Mathew sonrió ligeramente y acomodó el cuerpo de su esposa sobre él mientras se soltaba de su agarre y llevaba sus manos a sus brazos. Desplazó sus manos de arriba abajo. Los músculos allí estaban realmente tensos y tuvo que utilizar un poco de fuerza para relajarlos.Después prosiguió con los costados de su cintura y su pecho. Palpaba la nueva grasa que se había acumulado en esa zona, aunque le gustó. El cuerpo sumamente delgado que podía sentir hasta las costillas de su esposa era algo que, aunque no dejaba de ser hermoso no era precisamente de su gusto.Lara hacía sonidos de satisfacción con la garganta ante la relajación a la que su cuerpo se estaba rindiendo. Ni siquiera se inmutó cuando las manos de su marido llegaron a su cadera apartando la túnica por completo dejándola totalmente desnuda. Gruñó muy suave ante la pulsada de dolor ante el agarre, pero rápidamente se difuminó al sentir las feromonas del lobo que la estaban mareando casi como si estuviera borracha. Los dedos sigu
Lara sintió como todo el oxígeno de la sala de estudio se iba consumiendo mientras aquel lobo entraba con su figura imponente. Incluso pudo sentir como las feromonas invadían cada pedazo de la estancia haciendo que ella se estremeciera. Era igual de alto de Mathew pero tenía algunos kilos de más de músculos. Se notaba que era un lobo más adulto que su esposo y con más experiencia.-Y a qué se debe su razón para verme- la bruja se levantó haciéndole seña a Dyna para que no se apartara de su lado. No mostró miedo contra él, eso podía ser su perdición. Además, si había enfrentado a uno de ellos y salido ilesa, podía hacerlo de nuevo ¿verdad? Esperaba que sí, aunque su instinto, al que siempre le hacía caso le decía que esta situación no sería tan fácil con la que lidiar.-Pues me gustaría hablar con usted, si no es molestia- Lucer recargó su peso en una de sus piernas pareciendo relajado, nada más lejos de la realidad.Lara alzó una ceja manteniendo un rostro serio y neutral. Su espalda
Lara sintió un dolor en su cadera que se extendió rápidamente por todo su cuerpo. Tuvo que caminar por el cuarto para ver si al menos el calambre se detuviera, pero el efecto fue el contrario. Jadeó y se tuvo que sostener en el borde de la mesa cuando pequeñas gotas de sudor adornaron su frente.Pero no era el dolor provocado por su cachorro, aun no era tiempo aun si se adelantaba, además no se parecía a las crisis anteriores. El problema ahora era que estaba terriblemente excitada y con su interior latiendo tan fuerte al punto de volverlo loco. La humedad corría por sus muslos de forma incómoda y espesa. Incluso si era virgen se comería al primer hombre que se le pasara por delante, le abriría las piernas y dejaría que la follara tan fuerte que no le permitiera pensar. Que la hiciera sentir tan llena y complacida. Rápidamente por entre sus piernas un líquido caliente comenzaba a caer en el suelo y ella solo pudo jadear lastimeramente.Apretó sus puños. Qué demonios le estaba pasando.
Mathew podía jurar que su rostro había cambiado color ante la furia que lo consumió. Incluso pudo ver como Byron retrocedía para no ser afectado por las olas de feromonas que comenzaba a rodearlo. Tuvo que cerrar los ojos y respirar profundo. ¿Quién demonios se atrevía a atacar a la ñina del alfa de una manada y además estando esperando el cachorro de este? Solo había alguien que era capaz. Apretó tanto los puños que sus nudillos se volvieron blancos y podía sentir sus palmas húmedas.-Mi alfa. Si me permite revisar bien a la Luna Lara puedo encontrar cual fue la droga e intentar buscar un antídoto. Aunque debo decir que por su estado es una droga de tipo afrodisiaca en concentraciones muy altas. Las personas que consumen este tipo de productos, hasta que no tenga relaciones sexuales varias veces no disminuirán los efectos--¿Y si no la toco?-Byron tragó en seco.-Por eso debo buscar el antídoto lo antes posible. Si la droga no desaparece de su cuerpo puede afectar su sistema nervios
Lara regresó a su cuarto, en la noche, y se dio cuenta que había algo extraño, muy extraño. La cama, aunque no muy cómoda, pero útil había desaparecido. Parpadeó varias veces para verificar que su espacio persona no había sido profanado, pero no era así. Chasqueó los dientes.-Maldito Mathew- dio media vuelta y salió caminando casi tumbando a Dyna que iba detrás de ella.-Luna Lara, Luna Lara- la loba la siguió una vez recuperó el equilibro pero Lara no se detuvo hasta que llegó al cuarto de su marido abriendo la puerta de un tirón y avanzando hasta el borde de la cama.-¿Dónde está mi cama?- puso las manos en la cintura, molesta.-No sé- respondió el lobo que seguía leyendo tranquilamente ocultando que era la mente maestra.-Marido mío, sé que esto es obra tuya, devuélveme mi cama. Acaso no piensas en el bienestar de tu cachorro-Mathew cerró el libro sobre su regazo y levantó la clara mirada. Lara sintió como su corazón comenzaba a latir rápidamente y un sonrojo se proyectaba en sus
Por la expresión en el rostro del lobo, Lara supo que su aspecto obtenía un sobresaliente. Había escuchado levemente la conversación entre Lucer y Mathew sobre lo que se opinaba de ella y eso la había cabreado al punto de estar irritada por varios días. La opinión que todos tenían de ella incluso fuera de la manada era que era una mujer que cedía ante cualquiera y que su fidelidad era historia.Lara siempre había considerado de la fidelidad era la base de una relación estable y que nunca atentaría contra ella y esperaba que su pareja de igual pensara manera. Así que en esa fiesta dejaría bien en claro dos cosas, primero que no se podía jugar con su persona y segundo dejarlos con la boca callada de comentarios inservibles. Relajando los hombros se acercó a Byron y se sintió divertida.-Oye ¿me veo bien?- sonrió poniendo las manos en su cintura.Byron no le respondió. Se llevó la mano al rostro cubriendo el enorme sonrojo que comenzaba a cubrir su rostro. De cerca Lara se veía mucho más
Lara tuvo que reconocer que su marido tenía la misma habilidad de Dyna, o mejor para recomponer el desastre que había provocado. Su ropa ya estaba en el lugar correspondiente, mientras su rostro ya estaba totalmente limpio. Había sentido la calidez de los dedos de Mathew sobre sus labios ahora hinchados y anheló un poco más. Y lo más importante de todo era que no le había desagradado para nada.En esos momentos su marido se encontraba arrodillado detrás de ella peinando el desastre cabello entrelazando sus dedos entre las oscuras hebras. El masaje era reconfortador, pero solo provocaba que le diera más sueño del que ya tenía, así que en cuanto sintió que el lobo terminaba de peinarla dejó caer su cabeza hacia atrás sin poder avisar. Sus ojos se cerraron y por no sabía por qué vez en el día se quedaba dormida, eso le ocasionaría problemas más adelante, lo sabía.Mathew había dado órdenes de que comenzara el viaje por lo que acomodó a su compañera contra su pecho mientras él se recostab
Lara se apartó del hombro de su marido y enderezó la espalda recomponiéndose. Aunque por dentro rezaba que sus fuerzas fuera suficientes para no hacer el ridículo. Sintió el calor de la palma del alfa que le tomó la mano y no supo por qué, pero sus inseguridades se esfumaron. Miró a Mathew y asintió con la cabeza dándole a entender que ya podían avanzar.Su marido soltó entonces su mano lentamente y caminó a su lado interior de la sala. Todas las miradas sin excepción de ninguna estaban fijas en ellos. Sobre todo, en el vientre que portaba la mujer que, aunque no era muy notable, la ropa lo enmarcaba. Algunos tenían intenciones de murmurar, pero con Mathew allí no era una alternativa, las feromonas de él creaban una barrera entre los dos bastante densa era hasta intimidante. Además, era una falta de respeto hablar a espaldas de uno de los alfas de las más grandes manadas.-¿Oye, siempre es así?- Lara le comentó con disimulo- No quiero imaginarme cosas pero me hacen sentir como un fenó