—Addie…
—Calla, Damián. No nos mintamos. Se el mismo de siempre y cumple con tu contrato, obedece a tus clausulas, finaliza este infierno, ahora que nadie saldrá perjudicado—a medida que suelto mis palabras empiezo notar dos capas de agua rodear mis ojos, siento que en cualquier momento iban a derramarse lagrimas y lo último que quiero es darle esa victoria no cuando se perfectamente que este es uno de sus truquitos para mantenerme bajo sus dominios.—Tienes razón.Su afirmación es la puñalada que necesito.—Quedas libre, te enviaré una carta de recomendación y haré que te contacten de manera discreta para que nadie pueda oler mi conexión, espero que te vaya bi—lo interrumpo.—No te preocupes—suelto cuando las lagrimas ya han salido, intento mantenerlas a raya pero es imposible, agradecía que fuera por teléfono—HastMi cara pasa de amarilla a rojiza cuando finalmente observo el resultado del test de embarazo, probablemente pasen muchos más otros colores. ¿Quién sabe? Personalmente yo no, a partir de ahora yo no se nada. Nada de nada. Es imposible. Tan imposible como que me hubiese acostado con el inalcanzable Damián Remington y hubiera conseguido un test de embarazo sin que nadie en casa se hubiera dado cuenta.De nuevo agradezco con la mirada tenerla de mi lado.Violet me mira de arriba a bajo como si no entendiera mi reacción.Siendo honestos yo tampoco lo hacía.Me había metido en un lío demasiado grande.Demasiado.Pero era de esperarse.Todo acto tiene su consecuencia.Prefiero evitar pensar en mis padres, en mi familia, en mi reputación, en mi futuro, en los vecinos… En Ian… ¿En Ian?Dios mío.Dios mío.¿Cómo pod
Si te quedas embarazada, lo abortas. Damián había sido muy claro con eso. Al cerrar los ojos casi parecía poder ver su expresión desaprobando este incidente, casi podía prácticamente viajar en el tiempo e ir al momento donde todo empezó…No había duda que de saber esta noticia probablemente acabaría muy mal.Todo había pasado muy rápido.Todo había sido improvisado.Todo había empujado una ola de desesperación y negatividad a mi vida.¿Qué voy a hacer con este desastre?Mi cerebro no puedo formular nada, mi mente va de la advertencia de Damián a la mirada severa de mi hermana en contra del aborto.Mientras tanto lo único que soy capaz de hacer es mantener inmóvil, mi hermana grita y chilla de mala manera, entre triste, eufórica y enfadada, era una explosión de sentimientos. Violet no sabía cómo gestionar esto.Yo menos.Finalmente se para al ver mi reacción.Se acerca a mi y me abraza por segunda vez.Esta vez me echo a llorar.Esta vez me permito llorar.Aunque estaba empezando a p
—Os dejo solitos—sonríe Violet.Yo la miro de mala manera.—No puedo esperar más—afirma.—¿Perdón?—Quiero que seas ya mi mujer—vuelve a reiterar con enfásis, poco después no espera ni un segundo antes de juntar su cabeza junto a la mía—No me he podido controlar al verte en ese estado, no puedo permitirme perderte—añade.Mi corazón se congela.Ese momento en que escuchas las palabras que quieres pero no de la persona que quieres.Entonces en un impulso decido besarlo con fuerza.—Yo también quiero. Hazme olvidar todo este infierno—suelto.Él asiente.—Llévame a tu casa, necesito paz.No quiero que me haga preguntas incomodas.Solo quiero deshacerme de este desastre.Él me mira con los ojos sorprendidos, casi euforicos.Parecía que hubiera estado ansiando hace muchisímo tiempo esas palabras.—Tus deseos son ordenes.(***)En medio del trayecto no puedo evitar pensar sobre como lidiar con este desastre y entonces una vocecita de mi me grita que deje que Ian me haga suya antes de la boda
Gimo ruidosamente cuando siento su dura polla dentro y fuera de mi. Su masculinidad dura golpea dentro y fuera de mi coño húmedo y apretado, siento las olas bañando mis rodillas, jadeo cuando las primeras salpicaduras de agua golpean mi feminidad; su polla está arando dentro y fuera de mi. Su polla entra y sale de mi, estoy tan caliente que el agua salpica y no la siento.Siento la arena moviéndose debajo de mi mientras su masculinidad me golpea. Le siento empujando con fuerza dentro de mi cuando el agua comienza a bañarnos. Grito finalmente cuando el agua golpea mis pechos, me corro, el agua fluye sobre y alrededor de nosotros.Mis jugos fluyen sobre su polla, grito de nuevo mientras me llena una y otra vez. Su polla me golpea, grito una y otra vez de nuevo siento como mi cuerpo se estremece por el clímax.Mi apretado coño se aprieta alrededor de su masculinidad dura como una roca, está enterrado profundamente dentro de ti mientras yo solo pienso que es Damián, me odio por ello.
—¿Qué has hecho qué?—la voz de mi hermana hace que me averguence una vez más de mis actos.—Acostarme con Ian para hacerle creer que el bebé es suyo—suelto, mis mejillas arden.—Adelaida…—Violet.—¡Adelaida!—grita ella de mala manera ante mi gesto.—Ya se que soy una m****a de persona.—Ahá.—¿Ahá?—pregunto.—Sí.—¿Y qué se supone que debo hacer?—pregunto.Miro a mi barriga.—La única opción es abortarlo—afirmo seca.—Adelaida.—Sí.—Addie.—No, no dejame.—¿Abortar el qué?—la voz de mi madre hace que mi corazón se detenga.—Addie quiere abortar su sueño fallido—afirma Violet.—Me quiero ir. Me voy a casar con Ian sin boda y sin nada. Después de todo él puede mantenerme sin siquiera tener que trabajar—afirmo.Mi madre no duda en darme una hostia.Violet me mira igual de sorprendida que yo.—Yo no he criado a una zorra.—Pero mamá…Mi madre me fulmina con la mirada. Se podía apreciar por sus gestos que no le hacia mucha gracia el comentario. No eran los valores que me habían inclulcad
Es tarde en un viernes por la noche. Llegas a casa y cuando cruzas la puerta, te das cuenta de que hay comida esperándote, algunas velas en la mesa, vino servido, luces tenues y yo estoy sentado esperándote. Tu rostro se ve sorprendido, pero en el buen sentido de que este hermoso escenario te está esperando. Te sientas y disfrutamos de la comida, el vino, la compañía de los demás. Realmente alegró tu día y creó el estado de ánimo. Veo que me miras desde el otro lado de la mesa. Eres grande, hermosos ojos y esa dulce sonrisa. Me pongo de pie y te digo que tengo una sorpresa para ti. Tu rostro se ilumina y sonríes. Me acerco y tomo tu mano, guiándote hacia el dormitorio. Todavía sonriendo ante la maravilla de lo que sigue, abro la puerta. Te llevo y te digo que es hora de hacer que tu noche sea aún más agradable. Ves algún material sobre la cama, me miras como preguntando para qué sirven. Solo sonrío y te digo que te cubras los ojos y no te preocupes. Me quito la ropa y poco a poco e
—¿Señorita Walsh?—pregunta. Mi corazón se detiene. Asiento con seriedad mientras la anciana me mira de reojo, me despido con la mano. Tomo aire con fuerza mientras camino hacia la enfermera. Hoy era el momento. He cometido muchos errores. Supongo que este es el primer acierto. Mi móvil vibra, el nombre de Violet aparece pero no me detengo. He intentado hacer que un hombre inocente pague por mis errores, no me ha salido bien la jugada. No quiero saber nada. No quiero saber nada de nada. Solo quiero volver a empezar. Me siento sucia y perdida en dosis iguales. (***) —¿Qué haces aquí Ian?—pregunto sobresaltada. —Llevarte lejos de aquí—afirma. En sus ojos puedo ver la determinación, eso no hace más que hacerme sentir mucho más culpable de lo que de por si ya me sentía. No creo poder hacer nada por cambiar lo que ya estaba escrito. La doctora me mira de mala manera. —Esto no es un juego. Nos regaña. —Yo soy el padre. En el fondo se perfectamente que él había soñado muc
En los ojos de Ian puedo ver perfectamente lo que cualquier mujer en mi estado le gustaría ver, fuerza, amor y comprensión. Qué lástima que no consiga calar en mi. Qué cruel es que el corazón tenga caprichos. Qué cruel es este destino que ata mi corazón al hombre que no debería. Un hombre que probablemente ahora esta besándose con lo que es la mujer de su vida ajeno a mi. Ajeno a esto. Ajeno al pequeño desliz con su secretaria. Me estoy hartando de mi misma. De esta actitud de lamerme las heridas. De culparme, de preguntarme y cuestionarme constantemente en qué demonios estaba pensando…O en dónde había quedado la mujer fuerte que solía ser. Me miro al espejo e intento sonreír como puedo ante el reflejo de un Ian observándome, me besa el cuello con dulzura. Llevo un vestido que probablemente cueste el sueldo de dos meses, diamantes y maquillaje decorando mi cuerpo que me hacían sentirme como la mujer más hermosa de la creación. Lo increíble de la situación es que ni todo el l