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114. Herida
Sueño de Addie Mi corazón estaba acelerado con los nervios mientras nos deteníamos en mi camino. Era una hermosa noche, de esas que quedaban siempre enmarcadas en la memoria, las estrellas estaban brillando más que nunca y ni una pizca de brisa evidente contra nuestra delicada piel, pero mi interior estaba temblando de ansiedad.La cena con mi madre no era mi idea de una velada perfecta o una la noche perfecta, apacible, que yo tenía en mente en absoluto. Si tuviera que elegir, me acurrucaría en el sofá con Damián, después de haber dejado acostado a nuestro otro hijo, hijo que hemos tenido bastante abandonado por cierto. Tomaría las mantas y el chocolate caliente nos envolverían mientras veíamos un romance sensiblero que se que en el fondo le encantaban. Estaría rozando mis dedos a través de su cabello sedoso con mi otra mano descansando cómodamente sobre su pecho. Era mi actividad favorita. Especialmente ahora que estaba casi a punto de dar a luz, y mi barriga estaba hinchada con n
115. Despierta
DAMIÁNNecesitaba ver esos hermosos ojos chocolate brillando con vida mientras me miraba. Necesitaba ver su irrevocablemente hermosa sonrisa que iluminaba todo mi día, llueva o truene, y por último, necesitaba escuchar su dulce y angelical voz susurrar te amo otra vez. La necesitaba.Descansé ambas manos en su barriga mientras le daba besos en la cara, rogándole en silencio que regrese.Antes de darme cuenta, los paramédicos estaban en la puerta y yo estaba siendo arrancado de su cuerpo.—¡No! ¡No la dejaré!Las palabras salen como auténtico fuego de mi boca, no es mentira, juro que no lo haré. No puedo dejar a Addie, no después de todo lo que hemos pasado. No puedo siquiera imaginarme un mundo sin ella. Un mundo sin Addie es un mundo sin colores, sin sentimientos, sin mi humanidad. Es un mundo donde no puedo hacer nada ni quiero hacer nada, donde todo me pesa y soy incapaz de seguir. Simplemente y llanamente incapaz de volver a vivir.Ella debía volver, a cualquier precio, no me imp
116. La princesa
Miré hacia arriba para ver al mismo médico que antes, esta vez su expresión auguraba de algún modo mejores hechos que la anterior. O eso espero en verdad no estaba dispuesto a sufrir mucho más con esto.—Hay alguien a quien debes conocer— dijo mientras me levantaba de mi silla.Mi corazón latía con fuerza en mi pecho. ¿Significaba esto que él o ella estaba bien? La adrenalina apareció inmediatamente al darme cuenta de que yo a punto de conocer finalmente a mi hijo o hija, finalmente la vida me daba la oportunidad de cargarlos desde bebés.Lentamente caminé hacia él, siguiendo cuando me llevó hacia las puertas dobles verdes de las que había venido con el corazón encogido de tal manera que sentía en cualquier momento iba a parar de latir con la presión en aumento.—Estamos sosteniendo a mamá aquí, a Addie, y el bebé está ahí también. Queríamos revisar a la bebé y, a pesar de que se adelantó dos semanas, está sana—aclara él finalmente con un tono jovial.¿Ella? Había dicho ella.Mi hi
117. Todo bien
—Sí, lo siento mucho por eso, es solo que realmente necesitamos algo de información para que podamos comenzar la investigación. Solo tomará unos segundos, siempre podemos encontrar otro momento adecuado, pero por su bien y el de sus socios, creemos que es mejor que lo hagamos ahora.Otra vez, la pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de mi pequeño ángel. Era obvio que la agente estaba insistiendo por el bien de todos pero el hecho de que hubieran venido en un momento como este complicaba muchisímo las cosas.Aunque con la sonrisa de mi pequeña bébé…¿Cómo podría estar enojado con ellos?Así que me di un golpecito en la cabeza para indicarles que podían entrar. No me iba a ir de esta habitación, así que tendrían que hacerme la dichosa entrevista aquí.Aunque no se sentía bien con Addie acostada allí sufriendo mientras hablábamos de ella.Me enfermó. No podía simplemente hacer como si nada estuviera pasando.—Lo siento, creo que tiene hambre —solté mirándoles sobre mi hombro.—¿Tienes un
118. Paz
Habían pasado tres días, tres días en lo que lo único que había hecho fue cuidar de mis dos hijos, Lucas y Angela como si la vida me fuera en ello y en cierta parte asi era. Solo quiero que Addie despierte para que podemos ser la familia que somos sin más impedimientos, era agotador siempre tener que luchar por todo, y mucho más por un derecho tan sencillo como nuestra paz.Addie todavía estaba en el hospital y yo estaba al borde de una avería, de un colapso letal para todos. Después de veinticuatro horas, la enfermera y el médico me informaron que era mejor que llevara a Angela a casa. Aparentemente, no era ideal que ella estuviera aquí todo el tiempo y, de todos modos, no podíamos quedarnos. La idea de irse sin Addie me había dejado destozado, en el fondo había una voz en mi que se esperaba poder marcharnos todos juntos, me necesitaba. Ella nos necesitaba. —Damián—el niño me miró a los ojos con lagrimas.Para colmo Lucas estaba enfadado porque se había sentido abandonado, lo cual
119. ¿Despierta?
Miró hacia arriba y también pude ver las lágrimas secas en sus párpados como los que yo tenía seguían cayendo. Esa imagen me descolocó porque yo he crecido pensando que no tenía una madre y ahora de repente no solo tengo una sino que además llora mis perdidas porque de algún modo le duelen igual.—Lo siento—Sonaba como si ella también estuviera llorando—Solo necesitaba un poco de espacio—Se secó las lágrimas y me devolvió la sonrisa.—Está bien mamá, ¿qué es lo que te tiene tan molesta?Comencé el proceso de organizar la leche de Angela, estaba de espaldas mientras hablábamos como si llevara una vida haciendo esto, en verdad era interesante.—Estoy tan preocupada por Addie y estoy preocupada por ti y—ella pausa poco después en seco—Lucas, y la bebé&mdas
120. Se despertó
ADDIEMe puse de pie por el miedo poco después de levantarme con el pecho respirando como si le faltara el aire y sentí un dolor agudo que salía de mi abdomen izquierdo, poco después también sentí como se iba a mi derecho, dios dolía como el infierno. Miré a ambos lados de la sala desesperada.Llegó rápido y fuerte, lo suficiente como para hacerme tensar y agarrar mi costado. —Ow—grité más fuerte que lo intencionado por lo seca que estaba mi garganta, al notar el pequeña aguja pegada al dorso de mi mano.Lentamente desvié mi mirada hacia el goteo adherido, seguí hacia arriba hasta que también noté que la máquina emitía un pitido a mi lado. Así que de ahí vino ese pitido.Mi cabeza, confundida o no, se volvió un poco más clara sobre mi alrededores. Estaba en un hospital. Pero todavía no podía entender por qué me sentía tan perdido y solo. ¿Qué me faltaba? Qué me ha pasado?Sabía que podía presionar el gran botón redondo detrás de mí, alertar a alguien que estaba despierta, y simp
121. Desesperación
—Entonces, por favor explícame cómo funciona esto. ¿Volverá su memoria? ¿Ella estará así para siempre? No lo entiendo— Me pasé la mano por el cabello mientras estaba sentado en una reunión de la junta médica con el médico y otro profesional. Al parecer, era un experto en el cerebro. La idea de que su memoria no regresara me estaba enfermando. Fue tamboén agonizante verla sufrir. Ella dice que puede sentir algo cuando está cerca de Ángel y de mí, sabe que somos importantes para ella, pero no sabe cómo. Ella también ha llorado más que nunca, desde que se despertó arriba. No puedo soportar verla sufrir.—Señor Damián , entendemos lo estresante que esto es para usted y deseamos que estuvieramos hablando o dando mejores noticias. Pero en este momento debemos centrarnos en cómo podemos mejorar las posibilidades de que su memoria regrese. Por ejemplo, llevándola al primer lugar que conocieron o si hay un lugar especial que ambos tengan.— apeló el doctor.Asentí. Imaginé llevándola a la o