Capítulo 61 ¡No somos pareja! ¡Solo padres!— ¿A qué viene eso, Isabella, nunca te caí bien?— ¡No tenías que caerme bien a mí, mi hijo te ama, te adora! Él ha demostrado que te ama solo a ti, lo de Lizeth fue una locura, el tiempo ha demostrado que tenía razón en oponerme, ella no está cuerda. Una madre casi nunca se equivoca!—Entonces a lo mejor es cierto que yo no soy la mejor pareja de Luis, ya te caía mal—Hay diferencias, Lizeth mostraba indicios de no ser normal, ambos estaban muy jóvenes, contigo no tengo ese tipo de problemas y mi hijo te ama. Ambos tienen la edad y la experiencia suficiente para saber qué hacer—Solo hay un problema Isabella. Me he dado cuenta de que no lo amo, y no quiero compromisos de ningún tipo, he decidido concentrarme en mi hijo— ¿Lo criarás sola? ¿Y en cuanto a la figura paterna que todo niño necesita?—El padre ya sabe de él, y estará pendiente, eso me basta por ahora. No te preocupes por nosotros, Luis, tiene que rehacer su vida, buscar a alguien
Capítulo 62 ¡Espero hayas aprendido la lección! Casi que dormida, Manuela murmuro unas palabras expresando sus sentimientos: — ¡Te agradezco todo lo que has hecho por mí y mi, bebé, pero eso no borra lo que sucedió en el pasado, ni que hayas roto mi corazón amándote tanto!El trago, con dificultad, la entendía por completo, no era fácil borrar el haber sido un marido desatento, peor aún, un esposo acusado de la infidelidad. Superando todo eso, él debía intentar reconquistarla, lo intentaría una y otra vez, las veces que fuera necesario, lucharía, haría un mayor esfuerzo cada día más, no se dejaría vencer, mucho menos ahora que venía en camino su hijo.Entendía de sobra que su relación fracasó, no por falta de amor de ambas partes, se debió a que fue un bruto, inconsciente, dio todo por sentado, creyó que el amor de ella siempre estaría allí.Por ahora, necesitaba hablar con Manuela, no quería seguir con ese estigma de hombre infiel, debía aclararle todo, sabía que eso era lo que más
Capítulo 63 ¡Me voy a tranquilizar cuando lo vea! La luz natural que se filtraba por la ventana iluminaba el salón de la casa familiar de los Dorantes. La risa sarcástica de Luis Dorantes de pie frente a la ventana observando repetitivamente el video donde golpeaban a Diego era incontenible, solo se detuvo cuando escucho que alguien venía. Cuando entraron Isabela y Sabrina, con cara de mal humor, ni siquiera pensó en preguntarles nada, estaba cansado de sus ofensas. — ¿Qué haces aquí, muchacho tonto?, ¡Tú deberías estar allá con Manuela, demostrándole tu devoción! Ahora ella es nuestra única opción, pronto todos se enterarán de nuestra situación, ya no hay tiempo de buscar otra heredera—dijo con desánimo —No puedo hacer eso mamá, allí está Diego y no hace más que amenazarme con golpearme—le dijo recordando eso con malhumor— además Manuela me ha echado de allí. ¡Entiéndelo!, ¡Ninguno de ellos me quiere allí.! Y ustedes, ¿Por qué no es tan allí? ¡No dijeron que irían a hablar con el
Capítulo 64 ¡En el futuro te llamaré tonto!En la sala de emergencia, la atmosfera se sentía tensa. Manuela nunca se habría imaginado esta escena. Diego estaba sentado en una camilla y un personal asistencial le curaba las heridas, cerca de el en distintas camillas estaban sus dos guardaespaldas de confianza un poco menos lastimados.Al verlo todo golpeado, el corazón de Manuela se conmovió, aún estaba abrumada por la incredulidad. Para complacer, Elías había venido en una silla de ruedas, pero al verlo se levantó y fue hacia él, trato de no estorbar al personal, pero tenía que verlo de cerca, saber que estaba bien.—Diego, ¿qué sucedió? —su voz sonaba desesperada, su corazón se le aceleró, se acercó más a él y levanto una mano tocando el rostro magullado de élDiego miró duramente a Elías, este se encogió de hombros, luego él dirigiéndose hacia Manuela con voz conciliadora le dijo con firmeza— No tienes por qué preocuparte por mí, estoy bien, solo son heridas superficiales. La pregun
Capítulo 65 ¡Ninguno de ustedes confió en mí! El escándalo que hizo Margarita atrajo muchas personas, incluyendo al personal médico, asistencial. Ya estaban todos muy cerca de ellos. Se escuchaban los comentarios y opiniones. — ¡Mamá, después hablaré contigo! ¡Aarón, por favor acompáñala al automóvil!—solicito Diego — ¡Sí, señor —en realidad Aarón detestaba esta parte de su trabajo, la anciana señora Moran siempre lo ofendía a diestra y siniestra durante todo el camino cada vez que la acompañaba, así que le dio una patada imaginaria a su jefe por el trasero—¡Vamos, señora Moran! —¡No me iré, mi hijo está herido, me quedaré con él, a nadie más le importa él!—comenzó a llorar Margarita Aarón la contemplo como siempre la reina del drama, pensó en su mente, esta señora ni siquiera ayudaba en nada, solo perturbaba las cosas. Además, el que la conocía ya no le creía nada de lo que hacía o decía, solo quería que su hijo hiciera su voluntad, sin pensar en que este era un hombre hecho y d
Capítulo 66 ¡Sé que fuiste tú el que ordeno que me atacaran!Elías observaba a su hija, con una mezcla de preocupación y ternura. Sus ojos reflejaban una profunda tristeza que él no podía ignorar. La voz de la joven temblaba mientras hablaba, y su cuerpo se encontraba en un estado de agitación constante. — ¡Todo ya paso! ¡Me disculpo por mis errores! Ahora, escúchame bien. Los médicos dicen que es posible que puedas ir a casa mañana. Pero para que eso suceda, debes calmarte y descansar. Si sigues tan nerviosa, tu recuperación se retrasará.—Tienes razón, papá. Haré todo lo posible para tranquilizarme. Quiero ir a casa y volver a mi vida normal.—Yo también quiero que vuelvas a casa, pero quiero que lo hagas sana y fuerte. Así que, por favor, obedece a los médicos y cuídate mucho.—Lo haré, papá. Te lo prometo. ¡Me cuidaré! ¡Necesito que dejen de preocuparse!—Siempre me preocuparé por ti, niña tonta, soy tu padre. Por cierto, llamo René, todo está bien por la casa. Tu abuelo y él te e
Capítulo 67 ¿Estás dispuesta a que lo intentemos de nuevo?Al día siguiente Manuela fue dada de alta y fueron todos a la casa de Elías. Al llegar a la casa Diego no la dejo caminar, la llevo cargada desde el automóvil hasta su habitación. Él insistía en llevarla en brazos, y ella sentía esos brazos como hierro candente en su piel, además su cercanía la tenía loca. Debían ser las hormonas del embarazo.Ella insistió en que la bajara y que de ningún modo se acostaría, no estaba enferma, le decía, pero él insistía en que debía hacerlo, Ni siquiera le dio tiempo de saludar a René que estaba en la puerta esperándola.—No estoy enferma, me siento bien. Diego, los médicos no me indicaron que debía estar acostada todo el día—le insistió Manuela, totalmente furiosa—Colabora Manuela, estás siendo muy infantil—le decía él tranquilamente mientras aparentemente la llevaba en brazos sin demostrar ningún esfuerzo físico— ¡Bájame Diego! Tienes una costilla rota, te vas a lastimar— ¡Para nada cariñ
Capítulo 68 ¡Ustedes dos, me quieren volver loca!Manuela no dijo nada más. Durante mucho tiempo guardo silencio. Y Diego no la incito a responder. En realidad había esperado que pudieran mantener una relación amistosa por su hijo, Establecer una relación amistosa, o algo parecido, era quizás la mejor opción, pero Diego quería ir más allá. No sabía qué pensar. Quizás… algunas heridas no pueden ser curadas – pensó con expresión amarga.Un poco más tarde no se había podido concentrar en la película. Recostada en su ´pecho, con el cuerpo pegado al suyo. No podía considerarse el mejor modo de concentrarse. Después de sus últimas palabras, él se volvió a recostar y volvió a colocar la cabeza de ella en su pecho.Dado que tenía los primeros botones abiertos de su camisa, la mejilla de Manuela estaba en contacto con su piel cálida y sentía sus pectorales. Un lado de su cuerpo tocaba el de él. No sabía dónde poner uno de sus brazos, si lo colocaba en su cintura, habría mucha más intimidad, as