Narrado por Aldara
Cuando la última sombra de los lobos se desvaneció entre los árboles, el claro quedó en un inquietante silencio. Ragnar seguía de pie, observando la dirección en la que se habían marchado. Su postura era rígida, y aunque su expresión no delataba nada, el vínculo que compartíamos me permitió sentir la marea de emociones que lo embargaba: frustración, preocupación y una inquebrantable determinación.
—¿Siempre son así? —pregunté, tratando de aliviar la tensión con un tono más ligero, aunque mi corazón aún latía con fuerza después de lo ocurrido.
Ragnar no respondió de inmediato. Sus ojos dorados seguían brillando, un recordatorio de lo cerca que había estado de perder el control frente a su manada. Finalmente, exhaló profundamente y me mir&oa
Narrado por AldaraEl bosque estaba en calma, pero la atmósfera a mi alrededor parecía cargada de una energía que no podía explicar. Ragnar, todavía en su forma de lobo, permanecía inmóvil frente a mí, sus ojos dorados brillando con una mezcla de intensidad y expectación.Acaricié su pelaje una vez más, dejando que la textura suave y cálida me calmara. Algo en él me hacía sentir segura, pero también expuesta, como si en su presencia no pudiera ocultar nada.—Eres más de lo que pensé que podrías ser, Ragnar, —murmuré, aunque sabía que me escuchaba perfectamente. Mis palabras parecieron resonar entre los árboles, y me sentí como si estuviera confesándole algo mucho más profundo que lo que mis palabras implicaban.Ragnar retrocedió un paso, y ante mis ojos, comenzó a transformarse de nuevo. Sus músculos se contrajeron y sus huesos crujieron en un espectáculo que debería haberme horrorizado, pero que, en cambio, me dejó fascinada. En cuestión de segundos, el lobo desapareció, y Ragnar vol
Narrado por AldaraRagnar me llevó a través del bosque, sus pasos firmes guiándome por senderos que parecían secretos incluso para los árboles que nos rodeaban. Su mano seguía sujetando la mía, como si temiera que me apartara o me perdiera entre las sombras. Pero, en realidad, no tenía intención de soltarlo.El aire estaba cargado de una energía que no podía explicar, como si el bosque entero estuviera vivo, observándonos con una mezcla de curiosidad y expectación. No dije nada, dejando que el silencio nos envolviera mientras nos adentrábamos más y más en su mundo.Finalmente, llegamos a un claro donde la luna bañaba todo con su luz plateada. En el centro, una roca lisa y alta parecía haber sido colocada allí intencionadamente, como un altar antiguo olvidado por el tiempo. Ragnar se detuvo frente a ella, girándose para mirarme.—Este lugar es sagrado para mi manada, —dijo, su voz baja y solemne—. Aquí es donde nuestros ancestros se unieron por primera vez con la magia del bosque. Es d
Narrado por AldaraLa mañana llegó con la promesa de respuestas, pero también con el peso de nuevas preguntas. La luz del sol se filtraba a través de las ramas, jugando en las paredes de mi habitación. No había dormido mucho después de lo ocurrido en el claro. Cada vez que cerraba los ojos, veía a Ragnar, primero como el hombre que era y luego como el lobo que habitaba dentro de él.Sentía su mirada clavada en mí incluso ahora, como si hubiera dejado una marca invisible en mi alma. Pero más que eso, sentía el eco de algo más profundo: una conexión que me aterraba tanto como me intrigaba.Me levanté, incapaz de quedarme quieta, y me dirigí hacia la ventana. El bosque parecía tranquilo, pero sabía que bajo su calma aparente se escondían secretos que apenas comenzaba a entender.Una suave llamada a la puerta interrumpió mis pensamientos.—Adelante, —dije, girándome para enfrentar a quien fuera que hubiera venido a buscarme.Ragnar entró con la misma presencia imponente de siempre. Había
Narrado por AldaraEl aire estaba tenso en el claro donde Ragnar había convocado a su manada. Había accedido a acompañarlo para que comenzara a integrar mi presencia entre ellos, aunque sabía que mi mera existencia desataba tensiones. Los murmullos no cesaban mientras me miraban, y la sensación de estar siendo observada por decenas de ojos desconfiados me hacía querer dar la vuelta y correr.Ragnar estaba a mi lado, su postura firme e imponente, irradiando autoridad. Aunque me reconfortaba su presencia, también entendía que no todos los lobos la respetaban tanto como él esperaba.—Escuchen, —dijo con su voz grave, alzando las manos para silenciar a la manada—. Aldara está aquí bajo mi protección. No habrá discusiones al respecto.Un hombre alto y robusto, que había escuchado llamar Marcus, dio un paso al frente. Su rostro estaba endurecido por la desconfianza.—Con todo respeto, alfa, —dijo, su tono apenas contenido—, ¿qué sabemos de ella? ¿Qué nos garantiza que no es una amenaza? Ya
Narrado por AldaraRagnar no perdió tiempo. Apenas amaneció, me llevó a un claro más alejado del bosque, un lugar que parecía apartado incluso para los estándares de su territorio. Las ramas de los árboles formaban una especie de cúpula natural, y el suelo estaba cubierto por un manto de hojas secas que crujían bajo nuestros pasos. Era un espacio tranquilo, pero la tensión en el aire era palpable.—Aquí nadie nos interrumpirá, —dijo Ragnar, girándose para enfrentarme. Sus ojos dorados me miraban con una mezcla de determinación y preocupación—. Si vamos a hacer esto, tienes que estar completamente concentrada.Asentí, aunque mis nervios estaban a flor de piel.—¿Por dónde empezamos? —pregunté, tratando de mantener la calma.Ragnar respiró hondo, cruzando los brazos mientras caminaba lentamente a mi alrededor, como si evaluara cómo abordar la situación.—Lo primero es entender tu energía, —dijo finalmente—. No puedes controlarla si no la conoces.—Pero ni siquiera sé de dónde viene, —re
Narrado por AldaraEl aire estaba cargado de energía. Desde que había conocido a Ragnar en su forma de lobo, algo dentro de mí se había asentado y al mismo tiempo encendido. Verlo así, con su pelaje oscuro como la noche y sus ojos dorados brillando como fuego, había reafirmado la conexión entre nosotros. Era imposible ignorar la atracción que sentía, no solo por el hombre, sino también por la bestia. Y lo más extraño era que, frente a su lobo, mi magia no se descontrolaba; parecía que él equilibraba el caos dentro de mí.Ragnar insistió en continuar con los entrenamientos. Su argumento era claro: "No basta con conocer tu poder. Tienes que ser capaz de usarlo cuando lo necesites, no solo cuando las emociones lo desaten".Esa mañana, me llevó al mismo claro donde habíamos practicado la última vez. El cielo estaba nublado, y una brisa fría hacía crujir las hojas secas bajo nuestros pies.—Hoy vamos a intentar algo diferente, —dijo Ragnar mientras se cruzaba de brazos—. Quiero ver hasta dó
Narrado por AldaraEl viento silbaba entre los árboles, arrastrando con él un murmullo que no podía descifrar. Era como si el bosque intentara hablarme, susurrando secretos enterrados en la tierra. Sentada junto al fuego, con Ragnar a mi lado, sentí un escalofrío recorrer mi espalda. No era por el frío, sino por algo más profundo, una sensación oscura que me envolvía como una sombra invisible.—Dime que lo sientes, —susurré sin apartar la vista de las llamas.Ragnar, que había permanecido en silencio, dejó escapar un suspiro antes de asentir.—Lo siento, —respondió con voz grave—. Algo se mueve en la oscuridad, algo antiguo.Mis dedos se cerraron en un puño sobre mi regazo. Desde que había comenzado a despertar mis poderes, la sensación de que alguien —o algo— me observaba se había vuelto insoportable. Al principio, lo había atribuido al miedo, al descubrimiento de mis propias habilidades. Pero ahora sabía que era real.—No estamos solos, —murmuré, con el pulso acelerado.Ragnar se le
Narrado por AldaraEl silencio que siguió a esas palabras fue peor que cualquier tormenta."Hermana."La palabra flotó en el aire, envolviéndome como un eco de algo olvidado, enterrado en la parte más oscura de mi memoria. Pero mi mente se resistía, negándose a aceptar lo que acababa de escuchar.El hombre frente a mí tenía mis mismos ojos: un dorado intenso, antiguo, como fuego líquido. Pero en él, aquel color no evocaba calidez, sino algo frío y peligroso.—No… —susurré, dando un paso atrás.Ragnar gruñó, su lobo en la superficie, listo para atacar. Sus garras se hundieron en la tierra, y su lomo se erizó como una bestia acorralada.El extraño sonrió con una calma inquietante.—Me sorprende que aún no me recuerdes, hermana. Pero no te preocupes. Estoy aquí para arreglar eso.Mi corazón latía con violencia contra mis costillas.No podía ser cierto.No podía tener un hermano.—¡No mientas! —mi voz salió más fuerte de lo que esperaba, pero aún temblorosa.El hombre inclinó la cabeza, o