Mathew suspiró. Por más que quisiera tenía que aceptar que su esposo era... particular. Y a eso se le añadía que ahora, gracias a ella tenía sus dos nalgas algo rojas. Lara no había escatimado en golpearlas con fuerza y dejar sus dedos marcados.Sabía que su cuerpo estaba bien formado resultado de muchísimos años de entrenamiento y de su fuerte genética como lobo. No tenía ni una gota de grasa de más y la poca estaba repartida estratégicamente. Y su esposa se encargaba todo el tiempo de recordarle lo bueno que estaba. No tenía pelos en la lengua para vacilar su cuerpo.-Marido mío- Lara se mordía la uña con sus ojos brillantes y una sonrisa pícara en su rostro- tu trasero se ve delicioso así rojo- se burló- Y además se siente rico tocarlo ¿puedo seguir?-Estiró la mano para agarrar uno de los glúteos cuando su muñeca fue agarrada por Mathew deteniéndola en el camino. Le gustaba que lo tocara, pero la comezón en sus nalgas no era nada graciosa. La bruja no tenía conciencia de su fuerza
Lara cerró sus labios cuando terminó de decir la última palabra sin omitir ningún detalle. Agradecía que tuviera una buena memoria para lo más importante. Puedo jurar que había lanzado una bomba y de las buenas.La expresión en los rostros de sus hermanos era contrariada además de estar los dos pálidos. Ni siquiera podían hablar y el que más nervioso estaba era Byron.-Lo siento- lo vio inclinarse marcadamente poniendo su frente sobre la sábana. Sus manos temblaban- Sé que no eres Lara pero ese es su cuerpo- su voz se oía sumamente extraña- Yo traté muy mal a Lara, nunca intenté entenderla. Lo siento- apretó sus ojos. Podía ser alguien con mal carácter, pero era un buen lobo y pensar que había ayudado en el sufrimiento de alguien lo hacía sentirse muy culpable.Su hermana lo copió.-Yo también lo siento. Estuve todo el tiempo a su lado y no hice nada- en cambio la voz de Dyna era rota.Lara esbozó una leve sonrisa y se inclinó hacia adelante poniendo una mano sobre las cabezas de ambo
Mathew soltó el pezón húmedo y sumamente hinchado después de haberlo chupado y estimulado con su boca hasta ser desesperante para la dueña de este. Una muy fina línea blanquecina salió de él como último rastro del líquido.Como buen esposo dedicado a su tarea había tragado con ansias todo lo que aquel lugar tenía para ofrecerle. Ahora había rastros del sabor dulzón en todo su paladar. Era delicioso y exquisito. Se relamió los labios llevándose los restos sobre estos.-Marido mío, estás lleno- Lara bromeó uno de sus habituales comentarios, jadeando, pero con una enorme sonrisa en sus labios. Sus mejillas estaban totalmente teñidas de rojo y sus dedos se enterraban en el cabello de su esposo quitándolo de su rostro- Te ves feliz-Mathew acarició su cadera, Lara estaba sentada a horcajadas sobre él y alzó su mirada azulada.-No me mires así, amor, me estremeces- Lara agarró las mejillas de su esposo y atrajo su rostro hacia el suyo besando la comisura de sus labios- Sabes que tus ojos ah
Mathew se pasó la lengua humedeciendo sus labios y se volvió a recostar con el ceño fruncido. No le gustaba ver a Lara sufrir y además la experiencia no estaba siendo fácil para los dos. La bruja respiró y relajó sus músculos internos y poco a poco siguió descendiendo sintiendo como sus paredes vaginales eran dilatadas y separadas tras la invasión del miembro del lobo.Un escalofrío recorrió su espalda cuando su cadera tocó la pelvis de su esposo. Apretó sus labios y sus ojos. En esa posición tenía todo el miembro dentro de ella y se sentía desesperantemente llena, incluso presionando su cuello uterino como si quisiese traspasarlo. Abrió los labios dejando salir un gemido de alivio. Estaba agotada y apenas empezaba.-Lara- Mathew la llamó. Sus dedos masajeaban su cadera para aliviarlo de cualquier incomodidad, así como su otra mano rozaba el clítoris para hacer que se humedeciera más y le fuera más fácil.La mujer sacó el pulgar hacia arriba dándole a entender que todo estaba bien mie
Un mes. Solo faltaba un mes para que los ojitos chiquiticos y hermosos que de seguro tendría su cachorro la miraran y ella llenara su rostro de besitos. Porque sí. Lara ya tenía 8 meses cumplidos.Y a pesar de tener un peso adicional y humedad en el pecho, los pies que se hinchaban hasta por gusto. Incómodos dolores de espalda, cambios absurdos de carácter, ella amaba su abultada panza y la vida que crecía dentro de ella.Pero ese día no estaba tan emocionado por ello. Había dos cosas que ocupaban completamente enfocada en dos cosas. Primero, hoy llegaba su primer lote de mercancía, fruto de sus tierras. Y segundo, un poco más tarde visitarían la tumba de su suegro para darle los respetos.En ese momento se encontraba en la entrada de la manada. Caminaba torpemente de un lado a otro con una mano detrás de su espalda y la otra sobre su enorme panza. Tenía una sonrisa en sus labios.-Mi luna, debería volver y descansar, sus pies volverán a dolerle al igual que su espalda. Ayer casi no p
El grupo de recién llegados se detuvieron delante Lara y esta enfocó sus ojos y sonrisa en ellos. Sobre todo, en el lobo que encabezaba la pequeña caravana.James, el lobo que había conocido aquel día no había cambiado en esos meses.-Hola, joven luna- la saludó con una leve inclinación que lo hizo verse bastaste cortés a pesar de que su aspecto rudo.-Los llevo esperando- la emoción de Lara exhalaba por cada poro de su cuerpo ¿Lo trajiste?-El lobo asintió y la guio hacia una de las tres carretas que estaban detrás de él. Una de ellas llenas de rollos de tela muchas de ellas incoloras y una pequeña parte trabajada con una técnica de pintura sobre textura que ella les había enseñado. Las otras dos estaban cargadas de semillas de cacao. El olor era abrumador.James destapó una de las cajas con las semillas y Lara agarró una llevándola a su nariz y aspirando el aroma.-Está en muy buen estado- la estudió ya que hacía unas semanas que no había podido ir personalmente debido a su embarazo
Lara se dio media vuelta después de avisarles medianamente lo que tenía en mente. Los presentes no conocían lo impredecible que podía ser su joven luna pero si se trataba del alfa era algo serio.-Dyna, tú y los demás miembros encárguense de contabilizar esto y llévame los resultados para compararlo contra los demás registros- señaló a James y a Lía- Tengo que hablar otras con ustedes dos para algunas cosas que quiero hacer- le sonrió a la loba y caminó de vuelta cuando se detuvo delante de alguien y se detuvo encarándolo.-¿Quién eres?- entrecerró los ojos repasándolo de arriba a abajo.El chico lobo abrió los ojos y se arrodilló en el suelo pegando la frente.-Mi luna disculpe, yo solo soy un empleado nuevo-James se acercó rápido al lado de Lara.-Sí, luna Lara, entró hoy mismo y como quería conocerla en persona lo traje. Disculpe si no se lo presente antes--No hay problema- Lara sacudió la mano para quitarle importancia- Solo que me pareciste familiar, nada más-Se dio vuelta y s
Lara dejó que Dyna la ayudara tanto a bañarse como a vestirse. Con su barriga algunas tareas ya le eran más complicadas que antes y más cuando sumaba que para esa altura del día, que apenas si era mediodía ya se encontraba cansada.La loba puso una pieza tras otra. Su traje era completamente de seda blanca brocada. Incluso los bordados eran de hilos de plata. Se conformaba de tres capas de vestidos, uno interior algo gruesa, otro que lo cubría completamente con su cuerpo y era larga, con los adornos bordados en el los bordes y un cinturón con demasiados detalles, puesto estratégicamente sobre su panza. Y la tercera era casi transparente y se ondeaba hermosamente con inmensas mangas.-Este traje es lo más ridículo que he visto en mi vida- soltó Lara con sarcasmo- Mira esto- alzó sus brazos con las mangas casi llegando al suelo- Parezco cualquier cosa menos una persona jeje. Me veo linda-Dyna no pudo evitar sonreír ante el comentario de su luna.-Se ve realmente linda, luna Lara- la mo