"La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea." -Alberto Moravia
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—¡Por fin, ya era hora que salieras del baño! —Mencionó Sandy mientras me entregaba las comandas.
La verdad era que había pasado casi media hora acomodando la falda blanca para que no se subiera mucho de la parte trasera, así como la blusa rosada que al abotonarse al nivel del busto tendía a sobresaltar como si fuera a abrirse.
Era sumamente frustrante lidiar con un cuerpo que había sido suficientemente modificado por la naturaleza durante mi adolescencia. Cualquiera podría sentirse bendecida por ello, en cambio yo solo deseaba ser lo más similar a una tabla, al menos no tendría que preocuparme por las miraditas que a veces me dirigían.
Acomodé mi vestimenta lo mejor que pude sin conseguir un gran cambio. Bufé al verme al espejo mientras salía del tocador.
Tomé el mandil que se en
"Muchas gracias, también te deseo excelente fin de semana. Nos escuchamos o escribimos más tarde."–Julieta. Un mensaje más de Mariel me sorprendió. Habíamos estado saliendo demasiado estas semanas, al parecer ni ella ni Bruno dejarían que una posible depresión me hiciera cometer tonterías o alguna estupidez e increíblemente se los agradecía porque me conocían bien. "Danaeli volvió de su intercambio y me sorprendió verla tan cambiada y feliz, pero sé que algo falta así que ¿Qué te parece que hoy haya una noche de chicas? Creo que lo necesitamos, necesitan perdonarse por todo lo que sucedió antes. Éramos mejores amigas ¿recuerdas? El trío atómico, sé que lo somos también con Bruno, pero jamás será lo mismo. Te espero en mi casa hoy, por favor."–Mariel. "Sabes que yo nunca quise... ella también era mi mejor amiga y sé que debo resolver la situación, solo espero que esta vez me acepte la disculpa
—No sé tú, Mari, pero yo quiero saber por qué Tani se sonrojó cuando escuchó el teléfono y más con la canción deTouch it. Demasiadas preguntas y mi cerebro intentando carburar la posible excusa que daría. En algún momento imaginé a mi cerebro buscando, buscando y trabándose por buscar información que sonara congruente. —¡Vamos, no te diremos nada! Al contrario, creo que nos alegra que estés dándote una oportunidad. Dana resultaba ser siempre la más insistente en todo el planeta y si quería, ella misma tomaría una laptop y me descubriría. —Bueno, está bien, si les cuento prometen que no le dirán a nadie, porque este es el primer código amarillo que utilizaré en mi vida. Dana elevó la ceja izquierda al escucharme y puso su cara de pervertida, Mariel solo me sonrió curiosa por saber. El código amarillo significaba que lo que se decía en la habitación ahí se quedaba, excepto si la vida o integridad de alguna corría peligro,
"Cuando dos locuras se encuentran, la vida sonríe."–Danns Vega. ° ° ° "Espero hayas pensado en mí toda la noche y no lo digo por el maravilloso sexo telefónico que tuvimos por la madrugada, sino porque tus gemidos me hicieron ver que exploraste tu cuerpo de una mejor manera. Eso me es reconfortante ¿sabes? Yo disfruté imaginándote en tantas posiciones que, sinceramente, no he experimentado. Ten una linda mañana y nos leemos más tarde."–Sade. Un nuevo mensaje llegó mientras iniciaba mi jornada laboral y puso mi ser completo a temblar. Coloqué los adornos sobre la barra pausando mis actividades momentáneamente. Me recargué por un minuto sobre ella imaginando su voz diciendo las palabras plasmadas en la pantalla. Una pequeña risa salió de mi boca, mordí mi labio inferior recordando lo que había pasado horas antes y todo gracias a que mi hermana no durmió en casa. No
"Existen deseos inconfesables, excitantes y jodidamente eróticos. Tú, por ejemplo."–David Sant. ° ° ° Una vez en casa no dejé de ver aquel papel, el mismo que no me decidí a meter en los papeles que debería revisar Sandy para llevar las cuentas. —Aitana, una pregunta—, como si la hubiese llamado con el pensamiento, mi hermana entró en mi habitación con computadora en mano—. Creo que hace falta una comanda, no me cuadran las cuentas del día. Se sentó en la cama a un lado de mí y yo solo hondeé ese papelito amarillo. —¿Por qué no lo pusiste? —Porque me da pena que nuestro papá vea esto—. Respondí. No tardó mucho en entender y reír al igual que Dana lo había hecho durante la tarde, incluso bromeó al respecto y yo solo me sentía rara. —Mi padre es tan inocente que sabes bien no lo entendería; ahora que si lo quieres conservar como recuerdo, pues no me opongo. Vi de nu
—¿Qué dicen si hoy vamos a buscar nuestros atuendos para la noche y comprar lo que haga falta? —Preguntó Mariel. Ella, Danae y yo desayunábamos en una de las mesas de la cafetería. Arione había preparado algunos emparedados para todas y un delicioso licuado de fresa con chocolate. Ya habían pasado los dos días de plazo y no podía con mis nervios. —Pero tengo que trabajar y no puedo desatender el lugar—. Y mi consciencia no me dejaría tranquila. «¿A quién quieres engañar? No podrías con la desesperación de saber lo que te depara como sorpresa» —Dijiste que hoy volvían las otras dos chicas de sus vacaciones, podrías dejarlas encargadas y regresar después—. Mencionó Danaeli. —Quizás podría, pero por la tarde ¿les parece? Lo vemos en la tarde y vamos a casa de Mariel a arreglarnos. »Creo que saliendo a las cinco de aquí alcanzamos algún lugar abierto para comprar lo necesario ¿cierto? —Bueno, no podemos negarnos a
"Un orgasmo es el abrazo de dos almas que sonríen de placer."–Danns Vega. ° ° ° Marqués de Sade Pocas veces la belleza femenina me resulta aturdidora y esta era una de esas escasas ocasiones. La castaña seguía hablando acerca de los postres, recomendaciones de casa, las bebidas que le resultaban deliciosas al paladar y un sinfín de cosas que se volvían banales. Me encantaba ver sus piernas, la verdad, el trasero bien torneado e incluso el busto bastante delicioso que se asomaba en su escote pronunciado. Era, también, una de esas noches que preferiría seguir leyendo un buen libro en la oscuridad de mi habitación o entablar una plática con alguna mujer del chat al que últimamente había estado entrando por las noches después de una deliciosa sesión de sexo por teléfono con aquella chica; pero aquí estaba, esperando por algo que en reiteradas ocasiones vislumbré como una completa locura, como la m
"No huyas de mí, dulce ángel, estar en mi infierno no es malo. Deja el miedo y anímate a arder." -Manuel Ignacio.° ° °Asher—Deberías saber, Julietita, que eso es de mala educación.La empujé contra el sillón para quedar sobre ella causando su diversión.—El lobo siempre sí es feroz ¿Eh? Yo pensaba que era un lindo perrito inofensivo.Fruncí los labios, entrecerré los ojos y negué con la cabeza.—No debiste decir eso, conejita.Tomé su cabello para tirar levemente de él y tener su cuello más libre para lamerlo y morderlo un poco como deseaba hacerlo desde que le susurré en la fiesta.—Espera, espera, sin dejar marcas que puedan verse ¿De acuerdo? —Mencionó espantada, pero con un ligero tono extasiado.
No tardó en comenzar a mover las manos bajando desde la boca hasta la división entre sus senos, luego giró para recargarse en la ventana que daba hacia el balcón y continuar moviendo la cintura. —Imagina que me doy una nalgada—. Mencionó. —No, esto no funciona así, sabes bien que ya me consolé mucho con la imaginación así que en esta ocasión no lo imaginaré porque yo mismo te ayudaré con eso. Me levanté de inmediato para darle una nalgada que pusiera roja la nalga derecha. No me volví a recostar, me quedé sentado en la orilla de la cama solo admirándola. Se acercó más a mí hasta poder sentarse en mis piernas y pasar mi cabeza por sus brazos sosteniéndose de ella para continuar bailando. —¿Sigues creyendo que fue mala idea el atarte? —Pregunté. No respondió, continuó bailando y restregando su trasero contra mi pene que poco a poco se ponía más erecto, hasta que no me pude resistir y la tomé de la cintura para pegarla más a mí, que sinti