-Si más suave, ahora más lento, más duro, ah, no tan duro. Así, se siente bien-Afuera del carruaje todos escuchaban los leves gemidos con un ligero sonrojo que se había estacionado en sus rostros desde hacía un buen tiempo. Su Joven Luna Lara y su esposo estaban muy metidos en aquello que estuvieran haciendo y conociendo lo muy dedicada que era la primera a ciertas tareas que incluían el cuerpo como que ya tenían una idea de lo que estaban haciendo.Algunos, incluso, tenían que mantener un control muy estricto y mental sobre su parte inferior para que no despertara ante los sonidos sugerentes.-Nuestra Luna realmente no nos considera- uno de ellos lloriqueó cerca de que su límite fuera roto- Aquí uno solo y ella comiéndose sin escrúpulos al alfa--El alfa no tiene la culpa de ser tan guapo y además tener un cuerpo de infarto- otro de ellos le dijo.-Te recomiendo que la luna no te oiga, tiene pinta de ser muy celoso con el alfa. SI apenas le deja mirar para al lado--No creo que el a
Lara no habló. Había girado ligeramente su cuerpo para verlo mejor, pero no podía enfocarlo. Sus ojos se estaban llenando de lágrimas. La había tomado con la guardia baja. Se esperaba cualquier cosa menos eso.-¿Puedes repetir eso?- casi tartamudeó.Mathew se había asustado en primer momento pues no pensó que Lara llorara, pero la sonrisa que se estaba formándose en el rostro le indicó que iba por buen camino. Restregó el dorso de la mano de Lara contra su mejilla para después besarla.-Dije, que me quiero casar contigo, no con el cuerpo que tienes ahora, quiero casarme contigo, formalmente-Esta vez las lágrimas de Lara se derramaron por sus mejillas y soltó un sonoro sollozo antes de romper en llanto.-Marido mío, imbécil, no puedes decirme estas cosas así tan fácilmente- sollozó como si fuera una pequeña cachorra, su pecho se apretaba de felicidad- No eres nada romántico, donde está mi cena a la luz de las velas, y la petición arrodillado en el suelo, buaaaaa-Mathew no entendía a
En cuanto el carruaje se detuvo Lara bajó de él con una enorme sonrisa y corrió torpemente como pudo en dirección a la menor de los hermanos.-Dyna, Dyna- se detuvo al costado de ella y jalaba de su manga pareciendo una cachorra chiquita- Mira, mira- sus ojos tenían un brillo inusual.Ante la insistencia de Lara, la loba le prestó atención.-¿Qué ocurre Luna La…- no pudo terminar la frase pues esta le puso la mano extendida casi delante de sus ojos. Al inicio no comprendió que quería decirle y su rostro lo mostró.-Mira Dyna, mi nuevo anillo- sacudía su mano de un lado hacia el otro casi no dejándolo ver que quería mostrarle.Byron fue el que agarró la mano para que su hermana no se mareara con tanto movimiento.-Estate quieta de una vez- le dijo pero pudo jurar que Lara casi daba saltitos de alegría.Ambos vieron en el dedo de su joven luna un delicado anillo de jade que hacía juego con la manilla de jade que contenía al familiar.-¿Eso…?- Dyna preguntó notando que Mathew se acercaba
-Nunca dije que subiríamos a pie- el alfa comenzó a retirarse la ropa para dársela a Byron a su lado para después transformarseLos ojos de Lara se iluminaron como siempre cuando el gran lobo de pelaje brillante apareció delante de ella. Realmente era impresionante, tanto por lo imponente como por lo hermoso. Mathew era de lejos, el lobo más sorprendente que había visto hasta el momento y eso que estaba ya saturada.-Marido mío, es increíble que te tenga como marido como tú. Se me ponen los pelos de punta- se acercó y acarició su pelaje espeso y suave a la vez.Mathew dobló el cuello y le lamió la mejilla con cariño para después hacerlo en su cuello, sobre la marca. Lara se estremeció ante él y sus mejillas se sonrojaron.-¿Todo estará bien allá arriba? Siento una presión viviendo de ese lugar.-No te preocupes. No pasará nada- su voz se oyó angustiada. Ella había estado más cautelosa después que lo que había ocurrido entre ellos. Lara se sintió mal por eso. Esa etapa de sus vidas er
Lara confiaba mucho en su instinto. Ese nuncaaaaaa le fallaba. Como esta vez que le decía que entrar era malo, pero no tan malo. Se estaba haciendo un gran lío ella solo. No quería entrar pues temía por la integridad de su cuerpo donde su cachorro crecía. Pero por otra parte estaba en la tumba del padre de su esposo. No era como si pudiera comportarse de forma vulgar o malcriada.Mathew quería presentarla a su padre, con razón la había traído a ese lugar y de paso darle un homenaje a sus padres fallecidos. Como podría decir que no quería entrar. Así que se mordió la lengua y simplemente se apretó más contra el cuerpo peludo de su esposo con fuerza.-¿Qué ocurre?- Mathew notó su incomodidad lamiendo su sien. Se tomó unos segundos para volver a hablar- Si deseas no tienes que hacer esto-Lara alzó la cabeza y negó enérgicamente.-Estoy bien. Solo que nunca había entrado a una tumba de este tipo. En mi tiempo pasado como que son un poco... más discretas- sonrió con timidez- Además estamo
No, no, no.Se levantó y dio vueltas en el lugar donde todo era tan blanco que dolía. No había nada más.-MARIDO MÍOOOOOO- gritó a todo pulmón reconociendo su antigua voz más masculina que la actual.No hubo respuesta y Lara temió lo peor. Y si todo lo que había vivido hasta el momento había sido una ilusión o un sueño y ahora estaba en un lugar desconocido. Sacudió la cabeza, no quería pensar en ellos.Cerró sus ojos y respiró. Entrar en pánico no ayudaría en nada. Las sensaciones del toque de su esposo eran tan vívidas que era imposible que hubieran sido simplemente un sueño. Sueño era más bien donde estaba. O al menos su alma, porque estaba consciente que era casi imposible que hubiera sobrevivido al golpe que le había dado el camión.-Espera Mathew, volveré a tu lado, déjame pensar un momento- murmuró mordiéndose el labio inferior--¿Cuál es el apuro?--AHHHH- la voz que oyó a su espalda le hizo sobresaltarse y miró por encima de su hombro con cautela.En el espacio vacío y blanco
Declarar a los cuatro vientos que su esposo era suyo, solamente suyo, era algo de lo que podía sentirse orgullosa. Claro que sí. No por gusto llevaba su mordida en el cuello declarándola su compañera de vida y los lobos eran monógamos así que… Lara se sentía plena con hacerlo y le sobraba el valor para no cuestionarse.Pero hacerlo delante de su suegro y que este se levantara dejando salir las garras en su mano como que no, no había sido tan buena idea después de todo.-Ave María Purísima que estás en los cielos- Lara se levantó y retrocedió dos pasos aumentando la distancia entre ella y el lobo mayor- Yo no creía en ti pero ahora creo menos, ni siquiera porque te pedí que cuidaras mi preciado culo. Acaso el hermoso de mi esposo no se merece más que eso-Las cejas de Domec se fruncieron ante aquellas palabras. Lara en cambio se puso alerta y manoteó a su alrededor para ver si tenía alguna arma, pero no, estaba simplemente con su ropa.-¿Dónde mierda hay una espada cuando se necesita?-
Entre Byron y Mathew ayudaron a Lara a levantarse, pero esta vez no volvieron a entrar, debido a que temían que la bruja volviera a colapsar por lo que hicieron una simulación del ritual en la puerta y quemaron incienso en nombre tanto de Domec como de los padres de Lara. Un peso de su alma se fue cuando pudo despedirse de ellos apropiadamente y Mathew la apoyó en todo momento cuando sus ojos volvieron a amenazar con humedecerse. Estaba demasiado emocional.Una vez concluido los rituales fúnebres Mathew acercó a Lara a él y volvió a subirla sobre su espalda y lentamente descendieron hasta la parte de abajo donde estaban el resto de los miembros y tres lobos más que no los habían acompañado durante el viaje. Por reflejo el alfa puso a Lara detrás de su espalda mientras los hermanos llegaban y se ponían uno a cada lado de él.-¿Qué quieren?- le preguntó al lobo que se había acercado a él. Mathew reconocía las ropas que llevaban. Era las que definían a aquellos lobos como parte de la gua