Al oír eso, Deidre apretó los puños con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en su carne. Nunca lo olvidaría, por supuesto. Nunca olvidaría lo despiadado que era este hombre ni que la había hecho pasar un año en agonía.

El cuerpo de Deirdre estaba temblando, pero se calmó lo suficiente como para abrir los ojos una vez más. Al bajar sus ojos vidriosos, hizo un comentario burlón. "¿Por qué malgastarías tu aliento aquí si puedes enviarme allá de nuevo? Creo que la vida no te fue tan bien después de que Brendan me hiciera declararme culpable. ¿Estoy en lo correcto?".

El rostro de Charlene palideció. Deirdre tenía razón. Había dado por sentado que la relación entre ella y Brendan crecería después de que Deirdre fuera encarcelada, al punto de que se casarían y tendrían hijos.

Sin embargo, Brendan se había vuelto más distante de repente. Aunque nunca lo había declarado abiertamente, Charlene sabía que Brendan la culpaba por el atropello y fuga. Además, también la culpaba por haber encar