Entre Byron y Mathew ayudaron a Lara a levantarse, pero esta vez no volvieron a entrar, debido a que temían que la bruja volviera a colapsar por lo que hicieron una simulación del ritual en la puerta y quemaron incienso en nombre tanto de Domec como de los padres de Lara. Un peso de su alma se fue cuando pudo despedirse de ellos apropiadamente y Mathew la apoyó en todo momento cuando sus ojos volvieron a amenazar con humedecerse. Estaba demasiado emocional.Una vez concluido los rituales fúnebres Mathew acercó a Lara a él y volvió a subirla sobre su espalda y lentamente descendieron hasta la parte de abajo donde estaban el resto de los miembros y tres lobos más que no los habían acompañado durante el viaje. Por reflejo el alfa puso a Lara detrás de su espalda mientras los hermanos llegaban y se ponían uno a cada lado de él.-¿Qué quieren?- le preguntó al lobo que se había acercado a él. Mathew reconocía las ropas que llevaban. Era las que definían a aquellos lobos como parte de la gua
Dyna ayudó a la bruja a untarse el aceite medicinal sobre su piel después del baño antes de arroparla en la cama y pudiera descansar.-Desea que le traiga algo más- la loba se preguntó si esta sería una de las largas noches en vela de Lara y por lo visto si por lo libros que estaban a su lado.-Ya puedes irte a dormir, estaré bien- Lara le sonrió más la sonrisa no se extendió hacia sus ojos.Dyna estuvo renuente a irse preocupada pero después de recoger todo dio media vuelta y cerró la puerta. Lara suspiró y pasó sus manos por encima de su abultada barriga acariciándola sobre la tela.-Al menos no me siento tan sola contigo pateándome las costillas todo el día, cachorro bonito mío- bufó bajito -Cuando está tu padre eres mucho más tranquilo, te daré pau pau si te comportas así cuando nazcas y no me haces caso- su mirada era de cariño.Miró el bulto de libros y realmente no tenía ganas de leer esa noche. Todos esos libros ya se los sabía de memoria. No podía meditar pues temía que la ma
James sentía como una gruesa gota de sudor frío corría por su espalda mientras miraba el extraño rostro serio de su luna. Esa tarde había llegado a la manada con el cargamento ya listo para la producción directa de las tabletas de chocolate para encontrarse que su alegre o alocada señora estaba mortalmente seria.El rostro de Lara no estaba con su acostumbrada sonrisa o con sus comentarios sarcásticos u ocurrentes. En cambio, había una rigidez en sus músculos faciales más una vena que le palpitaba en la frente.El lobo miró a Dyna que les servía té y esta le asintió con la cabeza dándole a indicar que sí, su luna estaba de muy mal humor. Quizás debía cuidar su lengua cuando hablara. Conocía como era Lara pero de buen humor, pero molesta, como que era toda una proeza.-Entonces, estos son todos los datos finales de la última cosecha- hasta su voz se notaba desgastada.-Si mi luna y además le trajimos lo que nos pidió de las semillas de cacao para la producción destinada para el Festiva
Bueno, había que ver la parte positiva si es que había parte positiva. Su esposo no estaba en la manada por lo que no podían usarlo a ella de supuesta rehén para chantajearlo. Segundo, eran mayores en número. Tercero... ¿había un tercero?... difícil.Lara se estaba rompiendo el cráneo para poner la situación a su favor porque si no hacía algo rápido todos pensarían que ella era una traidora. Y por otra parte. ¿Cómo demonios ese tipo había entrado en la barrera? Eso era una mierda bien grande.-Marido mío, este es el mejor momento para aparecer- se contradijo. Si es se tipo era tan Fuerte, acaso alguno de ellos podría hacerle frente.Cerró los ojos un segundo para organizar sus pensamientos. Era alguien impulsiva, pero esta era una de esas situaciones que debía usar toda su inteligencia para salvar no solo a ella, sino todas las vidas a su alrededor y que dependían de sus respuestas.-Luna- Dyna delante de ella hacía todo lo posible para protegerla con su cuerpo. Lara estaba segura que
Lara sabía que sobre todas las cosas no debía desesperarse pues eso solo traería más problemas. Estaban en una situación tensa. Él embarazado, limitado ya adolorido. Su perro espiritual hacía todo lo que podía para protegerla tanto a ella como Dyna pero era como le había su esposo, eran familiares muy leales y útiles pero en cuanto a fuerza solo podían ser más fuertes solo si sus dueños lo eran. No era el caso.Y en el caso de Dyna, estaba muy preocupada. La lona estaba utilizando su energía para protegerla, pero se notaba que no era rival para Dorian. La energía de este lobo era como cuando Mathew liberó el poder de su espada. Sofocador y amenazante.-Lara- la voz de Dorian ya no era divertida, más bien era grave y mandó un estremecimiento por todo el cuerpo de Lara. Como si ese cuerpo reconociera la autoridad a la que le había tenido miedo por tanto miedo- No tengo tiempo para jugar contigo, acaba de venir acá-Apretó sus labios y enterró sus uñas en su muslo. No le mostraría debili
James se limpió el sudor de su rostro. Junto al resto de los guardias sudaba mientras defendían la manada de los invasores que de alguna forma no paraban de aparecer. Se alegraba que Dyna se hubiera llevado a su joven luna para ponerla a salvo. En su estado era muy peligroso que estuviera allí.La manada del Norte se había categorizado como una manada pacífica por lo que el número de integrantes, sobre todo de machos guerreros no era tan alta pues no tenían intención de atacar a las demás. Además, había que sumar que los machos que luchaban y defendían eran de los más fuertes y respetados. Su alfa, Mathew simplemente se dedicaba al entrenamiento las nuevas generaciones y de proteger y darles una mejor vida a los miembros que tenían y que vivían a los alrededores y a los nuevos que necesitaban estancia siempre y cuando respetasen las reglas. Esa era una de las razones por la que muchas terminaban huyendo allí.Una de sus características era la fuerza entre cada uno de sus miembros y es
Mathew había visto muchas cosas en su vida y esperaba muchas, estaba preparado para ello, solo que nunca se imaginó que aquella energía que los había atacado antes y que había anulado por un momento su poder viniese precisamente de la persona que pensaba que estaba en grave peligro.Su rostro podía ser serio y frío pero un pudo evitar mostrar una expresión de total asombro y a la vez preocupación con el ceño gravemente fruncido. Y eso que rodeaba a su pareja era lo más impactante.Era un lobo... aunque no uno cualquiera.Era idéntico al suyo, pero su aura tenía una coloración dorada. Le resultó familiar pero no supo de dónde.¿Qué demonios?Además, lo que más le incomodaba era el círculo que casi se había terminado de desvanecer. El agresor se había escapado. Pero ahora no podía perseguirlo dado que tenía asuntos mucho más importantes que atender.-LARA- la llamó con algo de angustia en su voz. Parecía que estaba bien, pero la sangre de su boca, el aura que la envolvía y ...y¿el cuer
Mathew supo que su idea había funcionado cuando abrió los ojos y se encontró dentro de un lugar cubierto solamente de neblina grisácea, nada más. Así que ese era el subconsciente de Lara y en ese momento estaba completamente vacío. Con razón no podía llegar a ella.Pero debía tener cuidado. Había usado el enlace y su fuerza interna para entrar en su mente, un método que tenía muchos riesgos y lo había aprendido de las malas cuando su padre se lo había enseñado. Porque si había algo que tenía trampas ocultas ese era la mente de alguien y más cuando no era de la misma raza. Y se imaginó que alguien como Lara las tendría y en grandes cantidades, después de todo era alguien difícil de predecir.Avanzó con cuidado. Si la conciencia estaba tan vacía como en ese momento, debía haber algo que la estimulara. Debía buscar con cuidado, eso quizás fuera lo definitivo para hacer volver a Lara. Caminó por un largo rato sin hallar nada. Agradecía que al menos el tiempo allá adentro no significara lo