Capítulo 34 ¡Sal de allí de inmediato! ¿Qué hace Diego aquí en tu casa? Lo que es más importante, ¿qué estabas dejando que él te hiciera? Luis sentía que desde que llego a esta casa había sido vilmente menospreciado y no había algo que lo sacara de sus casillas que ser objeto de desprecios. Ya habían llegado al salón cuando Manuela se soltó de su agarre.— ¿Qué te pasa Luis? ¡Suéltame!Ella comenzó a darse masajes en su muñeca adolorida —Eso quiero saber yo Manuela! ¿Qué es lo que pasa? ¡Explícate! ¿Qué hace ese hombre aquí en esta casa? Manuela bajo la mirada y musito— ¡Él está viviendo aquí! — ¿Cómo dices? ¿Vive aquí contigo en la misma casa? — La mirada de Luis ardía de ira al saber que su oponente estaba tan cerca de Manuela, y que está descarada, lo admitía a su lado —Manuela, ¿cuándo te volviste tan depravada? ¿Cómo puedes vivir en la misma casa que tu exesposo?—le señaló con altanería El rostro de Manuela se puso cada vez más pálido. En el tiempo en que se conocían Luis n
Capítulo 35 Tu dinero es lo único que a él le interesa. Luis tuvo que salir corriendo de la casa de Manuela, tenía que Lizeth fuera hasta allí a formar un escándalo y confesara lo que él escondía de ella. Al llegar a la entrada la encontró de pie frente al portón de entrada y se la llevó a rastras hacia su vehículo. ¡Vete a casa y espérame allí! ¡Voy detrás de ti!Llegaron a la residencia de Lizeth casi simultáneamente él y ella. La mujer estaba enardecida con su rechazo constante. Él no respondía a sus llamadas. No regreso a verla. No la atendió en el hotel. Por esa razón, sumado a una llamada de Sabrina, no tuvo más opción que seguirlo hasta la mansión de Los Sánchez. El muy maldito estuvo un buen rato allí con esa mujer.La llamada de Sabrina fue para insultarla y decirle que debía quedarse tranquila, mientras Luis trataba de solucionar el problema de su empresa, que todos debían apoyarlo, ya que en este momento él estaba tratando de sacar adelante el negocio de su familia. Lo qu
Capítulo 36 ¡Aquí hay una mujer que dice ser tu esposa!—Es mi esposo. —le dijo sacudiéndose del agarre del personal de seguridad— ¿Qué se puede esperar de un marido y su mujer?Manuela estaba hirviendo de rabia. Por otro lado, un gran pesar sacudió su corazón, su alma. De pronto su mundo se vino abajo. Es que todas las personas que conocían tenían que engañarla ¿Qué había hecho para que esto fuese así? ¿A quién le hizo mal? — reacciono de inmediato tenía que escuchar primero a LuisSaco su teléfono del bolsillo de su pantalón, mientras veía como la mujer quería soltarse de las manos del personal y estos la retenían. Envuelta en una gran pena por la desconfianza que de pronto se anidó en su alma, marco su número de teléfono, al instante él le atendió. Con la voz quebrada, tuvo que preguntarle, sentía que debía darle el beneficio de la duda.—Luis… Hay una mujer aquí que dice ser tu esposa ¿Qué significa eso?—hubo un momento de silencio del otro ladoLuis se quedó helado, no imaginó q
Capítulo 37 ¡Me darás otra oportunidad!Luis había vuelto a salir de casa de Manuela con Lizeth, eso pensó, él se estaba haciendo una costumbre. Esta era la segunda vez que lo hacía. Solo que ahora lo consumía una rabia asesina. estaba viendo como esta maldita mujer frustraba sus planes — ¿Qué hiciste inconsciente? ¿Tienes la menor idea de lo que acabas de hacer?—la reprendió con severidad— ¡No me importa nada! ¡Solo me importas tú! ¡No te quiero perder y ella lo hará, te arrebatará de mi lado! ¡No me quedará otra opción que morir!—le dijo desafiante— ¡Entonces muere! ¡Hazlo ya! ¡Acaba con este acoso que me obligas a vivir! ¡Termina de comprender que se acabó! ¡No te quiero a mi lado! ¡Mi futuro es Manuela Sánchez! ¡No volveré contigo nunca más! ¿Lo entiendes? ¡Hagas lo que hagas, no lo haré!—le dijo con irritación y algo desesperado—¡Luis recapacita!—Lizeth tenía que tranquilizarlo, exponerle sus inquietudes, hacer que la entendiera— ¿Quién te entenderá como yo lo hago? ¡Dime! ¿Q
Capítulo 38 ¡No puedo tener hijos! — ¡Debes creerme Manuela! ¡Jamás te traicionaría! ¡Me sucedió como a ti misma! ¡Ambos hemos sido desafortunados en nuestro primer matrimonio! ¡Me casé muy joven con Lizeth, en contra de mi familia! ¡Estábamos estudiando los dos! ¡Demonios! Me siento fatal con todo esto!Ninguno de los dos ni siquiera habían tocado la taza de café que estaba en la mesa frente a ellos.— Creo que lo hice porque ellos no la querían a mi lado y deseaba rebelarme de su dominio. Las cosas no marcharon bien con ella y mis padres no me dieron más dinero, además sus actitudes comenzaron a ser… anormales. — ¿Anormales? ¿A qué te refieres? —Manuela lo miro inquisitiva, deseaba creerle, en verdad quería que alguien en que confiaba no le fallara— ¡ya lo has visto en tu casa! Su conducta con el tiempo es lo más parecido a una atracción fatal. Con los años he tratado de que me deje en paz, le he dado dinero, lujos, comodidades, la envié a un centro médico en el extranjero par
Capítulo 39 ¡Vaya suerte que tienes Manuela! —Seguiremos hablando otro día, ahora lo importante es el financiamiento al decir esto último miro la hora en el teléfono y se levantó. Luis, al ver que se levantaba dejando la mesa, se acercó sujetándola con firmeza, tratando de rodearla con sus brazos —Para mí lo más relevante somos tú y yo y nuestro amor—le intento afirmar— Entiéndelo amor, nada es más relevante para mí que recuperar tu fe y tu confianza—Luis presentía que algo pasaba, las cosas no estaban saliendo como pensó, Manuela estaba rara, menos dócil, menos cariñosa. Si bien es cierto que entre ellos nunca había existido una pasión desbordante, también es cierto que ella siempre lo trató con amabilidad, nunca con la misma indiferencia como ahora. Ella debería estar empeñada en aclarar las cosas, no obstante parecía que aún no le perdonaba lo de Lizeth. —Escucha Luis o nos vamos enseguida o tendrás que resolver tú solo la discrepancia en el proyecto. Con el escándalo de tu exesp
Capítulo 40 ¡Voy a buscar a Manuela!Manuela sintió que se había bebido el champán demasiado rápido. La decepción que sentía por ella misma y su suerte la hizo acudir a un bar cercano. Salió de prisa dejando al imbécil allí, hablando con su hermana de los sacrificios que tenía que hacer con la exesposa loca y con ella.No pensó en nada más, sino en mandarlo al demonio. No le daría el gusto de verla humillada frente a él. La preguntas importante sobre todo la de desde cuando la engañaba invadió su mente ¿Acaso todo fue falso desde el principio? Quizás Diego tenía la razón sobre él, porque ambos eran iguales y buscaban satisfacer los mismos intereses.Su teléfono sonó insistentemente hasta que lo apago. Estaba decepcionada de todos los hombres que conocía y que le habían prestado atención en alguna ocasión en su vida. Entre ellos estaban su padre, Diego, Luis… y la decepciono más el que la lista fuera tan corta. No había vivido nada en absoluto. Allí estaba el error, había conocido poco
Capítulo 41 Una noche juntosHabía alguien muy parecido a Diego Moran frente a Manuela. Ella se sentía un poco mareada y además estaba tratando de combatir la depresión que había amenazado con hacer presa de ella durante todo el día.Rápidamente, se quitó los zapatos y disfruto de la frialdad del suelo bajo sus pies desnudos mientras ingería otra copa del delicioso líquido. Hace tiempo que no hacía eso y le estaba encantando. Cerró los ojos con fuerza, pero todavía esa figura alta seguía frente a ella. Contemplo su cabello negrísimo, sus ojos que la miraban fijamente, su presencia devastadora… Justo así como la primera vez que lo vio y le impacto siendo una adolescente y él un hombre de más de veinte años.Nunca más hombre alguno la impresiono tanto como Diego. Era diferente a los demás. Tenía una especie de magnetismo sensual mortal, haciendo que las féminas desearan tenerlo.Por eso no pudo creer que después de años de gustarle ese hombre, ya siendo una adulta, él le propuso matrimo