Por alguna extraña razón se me viene a la mente la imagen de Siena, su sonrisa agradable, aquella mirada avispada y su cabello brillante que le da aspecto de una guerrera curtida. Al ser desplazada por mí no se tiró a las drogas y al alcohol, fue incluso peor, se tiró a sus instintos y ocasionó mi muerte, además de que seguro soltó algo de información importante. Nadie tiene derecho a juzgarme, solo yo y mi yo me dice que corra con mi hermano.Apenas me pongo en pie cuando la puerta se abre y Jossy entra con una ancha sonrisa en el rostro.—Oh, creí que estarías tirada en la cama lamentándote —se acerca y me abraza—. Ahora, sé que no quieres decir a dónde mierda fuiste ni con quién, pero la buena noticia es que hay una fiesta hoy en Selix —suelta un grito emocionado—. Es de disfraces porque aún es el mes de día de muertos, así que ponte tu mejor disfraz y ve a conseguir de nuevo un trabajo.¿Un trabajo? Sí lo necesito, pero no creo que sea buena idea de momento. Observo el refrigerado
Hay tres reglas muy importantes cuyo cumplimiento es de vital importancia para los monteros: No hay que titubear al momento de dar el golpe final, no hay que confiar en un místico y jamás dejes que un místico entre a tu casa. No es como que tu negativa les impida meterse por la fuerza, pero el dar permiso es dejarlos entrar no solo a tu casa si no a tu vida. Es ser vulnerable a sabiendas; es aceptar la destrucción.Y es embriagadora la sensación de peligro que lo vuelve casi adictivo.Arlen es tan paciente, tan cuidadoso; en este momento necesito caos, necesito un revuelo, necesito una distracción, no al caballero galante. Me subo a horcajadas sobre él en el sillón y lo beso como si fuera el alivio a todos mis problemas. Sus labios no son calientes, pero eso no impide que un hormigueo baje hasta mi estomago y cosquille agradablemente. Sus manos reposan sobre mi cintura y su tacto ligeramente frío me enciende en pocos segundos.Acaricio la piel suave de su cuello y el imita mi movimien
Según el reloj quedan dos horas, una de camino al portal y una para alistarme; después de tomar un baño de agua fría para matar lo que me queda de calentura, empaco algunas cosas que dejé cuando Lucas me secuestró hace más de dos meses y redacto una nota a Jossy. Conociéndola, seguirá bailando entre gente, tal vez se consiguió un ligue y fue a pasar el resto de la noche en su casa, tal vez está en busca de más droga.Le pido que trate de disfrutar lo mejor que pueda la siguiente semana, pues es probable que no haya un día igual después. Además, le prometo que, si logramos vencer a los intrusos, haré todo el esfuerzo necesario para recomponer mi vida y haré lo posible para que ella haga lo mismo. Al final, es mi amiga y creo que también merece otra oportunidad. Además, le pido que busque a mi hermano y le diga que por él intentaré derrotar a Ziva y que le haré saber que de su parte y la mía va la estocada final.Sueno como una loca, cualquiera que lea eso pensará que definitivamente me
—Es mucho para procesar… Pido permiso para retirarme.Nadie me mira mal, al contrario, por primera vez desde que llegué siento que ya no les desagrado tanto.—El dragón está herido —en contra de mi voluntad, un latigazo de preocupación me recorre—. Un guardia te llevará con él —Ivonne toma asiento, parece que envejeció diez años—. Los guerreros monstruo no están contentos, hubo una revuelta y el dragón resultó en uno de los heridos. Igual es probable que quieran atacar, lo han intentado dos veces desde que te fuiste, no es algo grave, pero permanecemos atentos.¿No es grave que los guerreros monstruo nos hayan atacado dos veces? No quiero saber qué sería grave, en tal caso. Aún recuerdo el funeral de mi padre, los malditos monstruos mataron a muchos monteros, debí quedar traumada de aquello. Y eso fue por la traición de Humberto, lo olvidaba.—Humberto estaba coludido y lo mataron, ustedes no son idiotas, deben saber que algo raro pasaba, nuestras sospechas caen en Ziva, lo sé, pero c
Me doy tres respiraciones y una charla conmigo misma antes de ir hacia él. No hice nada malo, hice lo mejor para mí, así como él solo ve por sí mismo. No debo sacar a colación lo que hice durante mi estancia en plano terrenal, ni los detalles sobre mi último encuentro con Arlen. Él no puede leer mi mente, no sabrá qué pasó si no se lo digo y… Estoy siendo una idiota, no le debo nada, al contrario, él me debe salud mental y más. No estoy segura de que me haya mentido, pero tampoco lo considero una blanca paloma.No hay razón para sentirme culpable; fin.Xiw no despega su mirada de mí, un hormigueo me recorre casi como si fuera una caricia, pero me centro en evitar que me afecte. Por pura suerte no hay alguien presente, pues el guardia se queda afuera y nos da la privacidad que definitivamente no quiero por temor a que las estúpidas hormonas me traicionen. Dios, es desesperante, estaba bien, centrada y tranquila, ¿qué me está pasando?—Hola.No responde y no parece querer hacerlo, su ex
La encuentro en el bosque, bajo la sombra de un árbol llorón junto al estanque. Su cabello ha recuperado brillo, su piel morena desprende el característico color y se ve mucho más sana. Sé que escucha mis pasos, pero no me voltea a ver hasta que estoy junto a ella. Hace arreglos florarles, casi como una florista cualquiera. Las flores violetas son hermosas, nunca vi una flor parecida. Supongo que es endémica de plano astral.Estuve ensayando durante todo el camino mi discurso y las preguntas que quería formular, pero ahora que la tengo de frente no se me ocurre un carajo. Las palabras han muerto en mi boca y mi mente se ha quedado en blanco, así que por unos minutos me dedico a admirar sus ágiles dedos mientras entretejen las ramas con las flores. Por un minúsculo instante se me viene a la mente la idea de ellos siendo humanos, despojándolos de lo que sea que los haga místicos y viviendo vidas comunes y corrientes junto a nosotros. Ella tendría su propio negocio de flores, apuesto a q
Ni siquiera me di el tiempo de agradecerle por acompañarme a plano terrenal con algunos otros monteros. Confió en mí ciegamente a pesar de que no le he dado razones para ello. Y pudo haber muerto por ello; confió en mí a pesar de que conduje a todos a una muerte casi segura. No hay forma de pedir disculpas por ello.Trato de mantener la calma, de no parecer ansiosa y de obligar a mi rostro a tener una expresión neutra.—¿Qué chingados, Viviana?Es la misma pregunta que me hago cada vez que despierto y me doy cuenta de que sigo viva.—Lo siento.—Exactamente ¿por qué lo sientes?Este dilema existencial ya lo he pasado antes. Deirdre me obligó a enfrentarme a mis demonios de mierda y a darme cuenta de que nadie tiene más culpa que yo en mi vida y relaciones interpersonales, porque al final fui yo quien decidió dar un paso al abismo.—He sido una mala persona, una mala montera y, sobre todo, una mala amiga —trago saliva mientras intento buscar las palabras—. Y lo siento por ser como soy,
Siena se pone de pie y se para junto a la ventana de forma que me da la espalda, su cabello cae en cascada por sus hombros y me recuerda un poco a Lilian. Desecho el pensamiento desagradable. Durante un rato no habla, yo solo miro a cualquier lugar lejano a ella, no sé si fue buena idea confesar que la entiendo, después de todo no somos cercanas, no he intercambiado con ella más de doscientas palabras en lo que llevamos de conocernos.Y tampoco voy a olvidar que me invitó de la manera más atenta a su boda con el hombre del que estuve enamorada por mucho tiempo. Recuerdo que en el funeral quería dejar de verla, pero en ningún momento fue grosera ni déspota, al contrario, viéndolo en retrospectiva creo que quería ser agradable. Y no resultó.—Lo dejé todo.Las palabras apenas son audibles y tengo que levantar la mirada para cerciorarme de que está hablando. No me mira, pero su cuerpo está viendo un poco hacia mi dirección. Siena se muerde el labio con nerviosismo, su tensión es palpable