ALISA
Caminaron hasta la entrada de la lanzadera, era momento de volver, pero al llegar a la puerta ambos se detuvieron. El crepúsculo pintaba el cielo de colores impresionantes, no había forma de que llegaran a la casa antes de que la oscuridad los hiciera poner en peligro su seguridad, se habían tardado demasiado y ahora era peligroso salir. Alisa se volteó hacia él luciendo bastante nerviosa, pero sonrió.
-Creo que nos quedaremos aquí- comentó ella -¿hay algún lugar donde dormir?
Él asintió. Cerrando la puerta de la lanzadera Vilkank la llevó a la pequeña habitación, aunque el lugar estaba preparado para ser ocupado por dos personas, no estaba pensado para viajes largos, por lo que solo había un lecho en el espacio. Ella se quedó en silencio mientras observaba el lugar, no dijo una sola palabra aunque su pequeñ
ALISAAlisa abrió los ojos un poco confundida hasta que recordó el lugar en el que estaba y sintió los brazos de Vilkank rodeando su cuerpo, aunque no fue lo único que sintió. Sus mejillas se llenaron de calor y el deseo la alcanzó tan rápido como una llamarada que la consumía, podía sentir la dureza de Vilkank contra sus glúteos, era grande y grueso, se sentía tan bien que no podía dejar de moverse solo para comprobar que lo que sentía era él. Gimió con suavidad cuando él la apretó contra su cuerpo en un ademán deseoso, pero se detuvo cuando comprendió que Vilkank estaba dormido, se sentía como aprovecharse.Se volteó con una sonrisa y observó la dureza que apenas era contenida por la parte inferior del traje de camuflaje, ellos se había acostado intentando ponerse lo más c&oac
ALISAElla no lo dudó, en otra situación se habría negado, pero el tiempo apremiaba y ellos debían llegar lo más rápido posible. Se colgó del cuello de Vilkank con facilidad, él sostuvo sus piernas en una postura cómoda y comenzó a caminar a una velocidad vertiginosa, habría jurado que su demonio corría, de no ser por todos los desechos que se encontraban en el piso que le impedían hacerlo, sin embargo, aquel nivel de agilidad era impresionante.Llegaron a la casa en tiempo récord solo para que más lágrimas se escaparan, todo el lugar estaba derrumbado, no quedaba casi nada en pie salvo algunas columnas y el garaje que parecía una pequeña habitación debajo de un montón de tierra. La desesperación llenó su pecho con miedo y dolor, era demasiado para sus nervios. Se soltó de los brazos d
VILKANKLlegar a la cima de la montaña fue más complicado de lo que imaginó, Alisa iba conduciendo mientras todos los demás iban en la camioneta apretados. En la parte de la maleta habían conseguido poner a Josep en una posición lo suficientemente cómoda para viajar, Molly se había pegado al costado de su madre quien intentaba distraerla para que los temblores del pequeño cuerpo no siguieran sucediendo. La pequeña hembra lo miraba como si no pudiera comprender por qué su piel se veía distinta, sabía que sería extraño para ella y por lo visto también para todos los demás. De vez en cuando podía sentir la mirada de alguien sobre él, aunque se apresuraban a apartar la vista en el momento en que él volteaba.Llegaron a una pequeña llanura oculta donde tuvieron que dejar la camioneta debido a una gran ro
VILKANKÉl asintió y se levantó para salir, Alisa lo siguió y vieron como un cuadro de color negro aterrizaba en el campo abierto junto a la lanzadera. Revisaron las cosas, los medicamentos y todo lo necesario.-Ya podemos organizarnos- aseguró él cuando regresaron al interior.Su hermano parecía entretenido hablando con Tiana y la hembra enrojecía. Harry calmó a Alisa, quien lucía algo molesta hasta que Velkank terminó la comunicación.-¿Qué es lo que haremos?- Le preguntó el señor Oslo.-Primero debemos colocar las habitaciones portátiles- explicó él -luego debo revisar la condición de Josep, para confirmar su recuperación.-Manos a la obra- aceptó el macho anciano.Sacaron los pequeños cuadros del interior de la caja, había solo tres de ello
ALISADespertar con los brazos de Vilkank alrededor de su cuerpo era dulce y tan emocionante como pudiera imaginar. Una sonrisa inmensa cruzaba sus labios cada vez que se levantaba de aquel modo, no podía evitarlo. Se deleitó con la excitación de su cuerpo en el segundo en que su trasero chocó contra esa dureza que se sentía permanente mientras ella estaba cerca, se movió delicadamente sabiendo que su cuerpo disfrutaba de esas caricias robadas y se estremeció cuando él apretó sus dedos con fuerza en esa zona sensible de su cadera donde siempre la sostenía cuando dormían. No se movió mucho más, aunque deseaba hacerlo.Se dio media vuelta para mirar esos ojos bronces que tanto la hipnotizaban mientras la imagen exótica de Vilkank se mostraba para ella, lucía tan inocente con el pelo revuelto. Esa dureza que tanto le atraía se presion&o
VILKANK-¿Qué sucede?- Se escuchó con fuerza y supieron que Josep se había levantado por fin.Ella corrió a la habitación de la lanzadera y al llegar a la puerta vio a Mildred intentando calmar a un exaltado Josep que miraba a todos lados como si estuviera en una pesadilla.-Oye, tienes que calmarte- ordenó ella entrando a la habitación -todo está bien.-¿Dónde estoy?- Preguntó el hombre con un tono exigente.-En mi lanzadera- afirmó Vilkank entrando en la habitación.Josep abrió los ojos sorprendido antes de entrecerrarlos mirando a su demonio con sospecha.-Te perdiste la revelación del siglo, cariño- reprochó Harry con algo de burla -y todo porque dejaste que tu pierna se abriera.-Lo habría evitado si hubiera podido- comentó Josep volteando los ojos con exasper
ALISALos ojos bronces de Vilkank se sentían como una trampa, una en la que realmente deseaba caer, no le importaba nada más. Ella lo miró mostrándole todo el deseo que sentía, sobre todo al verlo tan entregado al éxtasis que le había regalado, sus corazones estaban tan acelerados como se sentían y ella se estremeció con el deseo recorriendo su cuerpo con intensidad. En un movimiento inesperado él la besó con fuerza atrayéndola hacia abajo, era como si de un momento a otro pudieran fundirse.-Quiero tocarte- rugió Vilkank -hacerte exactamente lo mismo, darte el mismo éxtasis.Ella solo pudo gemir en respuesta. Se besaron hasta que Vilkank arrancó el resto de su ropa con facilidad, la observó con tanto anhelo que la hizo sentir la mujer más hermosa del mundo o galaxias en este caso, su excitación era tan grande qu
VILKANKNadie dijo nada por lo que pareció una eternidad, los ánimos de pronto cambiaron y se veían tan oscuros como los cambios climáticos de la tierra.-Entonces deberemos dejar los puntos más atractivos de la tierra claros en el mensaje- afirmó Alisa -y colocar las condiciones de forma llamativa. Al fin y al cabo nosotros no tenemos más que perder, nuestro modo de vida se ha terminado, adaptarnos a los cambios es lo que mejor sabemos hacer.Y de alguna forma esas palabras lograron que todos los humanos en la habitación lanzaran una sonrisa sincera. Su hermano lo observó con interés, ambos estaban impactados con la voluntad humana. En el caso de los Prometius su forma de actuar era muy distinta, hace mucho tiempo hubieran abandonado el planeta solo para poder salvarse, darse por vencido era algo que no se veía como una decepción, era más una for