Capítulo 52 ¿Ya lo sabe el padre del bebe?—Si usted lo autoriza me gustaría hacerle de inmediato una prueba de embarazo—le anuncio el médico— es solo para confirmarlo, porque estoy seguro de que debe de estar embarazada, aunque debe ser reciente por la fecha de la última menstruación. Y los problemas en su periodo menstrual—Sí, he tenido problemas con la menstruación, incluso…— ¿Sí?—Mis dos últimas menstruaciones fueron muy escasas, pero tengo que decirle que eso no puede ser… Yo durante dos años estuve tratando de tener hijos y eso no fue posible, el médico me dijo que al parecer mi cuerpo estaba imposibilitado de concebir —ella se dijo a sí misma que aquel hombre tenía que estar equivocado…—Hagamos la prueba de sangre y aclaremos esto, porque estoy bastante seguro de que está embarazada, señora—le indico el médico confiado en su diagnóstico—Será inútil doctor, como le explique, lo intente durante algún tiempo y mi cuerpo se negó a concebir a pesar de no existir ningún problema
Capítulo 53 Unos celos incontrolables —Yo… Diego… yo estoy embarazada— lo dijo de una vez, no podía contenerse, tenía que decírselo rápido, quizás no compartiera su alegría dada su separación, pero él debía saber que ella estaba esperando a su hijo, era lo justo —No me había dado cuenta de lo que pasaba. Los síntomas del embarazo me pasaron desapercibidos. Nunca he tenido problemas de salud y estaba convencida de que las náuseas eran por un virus. —continuo ella diciendo al ver que él se quedaba callado. Diego se paralizó, ya no la estaba escuchando. No podía mirarla. No podía hacerlo. Una furia ciega se lo impedía. Dios… llevaba el hijo de otro hombre en su vientre. La mera idea lo llenaba de antipatía. Se había sumergido en un mundo de horror que lentamente se iba transformando en furia, hasta hervirle la sangre. Diego pensó que se estaba muriendo, se había dejado encandilar por un sueño, su sueño era reconquistarla, volver con ella, después que estuvieron juntos esa noche pensó
Capítulo 54 ¡Contigo quería hablar!— ¿Cómo dices le pregunto extrañada? —Pronuncio esas palabras cuando pudo hablar, su respiración se había alterado por un momento haciendo que su pulso también se alterase, logro calmarse para pedir que le aclarará su pregunta, — ¿De qué hablas Luis?Elías al escuchar quién era se fue a su habitación. No veía la hora en que ese tipejo desapareciera.— ¿Estás embarazada?Manuela se quedó pensativa, casi se atraganta cuando escucho sus palabras al otro lado del teléfono. Se quedó sin saber qué responderle a continuación. Aún no se acostumbraba a ese milagro y esa noticia era algo muy personal. ¿Cómo habría averiguado eso este hombre? ¿Acaso fue…? ¿Diego? Él seguía sin reaccionar, acaso sospechaba….— ¿Quién te dijo eso? —le pregunto para hacer algo de tiempo—Eso no es lo importante, dime que no es cierto y si es cierto ¿Quién es el padre? Sé que no es cierto, me dijiste que no podrías tener hijos Manuela ¿Qué es todo esto? ¡No te reconozco! ¡Tengo fe
Capítulo 55 ¡No quiero tener nada que ver con esa mujer!Aarón, que acababa de salir de la oficina de Diego para consultar algo e ir hasta la oficina de Manuela, la vio tratando de escabullirse y también vio a Margarita Moran atrapándola. Pensando en que hacer, se quedó parado como si fuera una estatua ¿Cómo ofender a esta gran dama, la madre de su jefe?— ¿A dónde crees que vas? ¡Detente allí mismo! ¡De aquí no te vas sin escucharme! —Margarita vivía jactándose de su clase y distinción, pero con cada alarido que pegaba comenzó a atraer a algunos empleados y se iban sumando cada vez más mirones.Manuela se sacudió del agarre de Margarita. — ¿Ahora que desea, señora? ¿Qué es lo que quiere?, su respuesta fue en un buen tono, sin perder la dignidad frente al personal.—su voz sonaba cansada— ¿Cómo es posible que te hayas encargado de los negocios de tus padres desde aquí mismo, tan cerca de Diego? ¡De verdad que eres astuta! ¿Quieren seguir cerca de él y tenerlo a su servicio, seguir exp
Capítulo 56 ¡No puedes volver con esa mujer! Para Diego el tiempo transcurrió lentamente en el pasillo del hospital, sin que nadie saliera a explicarle nada. Para su desgracia vio llegar a su madre con Rosalía. —¿Qué hacen ustedes dos aquí?—Es lo mismo que te pregunto yo hijo! ¡Esa mujer tiene a su padre! ¿Ya lo llamaste? ¡Tú no tienes por qué perder el tiempo aquí!— ¡Mama! ¡Váyanse de aquí! —suspiro con impotenciaLa expresión de Diego era un poco fría. Margarita se entristeció al ver el tono en que se dirigía a ella, su amado hijo.— ¡No me iré hasta que te vengas conmigo! Llama a Elías y habrás cumplido con ella—los ojos de Margarita se humedecieron y comenzó a llorar tratando de convencer a su hijo con sus lágrimasAarón, que se había apartado hacia un rincón en cuanto llegaron ellas, movió los ojos hacia arriba. Ese era el viejo truco de la Señora Moran ¡Otra vez!—Dime una cosa mamá que le hiciste o dijiste a Manuela para que ella se desmayara, ¿estaban peleando de nuevo?— ¿
Capítulo 57 ¿No te basta con los golpes que te he dado?Al día siguiente, tanto Elías como Diego, salieron un momento a arreglar problemas administrativos, tomarse un café y traerle algo de comer a Manuela.Ella le insistió a Diego que él debería irse a trabajar, pero él fue enfático al decirle que no hablarían más de eso, señalando que no los dejaría a ella ni a Elías. Agrego que era su compromiso moral.La incomodidad se acrecentaba en ella con la presencia de él. No podían hablar claramente. Eran como dos desconocidos que podrian perfectamente hablar del clima, aunque se podía sentir la tensión en el ambiente.Mientras ella esperaba su regreso en actitud pensativa, observando hacia la ventana, con las manos colocadas en su vientre. Una voz la distrajo.— ¡Hermosa! ¿Cómo estás? —Luis se disfrazó con un rostro amable, escondió su ira y su desprecio hacia quien lo había engañado y le fue infiel, y mostró una preocupación que no sentía verdaderamente—Fui a tu oficina y me enteré hoy d
Capítulo 58 ¡Tú eres el padre del niño! — ¡Yo solo venía a darte las gracias por lo que has hecho por Manuela! ¡Ya ella me contó! Desgraciadamente, no puedo quedarme, supe lo de Manuela estando en el aeropuerto, vine lo más pronto que pude, hay muchas cosas con el proyecto conjunto que necesitan mi intervención. — ¡Ja! ¡Qué amor tan grande tienes por Manuela! ¡Apenas te necesita te vas! —le dijo irónico — ¡Ya se lo expliqué a ella y está de acuerdo! ¡Me he ausentado mucho tiempo de la empresa! ¡Ya me aseguré de que ella y el niño estén bien! ¡Estaré pendiente diariamente! ¡Volveré en cuanto sea posible! Diego seguía dándole la espalda a Luis, se resistía a verlo de frente, lo consideraba un oportunista y un rastrero, si se daba la vuelta y no le rompía la cara como deseaba era porque todavía le quedaba algo de autocontrol y este era un sitio público. Por su parte, Luis internamente tenía muchas ganas de salir corriendo de allí ante la amenaza que presentía de ese energúmeno. Vení
Capítulo 59 ¡El amor siempre encuentra el camino!Diego sintió un torbellino de emociones complejas, su corazón golpeaba con fuerza en su pecho, sus manos temblaban, un sudor frío lo recorrió por todo el cuerpo, de pronto pensó que podía alcanzar la felicidad, el sol, las estrellas, pero aún se sintió incrédulo— ¡Cálmate Manuela! ¡Sabes que no puedes alterarte así! —le susurro con la voz ronca, angustiado e inquieto, pero sin olvidar lo que ella dijo— ¿Qué dijiste? ¡Repite lo que dijiste! —le rogó todavía sin poderlo creer Manuela, pensando que todavía no le creía, totalmente fuera de sí misma, iba a mandarle al demonio, ya lo había intentado por el bien de su hijo, en el futuro su hijo no tendría nada que reclamarle.A punto de que ella lo mandara al infierno, el teléfono de Diego comenzó a sonar insistentemente, él todavía la miraba esperando que le respondiera ajeno a todo lo demás, nada era más importante, solo quería volver a escuchar esas palabras, algo que le indicara que no