Lara dejó que Dyna la ayudara tanto a bañarse como a vestirse. Con su barriga algunas tareas ya le eran más complicadas que antes y más cuando sumaba que para esa altura del día, que apenas si era mediodía ya se encontraba cansada.La loba puso una pieza tras otra. Su traje era completamente de seda blanca brocada. Incluso los bordados eran de hilos de plata. Se conformaba de tres capas de vestidos, uno interior algo gruesa, otro que lo cubría completamente con su cuerpo y era larga, con los adornos bordados en el los bordes y un cinturón con demasiados detalles, puesto estratégicamente sobre su panza. Y la tercera era casi transparente y se ondeaba hermosamente con inmensas mangas.-Este traje es lo más ridículo que he visto en mi vida- soltó Lara con sarcasmo- Mira esto- alzó sus brazos con las mangas casi llegando al suelo- Parezco cualquier cosa menos una persona jeje. Me veo linda-Dyna no pudo evitar sonreír ante el comentario de su luna.-Se ve realmente linda, luna Lara- la mo
12 años atrás-ATRÁPENLO--QUE NO ESCAPE--IMBÉCILES, SI PUDIERAN ATRAPARME NO LES HUBIERA ROBADO EN PRIMER LUGAR- la risa del cachorro de 13 años retumbó en las calles junto con sus pasos rápidos tropezando con aquellos lobos que se metían en el medio.Corría rápido y en cuestiones de minutos pudo deshacerse del grupo de machos escondiéndose dentro de un puesto de fruta. La loba que despachaba lo miró curiosa y al ver su aspecto en vez de espantarlo, le sonrió.-¿Tienes hambre?- su expresión era gentil.El cachorro no solía confiar en muchas personas, más bien solo confiaba en un solo individuo por lo que retrocedió un poco. Al notar su reacción la loba agarró dos manzanas de su puesto y se las ofreció.-Toma, no seas tímido- se arrodilló frente a él que estaba hecho una bola en una esquina. Sus manos parecían resguardar algo en su pecho.El cachorro la miró de arriba abajo y agarró la fruta y le dio un asentimiento con la cabeza.-Gracias- y salió corriendo.La loba se quedó allí vi
Byron necesitaba medicina y urgente. La condición de su hermana cada vez era peor y ya comenzaba a desesperarse. Haría cualquier cosa, lo que fuera por tal de poder curarla o al menos que su salud fuera mejor. Incluso si tenía que vender cualquier parte de su cuerpo. Dyna era lo más importante para él, por encima de su propia vida.Esa tarde había terminado de trabajar y con las monedas que le habían dado apenas le alcanzó para comprar un bollo de carne que tenía guardado dentro de su ropa para su hermana. El trabajo estaba complicado, sobre todo en aquella parte de la manada. La manada era demasiado grande y el alfa no podía encargarse de todo, ni de todo.Había escuchado que el actual alfa estaba mejorando la situación por zonas. Y sí era evidente, la calidad de vida de algunos miembros había mejorado, pero no la de todos. Como en toda sociedad siempre estaba los ricos, los pobres y los muy pobres. Y a unos cachorros como él y su hermana no había muchos que le interesara cuidar.Per
Y así llegó la mañana. Byron no había podido dormir apenas y su rostro era un desastre. Escuchó como la puerta se abrió y el mismo lobo que lo había golpeado la noche anterior había vuelto.-¿Estás preparado para una segunda ronda?- se traqueó los dedos con una sonrisa- Los cachorros malos tienen que conocer su lugar y yo orgullosamente estoy dispuesto a enseñárselo-Byron apretó los dientes y miró al lobo con rabia contenida en sus ojos. Y otra vez llegó un nuevo golpe en su estómago al ser levantado por su sucio cabello. Después fue tirado hacia el patio trasero cayendo con un sonido sordo. Se sintió sumamente mareado. Su cabeza latía dolorosamente al igual que el resto de su cuerpo.El lobo se acercó hacia él carcajeándose. Aquello ya no era un castigo. Era una tortura y el tipo lo estaba disfrutando. Byron apretó los dedos en sus manos con impotencia total. El lobo se detuvo delante de él y con la punta de su pie giró el cuerpo de Byron boca arriba por la mejilla.-Eres lindo desp
Byron corría en dirección a su vieja choza casi sin aliento.Dyna, Dyna.Era lo único que cruzaba su mente, sin importarle el dolor que por suerte había mermado gracias a una de las píldoras que aquel lobezno le había regalado. Llegó y corrió la tela de la puerta para escuchar la tos constante del interior. De cierto modo sintió alivio. Su hermana aún estaba viva.Corrió hacia su cama improvisada donde estaba el cuerpo de Dyna hecho una bola, tosiendo a cada respiración.-Dyna- la llamó dejándose caer de rodillas.Al escuchar la voz del mayor, la loba abrió sus ojos y miró en dirección a este. Sus orbes se llenaron de lágrimas y a pesar de la condición de su cuerpo se sentó y lo abrazó. Aunque casi se tiró sobre él, el dolor de su pecho y espalda por toser toda la noche era casi insoportable y no tenía fuerzas.-Hermano… volviste… estaba… preocupada- jadeaba y casi se quedó sin aliento al terminar de decir esas palabras. Otro ataque de tos la atacó.-Tranquila, primero respira- le pas
¿Pero qué demonios?A Byron casi se le quiso salir el corazón del pecho. Ese era Mathew, el mismo Mathew que le había dado dinero y medicamentos. Bueno, el único Mathew que conocía.¿Pero cómo era que había sido secuestrado?Se acordaba perfectamente de él a pesar de estar en un estado demacrado en su pasado encuentro. El lobo podía ser solo un poco mayor que él como cachorro, pero era realmente fuerte. Él chasqueó los dientes.-Hermano- Dyna se preocupó por la expresión sombría que estaba poniendo en su rostro y con la fuerza que apretaba su mano.Ante esto el lobo mayor reaccionó y besó los dedos arrugados de su hermana.-Lo siento Dyna- se disculpó arrepentido por no haber medido su fuerza y lastimarla.La cachorra negó con la cabeza y giró su rostro hacia donde se habían ido aquellos lobos.-Puedes ir a salvarlo. Estaré bien- apretó los labios- Hermano, ten cuidado-Byron la miró con sorpresa en su rostro. Dyna sonrió.-Me puedo imaginar lo que estás pensando. Hemos vivido juntos
Byron abrió los ojos, pestañeando lentamente. Ya había amanecido y todavía estaba cansado. Pero quizás menos que otras veces. Había tenido una deliciosa cena, como hacía tiempo no disfrutaba. Pero lo que más le aliviaba es que su hermana había tenido solo un ataque leve de tos que se había calmado rápido y no la había agotado o desgastado como siempre. Ahora ella dormía con un rostro tranquilo contra él.Verificó que durmiera cómodamente profundamente enterrada en su pecho hecho una bolita. Le acarició el cabello y sonrió. Dyna durmiendo era lo más bonito que había en la vida. Se inclinó y besó su frente. Tampoco tenía fiebre. Eso era bueno.Se levantó con cuidado y la tapó hasta el cuello asegurándose de mantenerla lo más caliente posible, para salir hacia la parte trasera de la choza sin hacer ruido. Estiró los brazos hacia arriba con satisfacción.No había visto a Mathew en la esquina en donde había insistido en quedarse para meditar. Alegaba que no podía quitarle la cama a alguien
Mathew se apretaba el puente de la nariz sentado detrás de una mesa llena de papeles. Era temprano en la mañana y lo menos que quería era tener más quejas de las que ya tenía que atender.Delante de él, sentado sobre sus rodillas y la cabeza gacha estaba Byron. Sus manos estaban tan apretadas en su regazo que estaban blancas a pesar de las heridas en sus dedos. Pero no solo ahí. Su rostro tenía moretones, al igual que el resto de su cuerpo. Y sin contar que su ropa y cabello eran un desastre. A su lado, también con un ojo morado y no mucho mejor estaba un guardia que no cerraba la boca de una buena vez.-…y el muy imbécil me golpeó solo porque le vino en gana- casi gritaba para que fuera escuchado por cualquiera que pasara por allí.Byron no decía nada, ni siquiera respondía las provocaciones e insultos. No quería avergonzarse aún más delante de Mathew. ¿Qué pensaría de esto?-Basta- soltó Mathew levantándose de su asiento y caminando hacia ellos.-Pero joven señor de la manada, esto