Ahora todo encajaba en mi mente con claridad.
Los pasaportes, el negocio ilegal, los secretos...
Secuestraban mujeres y las obligaban a prostituirse, como hicieron conmigo.
Di un paso atrás sintiendo un terrible vacío en el estómago, me mantenían siempre drogada, ahora entendía el temor y el asco que me causaba Tolmer cada vez que me tocaba, él fue uno de los que abusaba de mí casi todos los días que estuve en este lugar.
De repente sentí asco de mí, asco de saber que no solo había estado con Zecus; mi primer y el que creí único hombre, sino con cualquiera que pagó por estar dentro de mí.
Hubiera preferido no recordarlo, la verdad era cruel y dolorosa.
—Si era un prostíbulo entonces debieron haberse mudado —dijo Zecus cuando nos montamos al auto luego de un prolongado silencio—, tal vez sabían que en
Salí de mi habitación, Zecus no tardaría en llegar, escuché las voces de mis padres desde la sala, me asomé por el pasamanos de la escalera y escuché con más atención su conversación, al parecer murmuraban cosas de economía o algo así mientras cenaban, me senté contra la pared a esperar a que terminaran de comer, después de todo ellos no dejarían que me fuera a esta hora.Luego de un rato, escuché los tacones de mi madre martillar el piso, mi padre hablaba de algo en tono muy bajo, ni siquiera pude entender, la puerta principal sonó y supe que ya se había ido.Bajé las escaleras y miré por la ventana, el auto comenzaba a alejarse, debía salir rápido con Zecus si quería lograr seguirlos.—Señorita Danna, ¿a donde cree que va? —dijo July, su voz me detuvo frente a la pu
No sabía el nombre.Pero lo reconocía, el recuerdo de las reuniones anteriores donde él estaba vinieron a mi mente, él trabajaba con mi padre. Tomé a Zecus del brazo y lo jalé conmigo empujando a las personas para poder salir del local, iba directo al auto hasta que Zecus se detuvo y se volteó para mirarme.—¿Qué es lo que pasa? ¿Recordaste algo? —expuso— ¿Por qué saliste así?Ahora que miraba a mi alrededor casi no había gente.—Ese sujeto trabajaba con mi papá —dije—, creo que me reconoció.El barman que nos atendió salió del local y cruzó la calle hasta llegar hacia nosotros.—Señor, disculpe la molestia, no han pagado la cuenta y me despedirán si no cumplo mi trabajo —murmuró jugando con sus manos, Zecus asintió con la cabeza y me m
James Wester no era mi padre biológico, por eso me hizo todo lo que me hizo, pero Denis... él no debió saberlo, era el secreto de mi madre, el mejor secreto guardado de la historia, eso quería decir que Abril fue mi hermana... Todo era caótico. Me lanzaron a la cama, y caí boca abajo, sin embargo me levanté rápidamente para dar la pelea y huir, pero uno de los hombres sacó un arma, me congelé en mi sitio cuando me apuntó. —Ni se te ocurra —dijo el calvo—, solo tengo que decir que no tuve opción y te disparé, después de todo, ya te diste cuenta que para el señor James no vales nada. —Debo valer mucho si me encierra en vez de matarme —refuté—, te dieron ordenes explicitas, si me matas, también tu cabeza rodará. El otro hombre; un asiático, tomó del armario un bolso y sacó varias inyecciones que me imaginaban estaban llenas de droga. —Te encerró para poder sacarte dinero y después matarte —refutó el calvo—. Como hacen con todas las
3 MESES DESPUES.Tolmer fue atendido en urgencias y luego de que le dieron de alta, le dieron una condena de un año en prisión por estar involucrado, casi nada para todo lo que había hecho, pero no había pruebas de nada.Mi padre tuvo una condena de cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional por los cargo de homicidio, secuestro y extorción, el resto de los hombres obtuvieron cargo menores por drogas y por estar involucrados.El local fue cerrado, mi madre estaba libre porque no había pruebas que la involucraran, ella quedó a cargo del resto de las cadenas de restaurantes de mi padre y sus socios, pero decidió venderlos y con eso montar su propio Spa, nuestra relación se podría decir que volvió a ser como antes del accidente, no nos soportábamos y solo podíamos vernos en navidad, sin embargo no habían tan
EPÍLOGO.3 AÑO DESPUÉS.Había estado trabajando un tiempo siendo ayudante del doctor Jacob Brete, actualmente mi prometido desde hacía un año, y luego me volvieron a contratar como psiquiatra en el CECMO, era extraño haber sido psiquiatra, luego paciente y nuevamente psiquiatra en el mismo lugar, pero me alegraba estar bien otra vez.Me sentía relativamente normal, porque nadie era perfecto, mucho menos yo.Salí del baño limpiando mi boca con un pañuelo, había vomitado todo mi almuerzo, todavía me acostumbraba a esto, pero todavía no se notaba mi barriga, siempre creí que era estéril, es decir, jamás me protegí cuando estaba con Zecus y jamás salí embarazada, sin embargo ahora tenía varia semanas de embarazo, no le había dicho nada a Jacob, después de t
PROLOGOAbrí los ojos cuando sentí que comenzaron a agárrame por los brazos y mis piernas, forcejee por instinto, había muchas personas aglomeradas a mi alrededor pero no lograba enfocarme en ninguna, me intentaban inmovilizar aguantándome a la cama, evitando que me levantara, ¿Qué estaba pasando?-¡Tranquila Danna!, estas a salvo –escuché que alguien gritó pero entre todo el caos lo menos que me dio fue tranquilidad, ¿quien era Danna?, ¿Cómo podía estar a salvo si ellos no dejaban de forcejear conmigo?Escuchaba un ligero sonido lejano como de una maquina cardiaca pero no pude ni siquiera preguntar porque uno de los sujetos me inyecto algo en el brazo dolorosamente ocasionando que mi cabeza diera vueltas, mi visión se tornó borrosa y caí en las sombras.Abrí los ojos casi con timidez, enfrentá
Estaba consiente pero esta vez no quería abrir los ojos, tenía miedo de saber lo que me encontraría, no lograba enfocar mis pensamientos a recuerdos profundos de cómo o qué hacía en un hospital, lo único que podía recordar era a los sujetos malos que al parecer eran doctores, la señora y aquel muchacho, todo lo demás estaba revuelto en mi mente.Gemí al sentir un pinchazo en mi brazo, y por inercia abrí los ojos encontrándome con el doctor Roques, él también parecía un poco sorprendido de que estuviera consiente, rápidamente mantuvo la compostura y me brindó una especie de ligera sonrisa cuando terminó de extraer mi sangre y sacó la aguja de la jeringa de mi brazo.-Hola, ¿Cómo te sientes? –preguntó, mis ojos miraron mi nariz donde la mascarilla me inducía oxígeno, el doctor se d
-Es el mejor dibujo que hubiera visto Zecus –dije-, me encanta esa película.Estaba sosteniendo el dibujo de Victor, detallando los detalles de sus ojos y de su vestimenta, podía sentir la alegría, de verdad estaba emocionada.-Lo hice para ti, Doctora Sirena –escuché en la oscuridad.Cuando alcé la mirada del dibujo para ver a Zecus, todo se esfumó, y abrí los ojos sobresaltada encontrándome con la habitación de paredes casi blancas. Esa voz se repetía y se repetía en mi cabeza, diciendo esas palabras, se sentía tan real, estaba segura que había sido un recuerdo, podía volver a recordar de lo que se trataba mi vida, tal vez Zecus era un paciente del hospital, después de todo yo era médico, puede que estaba haciendo mi especialidad en pediatría, por eso me dio aquel dibujo, era un niño, por eso