Pasaron dos días antes que Byron volviera a ver el rostro de su hermana. En todo ese tiempo había esperado como un lobo fiel delante de la puerta donde las ondas de feromonas mezcladas con el denso olor a la medicina se filtraban por debajo de esta. No tenía idea de que ocurría en su interior y por momentos pensaba que el doctor saldría y le diría que todo había sido en vano. Que su hermana no lo había logrado y que él se desmoronaría.Porque de algo estaba seguro, si Dyna moría, por mucho que le fuera fiel a Mathew, él no podría dejarla sola y la acompañaría. Aun después de la muerte.Fueron los días más largos de su vida. La vida de la pequeña loba colgaba de un hilo y él había sido un imbécil de haberla abandonado en el peor momento, solo por sus inseguridades.Cuando el doctor salió después de varios días se notaba cansado. No había descansado desde que llegó, pero había una sonrisa en su rostro.-Ya puedes entrar- le dijo y vio al lobo levantase y correr al interior casi con dese
Tres años eran poco tiempo para muchos, pero para Mathew y Byron fueron muy pocos. Sobre todo, por todo lo que ocurrió solo en ese tiempo.A los seis meses de la partida de Dyna, Mathew también lo hizo junto a Byron y llevando a Mirian consigo para salvarla de un matrimonio arreglado e impuesto y un enlace donde ella solo sufriría.A los siete meses ya comenzaban a construir el primer edificio de la futura manada.A los 9 meses abrían la primera entrada a una de las minas.Al año ponían el cartel de la nueva manada y delimitaba los terrenos con su olor.Al año y dos meses entra el primer miembro como guardia.Al año y cuatro meses, la manada aumenta el número por la integración de los demás lobos de la zona.Al año y medio vino el primer macho a retar la nueva manada, con victoria de Mathew y haciendo su nombre más conocido de lo que era ya.Al año y ocho meses habían logrado que las áridas y pobres tierras alrededor de la manada diera su primera cosecha abundante y que estas atrajera
¿Una hembra? A él. Acaso Que no jodieran, solo había una loba en el mundo que sería capaz de ser tan insistente con su presencia, sobre todo después de la mala fama que tenía de rechazar de forma sumamente fría. Claro que ellos no lo sabían que solo esa loba lo podía poner a los pies de ella besándole los dedos con pasión. Solo un número muy resumido sabían que él tenía ya a alguien que estaba esperando con ansias para enlazarse.La emoción recorrió su cuerpo como una ola que casi no lo dejaban respirar y corría tan rápido que casi tumba a lo que se le atravesaran en su camino. No le importó. Dyna… Dyna… Dyna había vuelto.Se detuvo en la punta de la escalera que daba a la plazoleta de bienvenida de la manada del Norte. Allí, a unos metros de él había una figura, era alta, esbelta pero bien formada. La ropa se amarraba a una cintura que era delgada pero no esquelética. Sus manos que se venían cuando las largas mangas bailaban con el viento estaban callosas, pero no pedían su habitual
Mathew tomó un sorbo de té con una sonrisa menos boca que la que Byron tenía en su rostro, mientras escuchaba todo lo que Dyna tenía que contarle. Desde la llegada a aquel lugar donde estuvo durante tres años, desde el inicio de su tratamiento, hasta como había empezado a entrenar su cuerpo y transformación para hacerla aún más ágil. Ahora su cuerpo estaba cerca de lo fuerte que era el de su hermano, aunque no en fuerza, pero si en destreza.-Me alegra mucho que estés de nuevo con nosotros. Mandaré a preparar un cuarto para ti. La manada se está ampliando en estos momentos, pero siempre hay espacio, sobre todo para ustedes-Dyna negó e hizo una reverencia.-Joven Mathew me gustaría otra vez compartir habitación con mi hermano- Mathew no se extrañó esas palabras- He pasado tiempo desde que no nos vemos y realmente siempre dormía con él. Nunca me acostumbré a hacerlo sola. Solo permítame quedarme con él-Mathew bajó la taza y miró a Byron.-¿Eso es lo que quieres?-Byron asintió con fue
Y…se volvieron locos. Dyna abrió aún más sus piernas conteniendo la cadera de su hermano mientras él introducía el tercer dedo para terminar de dilatarla. Su cabeza bajó a lo largo de su cuello chupándolo, mordisqueándolo, este sería un desastre al día siguiente. La boca de Byron se cerró en torno a uno de los erectos pezones en su pecho relleno y lo chupó y mordió hasta dejarlo rojo e hinchado. La loba era un mar de temblores ante las estimulaciones, las feromonas que inundaban la habitación y más cuando las puntas de los dedos de su hermano comenzaron a apretar el botón irritado entre sus labios vaginales.Gritó.-Aquí eres muy sensible- Byron dijo complacido y siguió atacándola una y otra vez hasta que ella era un mar de temblores sin forma y la saliva corría fuera de su boca.-Hermano, por favor no- le rogaba.-Córrete para mi Dyna, quiero verte- Byron gimió solo de imaginarse la escena y esas palabras fueron el detonante.Ante la orden que le fue dada de forma excitante el cuerpo
Byron con más confianza acomodó las piernas de su hermana para que estuvieran aún más abiertas y fuera más cómodo. Posicionó la punta de su glande en la entrada y aunque al principio vaciló movió su cadera hacia adelante insertándolo suavemente. Las paredes, a pesar de estar dilatadas le costaron ceder prueba de que esa zona nunca había sido usada para eso. Que su hermano se hubiera mantenido virgen para él lo excitó aún más.-Byron- Dyna gimió conteniendo sus lágrimas ante el avance que abría su cuerpo sobre todo cuando la barrera natural paró el avance, pero él con un movimiento la rompió ganando un gemido de ella. Sentía como una vara caliente que no se detenía y que era entre dolorosa y a la vez insoportable en el buen sentido. Estaba tan excitada que el dolor apenas estaba presente.El mayor se detuvo a la mitad y acarició el vientre y la cintura de ella para relajarla.-¿Te duele?- le preguntó preocupado, aún faltaba una parte por introducir pero se detendría si la loba no podía
-Si más suave, ahora más lento, más duro, ah, no tan duro. Así, se siente bien-Afuera del carruaje todos escuchaban los leves gemidos con un ligero sonrojo que se había estacionado en sus rostros desde hacía un buen tiempo. Su Joven Luna Lara y su esposo estaban muy metidos en aquello que estuvieran haciendo y conociendo lo muy dedicada que era la primera a ciertas tareas que incluían el cuerpo como que ya tenían una idea de lo que estaban haciendo.Algunos, incluso, tenían que mantener un control muy estricto y mental sobre su parte inferior para que no despertara ante los sonidos sugerentes.-Nuestra Luna realmente no nos considera- uno de ellos lloriqueó cerca de que su límite fuera roto- Aquí uno solo y ella comiéndose sin escrúpulos al alfa--El alfa no tiene la culpa de ser tan guapo y además tener un cuerpo de infarto- otro de ellos le dijo.-Te recomiendo que la luna no te oiga, tiene pinta de ser muy celoso con el alfa. SI apenas le deja mirar para al lado--No creo que el a
Lara no habló. Había girado ligeramente su cuerpo para verlo mejor, pero no podía enfocarlo. Sus ojos se estaban llenando de lágrimas. La había tomado con la guardia baja. Se esperaba cualquier cosa menos eso.-¿Puedes repetir eso?- casi tartamudeó.Mathew se había asustado en primer momento pues no pensó que Lara llorara, pero la sonrisa que se estaba formándose en el rostro le indicó que iba por buen camino. Restregó el dorso de la mano de Lara contra su mejilla para después besarla.-Dije, que me quiero casar contigo, no con el cuerpo que tienes ahora, quiero casarme contigo, formalmente-Esta vez las lágrimas de Lara se derramaron por sus mejillas y soltó un sonoro sollozo antes de romper en llanto.-Marido mío, imbécil, no puedes decirme estas cosas así tan fácilmente- sollozó como si fuera una pequeña cachorra, su pecho se apretaba de felicidad- No eres nada romántico, donde está mi cena a la luz de las velas, y la petición arrodillado en el suelo, buaaaaa-Mathew no entendía a