Mathew llevó un bocado pequeño a su boca. Esa noche no tenía mucha hambre, pero estaba junto a su familia. Su padre esa noche había tenido tiempo para pasarla con ellos así que no debía ser descortés. A un lado del alfa, estaba su madre, una hermosa y delicada loba de la cual no debías dejarte llevar por su apariencia. De delicado solo tenía su aspecto. Solo alguien como ella podía soportar a su padre.Después estaba Mirian. La primera hija de Domec con su primera y fallecida esposa. Podían ser medios hermanos, pero ellos se llevaban bastante bien. Mirian lo había cuidado cuando sus padres no podían aun cuando solo se llevaban 4 años. Como segundo hijo estaba él. El primer retoñó de la pareja y del que se sentían orgullosos y por último su hermano menor. Selem, un pequeño cachorro de 9 años tan hermoso como su madre y de mejillas redonditas.No eran la familia perfecta, pero al menos si eran felices, en lo que el tiempo les permitía.-Tengo algo que anunciarles- Domec dejó su comida p
Una vez que Mathew cubrió su mano con una venda y un guardia vino a limpiar el desastre ella salió del estudio y se sentó en uno de los tantos jardines de la manada. Miró al cielo, ese día estaba un poco nublado. Era probable que lloviera.Se preguntó que estaría haciendo Byron en ese momento y se dio cuenta que era la primera vez que se hacía esa pregunta desde que habían llegado a la manada. Suspiró y se restregó los ojos ligeramente hinchados. No le gustaba sentirse así. Quería a Byron a su lado.De pronto un brazo pasó por encima de sus hombros y su cuerpo se estremeció. Intentó levantarse, pero el miembro era pesado y la mantuvo en su lugar.-¿Qué le ocurre a esta pequeña lobita perdida?- uno de los miembros de la manada del cual no se acordó el nombre se sentó junto a ella.Al momento Dyna se sintió incómoda sobre todo con la cercanía, no le gustaba para nada. A los únicos a los que le permitía que la tocaran eran Mathew, el doctor y su hermano, sobre todo el último.-Déjame- le
Byron huyó de su hermana por no sabía que vez. No podía enfrentarse a ella, no cuando su cuerpo estaba caliente y deseando devorarse a Dyna de arriba abajo. Deseaba besarle los labios, tenerla entre sus brazos y apretarla hasta que recordara una y otra vez la forma de su cuerpo.Se golpeó mentalmente. Debía eliminar esos pensamientos de su cabeza. Nunca pensó que a esa altura de su vida tuviera otra cosa que enfocarse que no fuera su entrenamiento y la salud de su hermana. Se detuvo de golpe.La salud de su hermana.Dyna lo estaba haciendo bien, pero eso no quitaba que estuviera delicada, sobre todo en las noches. No era tan grave como antes, pero aun así nunca se le quitaba la preocupación. Tuvo ganas de dar la vuelta y preguntarle si estaba durmiendo en las noches, si le dolía algo.Pero eso significaba encararla, y en su estado actual no era como que pudiera hacerlo. Siguió caminando rápido al único lugar donde sabía que podía despejar su mente. La cascada de la manada. La frialda
La boca de Byron se abrió. Todo estaba yendo por el camino equivocado. Eso no era lo que él quería oír. Si, necesitaba alejarse de ella, pero no por esas razones.-Espera Dyna- la llamó pero era demasiado tarde, la loba ya había dado media vuelta para irse cuando tropezó con una piedra un poco más sobresaliente y cayó de golpe en el agua, hundiéndose.-Dyna- el gritó de Byron retumbó. El agua era demasiado fría en ese lugar para el cuerpo y la condición delicada de su hermana.Corrió hasta ahí y se inclinó agarrándola de los hombros y limpiando el agua de su rostro para estrecharlo contra su pecho. Su hermana tosía por haberle entrado agua por la nariz y temblaba debido a la baja temperatura.-Maldición- Byron la estrechó contra él para que lo que le quedaba de calor más un poco de sus feromonas fueran pasando hacia su hermana para calentarlo. Sus brazos se envolvieron alrededor de la estrecha cintura y la apretó. No se dio cuenta cuando fue, pero se encontró aspirando la fragancia de
Mathew guardaba las últimas cosas que necesitaba para irse de viaje por una semana. Su padre le había encomendado una misión de reconocimiento y debía partir a la mañana siguiente. Pero no se esperó que su puerta fuera abierta y que un Byron entrara todo mojado y con un rostro de pánico. Este corrió hacia él y cayó de rodillas a punto de romper en llanto.Mathew dejó lo que tenía en mano y temió lo peor preparándose para llamar al doctor pensando que a Dyna le había ocurrido algo cuando Byron le jaló el borde de la camisa.-Señor, ayúdeme por favor. No sé qué hacer. Yo… yo… besé a mi hermana-Mathew solo pudo resoplar. Sabía que eso pasaría antes o después. Solo era cuestión de tiempo.Mathew se pasó la mano por el rostro y suspiró profundamente.-Byron- dijo suave- Ahora mismo tengo tremendas ganas de patearte. Tienes idea del susto que me has dado-El lobo dejó de llorar de golpe y lo miró pestañeando. Mathew se llenó de paciencia, calmándose después de saber que la situación no era
Dyna entró al estudio de Mathew, temprano en la mañana, para encontrarlo vacío. La duda se proyectó en su rostro algo cansado después de no dormir en toda la noche. Había buscado a su hermano hasta el cansancio después del suceso de la cascada sin resultado. Ni siquiera podía encontrarlo por su olor dado que su olfato se había deteriorado demasiado en el último mes.Era como si se hubiera esfumado o la estaba evitando de una forma magistral. Quería hablar con él, necesitaba hacerlo urgentemente y decirle que ella también lo quería.Si lo quería y no como familia. Era un sentimiento mucho más profundo que llevaba guardando muy dentro de ella. Había planificado dejarlo morir cuando ella lo hiciera, no era tan ingenia para no saber que como hermano el vínculo que los unía era más íntima, aún si no compartían sangre. Pero después del apasionado beso del que fue víctima, no podía quedarse de brazos cruzados.Al menos ahora sabía que era correspondida, y tendría remordimientos si abandonaba
Byron caminaba detrás de Mathew cubierto por una gruesa capa para tapar el cuerpo del espeso polvo de tierra de los alrededores. Solo después de entrar en una vieja taberna con las condiciones mínimas para recibir ese nombre se descubrió la cabeza y se secó la frente.-Realmente no entiendo este lugar- se dejó caer en la silla que crujió bajo su peso- Tiene una excelente posición, las condiciones del clima son pasables, vimos que hay minas y recursos en las tierras de las que se puede sacar una buena fortuna. No entiendo porque los que viven en este lugar son tan pobres-Mathew se acomodó frente a él y le pagó al mesero cuando les puso dos vasos con un líquido oscuro frente a ellos.-Es porque no tienen el conocimiento. Este lugar tiene las condiciones para levantar una manada y ser próspera, pero nadie tiene ni los recursos y la técnica para ello. Por eso mi padre me mandó hasta aquí. Desea que me independice--¿Se va a ir de su manada?- el menor casi escupe su bebida mientras el may
Pasaron dos días antes que Byron volviera a ver el rostro de su hermana. En todo ese tiempo había esperado como un lobo fiel delante de la puerta donde las ondas de feromonas mezcladas con el denso olor a la medicina se filtraban por debajo de esta. No tenía idea de que ocurría en su interior y por momentos pensaba que el doctor saldría y le diría que todo había sido en vano. Que su hermana no lo había logrado y que él se desmoronaría.Porque de algo estaba seguro, si Dyna moría, por mucho que le fuera fiel a Mathew, él no podría dejarla sola y la acompañaría. Aun después de la muerte.Fueron los días más largos de su vida. La vida de la pequeña loba colgaba de un hilo y él había sido un imbécil de haberla abandonado en el peor momento, solo por sus inseguridades.Cuando el doctor salió después de varios días se notaba cansado. No había descansado desde que llegó, pero había una sonrisa en su rostro.-Ya puedes entrar- le dijo y vio al lobo levantase y correr al interior casi con dese