Narrador Omnisciente
Después de que Nercy aceptara almorzar con ella, caminaron en silencio hasta una cafetería cercana. Muchas personas apuntaban a la chica que acompañaba a Arizona.
Esa era una de las verdaderas desgracias de vivir en un pueblo tan chico. Pero era casi imposible marcharse de allí, afuera de las fronteras de la ciudad acarreaban cientos de peligros, y una chica sola no llegaría a dar diez pasos sin ser atacada, devorada o asesinada en el mejor de los casos. También existía el riesgo en ser convertida en hombre lobo, vampiro e incluso en zombi.
Eso se lo habían inculcado desde pequeña. No podría jamás salir de allí, y si lo hacía tendría que ser fuertemente protegida por todo un ejército. No había vida posible fuera de las fronteras mágicas. Ese era su destino, morir sin salir de allí.
Ella tomó una ensalada y una malteada, Nercy por su parte no parecía interesada para nada en la comida. Arizona pidió lo mismo para su compañera dado que está solo apartó el menú a un lado.
—Tienes que alimentarte, ¿o acaso quieres morir? No es por ofenderte, pero no te ves bien — dijo terminando con su ensalada.
— Créeme, morir en este momentos es el menor de mis problemas— comentó Nercy con amargura.
El silencio volvió a hacerse dueño de las chicas hasta que Alexa lo rompió y se dejó llevar por su curiosidad.
—¿Cómo son?— preguntó tímidamente al tiempo que removía la pajita de su malteada pero sin mirar a Nercy.
—¿Qué?— indagó Nercy prestándole atención por primera vez desde que llegaron a la cafetería— ¿ Quieres saber cómo son los arcángeles de alas negras?— el rostro de Nercy parecía sorprendido, Arizona se asustó pensando que había cometido una indiscreción al preguntarle esto, y que la juzgaría por su pregunta. Al fin Nercy volvió q hablar.
— ¿Qué versión quieres escuchar?— dijo irónicamente. — ¿La que le gusta a los ilustres ciudadanos de este pueblo?¿ O la otra? La real y la que tú estás viendo en sueños— Arizona tosió un poco para disimular que le había mencionado sus sueños.¿Cómo diablos podría ella saber el contenido de sus sueños?
— Mis sueños no son reales, son solo eso...¡Sueños!— concluyó concentrada una vez más en su malteada.
— Si piensas eso, entonces eres más estúpida de lo que creí— admitió Nercy secamente y continuó hablando—. Ellos no son como nos han echo creer, pero si son muy poderosos. Son los únicos capaces de traspasar la frontera mágica y entrar a sus anchas a la ciudad. Sus alas no siempre son visibles para los humanos, por eso es demasiado difícil reconocerlos. De ahí que tu padre y el comandante Jack Moore les teman tanto.
— Pero no hablas de ellos con repugnancia, ¿ No es Así? ¡Deberías!¿O no? — comentó Arizona con convicción — Te ultrajaron, no puedes tener buenos sentimientos por ellos. No es posible
— Esa es la versión que quiere mi padre que cuente— dijo amargamente Nercy— Soy la hija del juez Anderson y es lo conveniente para no arruinar la reputación y la carrera como Juez. Pero no es así, solo estoy enamorada de uno de ellos, y pronto vendrá por mi—. Nercy cubrió su boca al darse cuenta de que había sido imprudente al decir algo así frente a la rubia tonta hija del alcalde, aunque está ni sospechaba que su vida iba a dar un terrible giro puesto que también había comenzado a soñarlos.
—No te preocupes, tu secreto estará a salvo conmigo, te dije que quería ser tu amiga— comentó sintiéndose un poco identificada con la chica.
Ella sabía perfectamente lo que era sentirse atraída por esos seres. Ella misma había sido poseída cientos de veces en sus sueños en el último mes. Ella también podría enamorarse perdidamente de aquel ángel o demonio que la llevaba a lo prohibido en sus sueños y le hacía vivir algo tan real y morboso.
Desde que los sueños comenzaron hacia casi dos meses ya el sexo con su novio era cada vez más aburrido, solo lograba desear al hombre con el cual soñaba. Ella había comenzado a evitar cualquier acercamiento con su pareja y daba cualquier excusa estúpida. Cosa que al narcisista de Kevin no parecía importarle en lo absoluto .
{***}
Al llegar a casa su padre Richard L. Bronwbear estaba conversando con el comandante Jack Moore en la sala de estar. Vaya coincidencia, un rato recién Nercy se lo había mencionado en la cafetería.
Ella entró despacio , pidió permiso y se acercó a su padre besándole la mejilla. Su padre le besó la frente.
— ¿No es una belleza mi hija?— preguntó retóricamente este a Jack con una sonrisa en los labios.
Jack por su parte solo observó a la chica y hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Era evidente que el serio comandante era un hombre de pocas palabras.
—La vi hace más de un mes en el desfile de Miss Delment— comentó Jack que finalmente se decidió a abrir la boca—. Realmente se merecía la corona señor —. Terminó la frase con su rostro sin ninguna expresión y sin volver a dirigirle la mirada a Arizona. Era como si ella no se encontrara allí.
Era cierto que Arizona era una chica de una belleza impresionante. Tenía facciones muy delicadas. Una nariz hermosa, una boca con labios gruesos y unos ojos grandes y azules. Pero lo más extraordinario era su cabello que pasaba por rubio pero en realidad era blanco y con hermosas ondas que caían hasta media espalda.
—El bueno para nada de tu novio te espera en la piscina cariño— le informó su padre tratando de deshacerse de ella — ve con él y déjanos trabajar— el rostro de su padre era serio, pero nada comparado con lo que vio en la cara de Jack, el rostro de eso hombre era pura dureza. No había nada amable que resaltar en aquella expresión. Una verdadera lástima que un hombre tan atractivo estuviera tan amargado.
Su vida al parecer era complicada. Decían algunos de los integrantes del ejército que lo habían visto sin camisa que tenía más cicatrices que lunares, eso explicaba de alguna manera que no se le conociera ninguna amante o novia. A lo mejor solo era Gay y temía salir del closet... podía ser, ¿por qué no?
Arizona alejó ese tema de su mente, no era de su incumbencia la vida privada del comandante. Se acercó a su padre, le dio otro beso en la mejilla y salió con paso airado de la habitación.
El alcalde y su mano derecha continuaron con su platica sobre el “control de plagas” de la ciudad.
— Me dijo mi asistente que anoche capturaron a tres de ellos— dijo casi en un susurro el señor alcalde a Jack.
— Si señor, en estos momentos están siendo trasladados a las mazmorras del fondo del palacio de Clihsstroug. Los barrotes de hierro y los grilletes serán suficientes para detenerlos hasta que podamos interrogarlos y acabemos con ellos— presumió Jack sin apenas parpadear. —Me estoy encargando personalmente.
—Si eres tú quien se encarga, pues quedó más tranquilo. Cada vez más de esas abominaciones están entrando a la ciudad. Algo buscan. Los otros monstruos sobrenaturales nos respetan, pero esos malditos pajarracos no dejan de acecharnos— comentó el señor Richard con cara de desprecio y asco. Llevó el tabaco que tenía entre sus dedos a su boca y aspiro.
—Debemos saber que buscan señor— pero nos encargaremos así tengamos que arrancarle las plumas una por una— espetó Jack
—Así se habla muchacho, esa es la única manera de terminar con esos endemoniados bichos.
Narrador Omnisciente Arizonacamino hacia la piscina en busca de Kevin, su novio. Kevin era un chico lindo, pero se amaba a sí mismo más que a nada en el mundo. Su padre era uno de los Concejales de la ciudad, poseía una posición económica desahogada y esto no lo salvaba de ser considerado un perfecto idiota por casi todo el que tenía el gusto de conocerlo.Arizona se aburría casi siempre que pasaba tiempo con él. Pero que podía hacer, fue su propio padre quien prácticamente le había impuesto esa relación, y ella siempre había sido una chica muy obediente. Kevin no era desagradable físicamente ni tampoco inaguantable, así que ella nunca se había cuestionado el tema de dejarl
— ¿Estás bien?— su voz es fuerte e impersonal. El perfume del comandante inundó la nariz de Arizona pero estaba demasiado asustada para detenerse en este detalle.— Sí, estoy bien. ¿dónde está mi padre?— preguntó en busca de protección, no podía evitar sentir que fue parar a otros brazos equivocados.— Está en su despacho, tuvo que tomar una llamada del presidente— Arizona asiente y poniendo las dos palmas de las manos en el pecho del comandante intenta liberarse de su abrazo. Pero es totalmente inútil, es como si hubiese tratado de empujar un glacial,frío fuerte e imponente.Pasaron varios segundos en los que sólo se miraron y ella volvió a repetir— ¿Me puedes soltar?—insistió con impertinencia arq
Narrador Omnisciente La semana se fue muy rápido. Arizona asistió dos veces más a la terapia grupal. Nercy y ella volvieron hablar varias veces en presencia de otros de los chicos del grupo de ayuda. Pero la otra chica no volvió a aceptar almorzar con ella, incluso había rechazado la invitación a la casa de los Bronwbear alegando que no se sentía nada bien.Si bien era cierto que el aspecto de Nercy era cada vez más desmejorado, tenía grandes ojeras y su piel era casi traslúcida, pero aún así se le veía demasiado tranquila. Casi todo el grupo sentía pena por ella.La próxima semana no habría terapia ya que la señorita Miller estaría comprometida con otro
Narrador Omnisciente Después del episodio tan real de la fiesta, No volvió a tener este tipo de sueños. No encontraba en su mente aquello que tanto buscaba. La sensación que tanto la inquietaba había desaparecido.«Vacía»Habían pasado dos semanas desde que el comienzo de la universidad y no había ni un solo indicio de aquello que quería desesperadamente sentir. Trataba de revivir lo ocurrido en sueños anteriores cada noche antes de dormir, para que su mente fuera capaz de reproducir nuevas imagines. Despertaba aún más frustrada, y no le quedaba más remedio que fantasear despierta. Ahora si estaba comenzando a preocuparse por su salud mental.Dos veces se cruzó en el campus con Alexei, el chico que la besó en la fiesta, y no había sentido nada en absoluto. No era él a
Narrados OmniscienteDos meses después.Después de que Kevin se disculpó, habían seguido en una especie rara de relación. Él no había intentado tener intimidad con ella, y a Arizona no parecía importarle en lo más mínimo. La advertencia de ml comandante lo mantenía alejado del cuerpo de su novia. Lo cierto era que aparentaban una relación común y corriente en público, frente a sus amigos de la universidad y ante sus padres. Ya no pasaban tiempo juntos, y Kevin rara vez entraba a la exclusiva mansión Bronwbear . En las ocasiones que la trajo a casa ni siquiera había entrado.El comandante Jack era otro que no había visitado su casa desde el fin de las vacaciones de verano. Lo había v
Narrador Omnisciente Arizona lo reconoció de inmediato.Se trataba del chico que había visto en la tarde besando y abrasando a Nercy junto a la camioneta.Sus facciones eran más duras ahora que lo veía de cerca y los músculos de su torso desnudo estaban bien marcados, igual que los de sus brazos. Llevaba varios tatuajes de símbolos irreconocibles para Arizona. Parecían runas, pero no se parecían a ninguna simbología que hubiera observado antes.Sus ojos eran negros, pero se iluminaban tal como si llevaran fuego en las pupilas. Llevaba unos pantalones negros que marcaban la ve de su pelvis. Pero lo más impresionante de todo sin duda alguna eras las alas. Eran de un negro brillante, y a pesar de la lluvia no lucían desaliñadas ni húmedas.
Narrador Omnisciente Contrario de lo que pensaba, el auto no se alejó de la ciudad, sino que se adentró en el corazón de la misma. Las manzanas rodeadas de gigantes rascacielos los envolvían.Se detuvo frente a una estructura colosal de acero y vidrio, sus acompañantes la invitaron a descender.Entraron al vestíbulo del edificio y caminaron directo al ascensor.Arizona estaba mucho más tranquila, pues si le iban a hacer daño, hubiese sido mejor la cercanía al bosque; incluso arrastrarla a la periferia o a las afueras de la ciudad, no allí en el mismo centro de la zona metropolitana.Caminaron los tres en silencio hacia el ascensor, el chico iba adelante y Nercy la llevaba asida de un brazo.
Narrado Omniscente Nercy la dejó llorar y se sentó suavemente a su lado, ofreciéndole un vaso de agua.— Puedo entender que nada de esto es fácil para ti— apoyo la palma de la mano en un muslo de Arizona, haciéndola saltar.— Pero es un hecho que el arcángel que te poseyó sigue con vida, sino como te dijo Matthew ya estarías muerta— Alexa dejó el vaso en una mesa cercana y miró fijamente a la chica que le hablaba de muerte como si se tratara de fútbol— Si muere en medio de tu transformación, pues tu también morirías con él si ese fuera el caso.— ¿Estas segura que quieres que me calme?— sollozó la rubia con cara de espantada. —No creo que con esos argumentos lo logres— llevó las manos al rostro nuevamente y comenzó a llorar con fuerza otra vez — ¡Mi padre va a matarme!— diciendo esto su voz se volvió a que