Jayden se encontraba tocando la guitarra en la sala, era horrible en eso pero se esmeraba, los acordes retumbaban en toda la casa.

-¡Puedes parar!- exclamó Luke.

-Uy, lo siento nena- dice Jayden- creo que es hora de que todos nos vayamos a dormir, fue un largo día.

Era mi turno de cuidarlo, Luke había estado observandome todos los días, esperaba que algo en él se despertara, pero no.

Llegamos a su cuarto y le di ropa cómoda para que se pusiera.

-¿Segura que puedes cuidarme estando así?

-Si, tu tranquilo.

Esperaba a que hiciera algo pero se quedó inmóvil.

-¿Creés que puedes girarte?

Hice lo que me dijo, jamás creí que esas palabras salieran de su boca.

Luego de que se cambio lo ayude a acostarse.

-Debemos cambiar esas vendas.

Me acerqué a él, desinfecte su herida, lo tenía tan cerca, quería poder decirle lo mucho que me esta haciendo falta ahora. Desde la muerte de Dylan, algo en mi se quebrantó por completo, ya sea po