Por la expresión en el rostro del lobo, Lara supo que su aspecto obtenía un sobresaliente. Había escuchado levemente la conversación entre Lucer y Mathew sobre lo que se opinaba de ella y eso la había cabreado al punto de estar irritada por varios días. La opinión que todos tenían de ella incluso fuera de la manada era que era una mujer que cedía ante cualquiera y que su fidelidad era historia.Lara siempre había considerado de la fidelidad era la base de una relación estable y que nunca atentaría contra ella y esperaba que su pareja de igual pensara manera. Así que en esa fiesta dejaría bien en claro dos cosas, primero que no se podía jugar con su persona y segundo dejarlos con la boca callada de comentarios inservibles. Relajando los hombros se acercó a Byron y se sintió divertida.-Oye ¿me veo bien?- sonrió poniendo las manos en su cintura.Byron no le respondió. Se llevó la mano al rostro cubriendo el enorme sonrojo que comenzaba a cubrir su rostro. De cerca Lara se veía mucho más
Lara tuvo que reconocer que su marido tenía la misma habilidad de Dyna, o mejor para recomponer el desastre que había provocado. Su ropa ya estaba en el lugar correspondiente, mientras su rostro ya estaba totalmente limpio. Había sentido la calidez de los dedos de Mathew sobre sus labios ahora hinchados y anheló un poco más. Y lo más importante de todo era que no le había desagradado para nada.En esos momentos su marido se encontraba arrodillado detrás de ella peinando el desastre cabello entrelazando sus dedos entre las oscuras hebras. El masaje era reconfortador, pero solo provocaba que le diera más sueño del que ya tenía, así que en cuanto sintió que el lobo terminaba de peinarla dejó caer su cabeza hacia atrás sin poder avisar. Sus ojos se cerraron y por no sabía por qué vez en el día se quedaba dormida, eso le ocasionaría problemas más adelante, lo sabía.Mathew había dado órdenes de que comenzara el viaje por lo que acomodó a su compañera contra su pecho mientras él se recostab
Lara se apartó del hombro de su marido y enderezó la espalda recomponiéndose. Aunque por dentro rezaba que sus fuerzas fuera suficientes para no hacer el ridículo. Sintió el calor de la palma del alfa que le tomó la mano y no supo por qué, pero sus inseguridades se esfumaron. Miró a Mathew y asintió con la cabeza dándole a entender que ya podían avanzar.Su marido soltó entonces su mano lentamente y caminó a su lado interior de la sala. Todas las miradas sin excepción de ninguna estaban fijas en ellos. Sobre todo, en el vientre que portaba la mujer que, aunque no era muy notable, la ropa lo enmarcaba. Algunos tenían intenciones de murmurar, pero con Mathew allí no era una alternativa, las feromonas de él creaban una barrera entre los dos bastante densa era hasta intimidante. Además, era una falta de respeto hablar a espaldas de uno de los alfas de las más grandes manadas.-¿Oye, siempre es así?- Lara le comentó con disimulo- No quiero imaginarme cosas pero me hacen sentir como un fenó
Lara se había percatado que su marido se había ido hacía mucho y se demoraba en volver. Lo que le habían servido casi se había acabado y comenzaba a aburrirse. Quería volver lo antes posible. Definitivamente, la vida y el protocolo de estos lobos de alta alcurnia como diría ella no iban acorde con sus gustos.Levantó la cabeza y lo buscó entre los invitados solo para encontrarlo conversando con dos individuos. Frunció el ceño. Una sensación incómoda la recorrió. Había un hombre, elegante, con unos cuantos años y que mantenía una enorme sonrisa en su rostro con ese no había problemas. A su lado había una chica, una loba por lo visto, parecía joven, casi de la misma edad de su cuerpo actual.-Oye- llamó al sirviente que cambiaba la bebida en su mesa- ¿Ella? ¿Quién es?-El sirviente miró a donde Lara le indicaba con un movimiento de la cabeza e hizo una reverencia hablando en voz baja.-Ella, mi alfa es Mina, es la tercera en la línea de sucesión de la manada Solar, hija de Duller y la e
Una vez terminado en sofocante banquete ambos se retiraron de vuelta a su habitación. Los hermanos los siguieron una vez doblaron la esquina y se preguntaron por qué el rostro agrio de Lara que caminaba tres pasos por delante de Mathew. Parecía que estuvieran discutiendo, otra vez. ¿Por qué cada vez que los dejaban solos por unos minutos la situación entre ellos daba un giro total?-No te acerques a ella- la oyeron decir.-Ella fue mi ex prometida por arreglo de nuestros padres, no hay nada entre nosotros--Si no hay nada entre ustedes por qué precisamente ella tiene que ir a quedarse a la manada, eso no es bien visto cuando ya estás enlazado- había leído bastantes libros como para saber que una loba soltera no podía quedarse, así como así en un lugar como la manada con el que había sido su prometido, aun si este estaba enlazado, incluso en una novela habían comentado como el alfa había roto el enlace causando la muerte de su luna. Ella no tenía ninguna intención de morir- Mi instint
-Lara- Mathew la llamó – ¿De dónde sacaste el conejo?- tenía curiosidad pero en vez de recibir respuesta esta alzó la barbilla y le dio la espalda caminando de vuelta hacia la cama.-Estaba en la puerta cuando Dyna la abrió- Lara se sentó nuevamente en la cama acariciando su bola de pelo –Se llamará Motica- ya le había puesto nombre, si su marido quería traer a una mujer a su manada sin pedirle su opinión, entonces ella no tenía que pedirle permiso para hacer lo mismo con su nueva mascota.Mathew solo resopló derrotado, sabía lo que corría por la mente de su esposa. Tampoco era tan difícil no darse cuenta por la expresión que ella tenía en su rostro y como sus ojos brillaban. Le estaba guardando rencor.-Dyna prepara las cosas, partiremos dentro de dos horas- sentenció el alfa antes de que la loba partiera a informar a los demás y encontrar a su hermano.Mathew se acercó a la cama y se sentó al lado de Lara alzando la mano y tocando la peluda cabecita.-No lo toques- Lara hizo un puch
Lara no pudo evitar quedarse profundamente dormida el resto del viaje a pesar de que quería estar pendiente de todos los movimientos de la otra loba intrusa, pero había cierto personaje en su panza que no ayudaba con la situación y la mantenía agotada. Ni siquiera abrió los ojos cuando Mathew la llamó casi a medianoche para un bocadillo pues faltaban horas para llegar a la manada. Solo se acurrucó más hacia él y continuó con su sueño intentando recuperar sus energías.Tampoco lo hizo cuando el carruaje se detuvo por fin, apenas a dos horas de que amaneciera y comenzaron las voces a su alrededor, ni cuando el alfa la sacó cargada, la llevó hacia la habitación, le quitó las cargadas prendas sobre su ropa y la tapó con la gruesa colcha. Nada hizo que Lara recobrara el sentido y de cierta forma Mathew se preocupó, pero Byron y el médico, después de comprobarla, solo habían dictado que el estrés y el viaje la habían agotado demasiado.Eso al menos hizo que el alfa respirara aliviado, pero
A Lara apenas le dio tiempo a ponerse de pie, correr hacia afuera y soltar todo el contenido de su estómago en el jardín hasta, con violentas arcadas que le hicieron salir las lágrimas. Las dos lobas se acercaron a ella preocupadas y se arrodillaron a su lado, pero se tuvieron que apartar al recibir una mirada asesina de la bruja que limpiaba su boca con el dorso de la mano. Las criadas pudieron jurar que vieron destellos dorados alrededor de ella y que la presión las empujaba haciéndolas temblar.Lara se levantó inestable y caminó rápido hacia la cocina, casi corría. Los sirvientes que cocinaban se impresionaron al percatarse de su presencia y su estado.-¿A qué se le debe su visita?- uno de los cocineros le preguntó con una reverencia –La señorita Dyna se encuentra en el cuarto del té para que el aroma de su bebida no se mezcle con el de la comida- decía con una sonrisa pero esta se desvaneció al verla buscar desorbitado por la estancia de la cocina -¿Ocurre algo?--¿Dónde está mi c