico me dirigió una mirada de desprecio cuando lo puse sobre el mostrador.—Es para mi amigo— dije nerviosa.¿Mi amigo? Por culpa de mi error había atacado a la biologia.(***)—Puedes decirme, estoy demasiado nerviosa para mirar— dije mordiéndome el pulgar. Había cinco pruebas de embarazo sobre la mesa, todas al revés. Los cinco minutos que estaban escritos en el reverso de la caja ya habían pasado.—No importa cuáles sean los resultados, quiero que sepas que no es el final de el mundo— dijo Violet tratando de parecer tranquila pero pude escuchar la alarma en su voz.—¡Estás bromeando, ni siquiera tengo trabajo, apenas me las arregl
Él cerró la puerta con su mano libre.—Solo estoy aquí para hablar contigo,— dijo.Baldeé mi codo hacia atrás en su pecho, perdiendo su control sobre mí. Antes de que yo pudiera haber correr hacia la puerta, él ya estaba parado en la puerta bloqueando el camino dejándome sin otra alternativa que correr a la cocina (a diez pasos de la puerta). Abrí el cajón y saqué el cuchillo más grande y afilado que pude conseguir, luego tomé una sartén en mi otra mano. Escaneé la habitación en busca de mi teléfono, pero no estaba a la vista.—¡Perra!— Gritó de dolor.—Acércate y te apuñalaré— dije.Él se rió, —No es que tengas las agallas para hacer eso.— Dijo.Lo miré y luego le lancé un cuchillo. Se las arregló para agacharse justo a tiempo.-¡Relajate! Cálmate.— Dijo poniendo sus manos en el aire.Saqué otro cuchillo del cajón que seguía mirándolo.—¡Fuera!— grité.—¡Fuera!— grité de nuevo más fuerte.—Por favor, solo estoy aquí para hablar contigo—Dijo.No tengo nada que hablar con este miser
ADDIEAcaricio suavemente mi vientre aún plano recordando a Lucas.—¿Has vuelto a jugar a las cartas con papá?—pregunta él abriendo los ojos. No puedo evitar sonreír y asentir frente a la cara de confusión que me lanza mi hermana.—Ha sido muy divertido—añade abrazando la falda de mi hermana.Solo ha pasado un mes y ya me siento como si el bebé estuviera aquí. Ya sé que lo amo.Sigo diciendo plano porque no puedo soportar el hecho de que estoy engordando cada día.Mis maletas ya estaban empacadas con mi boleto de vuelo reservado y un nuevo pasaporte renovado. Esto era exactamente lo que Lucas, mi bebé y yo necesitábamos, un nuevo comienzo. Joe mantuvo su parte del trato. Logró que me matricularan en la universidad y en un trabajo bien pagado.Después de que la enfermera le dijo a Ian que estaba embarazada, tuve que explicarle lo mismo forma en que le dices a un niño de tres años que te vas a divorciar.—¿Están listo para irse?— preguntó Joe.—Sí— respondí.DAMIÁN3 días despues M
*Tres meses después*Ya habían pasado tres meses, por primera vez siento que mi vida es por fin un soplo de aire fresco. Trabajo a tiempo parcial en una de las oficinas minoristas de mis hermanos y también me pagan bien. Mis hermanos se habían encargado de mantenerme a salvo, a mi y a Lucas.Joe se aseguró de que encajara con mi horario escolar y de estudio.Recuerdo cuando le dije a Joe por primera vez que estaba embarazada, todavía recuerdo la conversión.—Joe, estoy embarazada—dije nerviosa.—¡Vaya, cariño! Estoy tan feliz por ti. Él dijo…Aunque todavía lo estoy demasiado joven para ser abuelo.— susurró.Ese comentario activa el cajón de los recuerdos en cuestión de segundos. Papá habría dado todo por ver lo que estabamos viendo, los Walsh unidos y siendo legales.—¡Joe! Tú harás cuarenta y ocho.— dije.—¿Y qué?— Se rió.—Remington va a ser tan feliz.— añadió.—Esperaba que no le dijeras…—¿Por que no? No veo por qué no debería. —No Joe, prefiero decírselo yo misma.—Muy bien, car
—Cómo está mi bebé doctor— dije acariciando mi vientre suavemente, mi cabeza reposaba en la almohada. Estaba en una cama de hospital, para mi revisión mensual. Ya habían pasado seis meses. Nunca volví a saber de Damián ni lo he visto. Todo fue parte de mi deseo, ahora las cosas son diferentes, especialmente esta el hecho de que yo soy la razón por la que mis hijos van a crecer sin un padre.Por alguna razón, mis hermanos han sido un gran apoyo para mi embarazo. Tengo una habitación llena de ropa y juguetes para bebés. Han estado en todas mis citas médicas pasadas alternándose, pero insistí en que se quedara afuera no quería hacer las cosas más incómodas de lo que ya eran.El doctor permaneció en silencio por un rato, con los ojos fijos en una carpeta al frente de él. Incluso me di cuenta de que seguía ajustándose los anteojos como si estuviera buscando una posición que le ayudara a ver mejor. De repente, sus ojos se ensancharon en estado de shock como si acabara de recibir una sent
—¿Por qué debería venir exactamente?— Dije por teléfono.—Porque va a estar toda la familia —respondió mamá como si fuera obvio.Aun me estaba acostumbrando a esto de considerar tener una familia.—¿Quieres conocer a tu hermano Dylan?—Media hermana—murmuré, después de Rebeca la experiencia nunca volverá a ser lo mismo.—Esta familia se ha roto por un tiempo y creo es hora de que arreglemos las cosas. Trae a tu novia Bea.—¡Ella no es mi novia mamá! Solo somos amigos.—grité.Colgó el teléfono antes de que terminara de contestar.Mamá tiene una cena familiar este fin de semana, ella me ha estado molestando sobre eso toda la semana.Ya me imaginaba mi conversión con Bea, nuestra relación, el estado era bastante complicado en este momento, pedirle que conociera a mis padres haría las cosas más complicadas e incómodas. (***) —¿Cómo me veo?— dijo Bea despacio dándose la vuelta.—Te ves genial—dije balbuceando.—Me sonrió moviendo la cabeza. —Vámonos— Dijo agarrando mi brazo.—Caminamos ha