Capítulo 57 ¿No te basta con los golpes que te he dado?Al día siguiente, tanto Elías como Diego, salieron un momento a arreglar problemas administrativos, tomarse un café y traerle algo de comer a Manuela.Ella le insistió a Diego que él debería irse a trabajar, pero él fue enfático al decirle que no hablarían más de eso, señalando que no los dejaría a ella ni a Elías. Agrego que era su compromiso moral.La incomodidad se acrecentaba en ella con la presencia de él. No podían hablar claramente. Eran como dos desconocidos que podrian perfectamente hablar del clima, aunque se podía sentir la tensión en el ambiente.Mientras ella esperaba su regreso en actitud pensativa, observando hacia la ventana, con las manos colocadas en su vientre. Una voz la distrajo.— ¡Hermosa! ¿Cómo estás? —Luis se disfrazó con un rostro amable, escondió su ira y su desprecio hacia quien lo había engañado y le fue infiel, y mostró una preocupación que no sentía verdaderamente—Fui a tu oficina y me enteré hoy d
Capítulo 58 ¡Tú eres el padre del niño! — ¡Yo solo venía a darte las gracias por lo que has hecho por Manuela! ¡Ya ella me contó! Desgraciadamente, no puedo quedarme, supe lo de Manuela estando en el aeropuerto, vine lo más pronto que pude, hay muchas cosas con el proyecto conjunto que necesitan mi intervención. — ¡Ja! ¡Qué amor tan grande tienes por Manuela! ¡Apenas te necesita te vas! —le dijo irónico — ¡Ya se lo expliqué a ella y está de acuerdo! ¡Me he ausentado mucho tiempo de la empresa! ¡Ya me aseguré de que ella y el niño estén bien! ¡Estaré pendiente diariamente! ¡Volveré en cuanto sea posible! Diego seguía dándole la espalda a Luis, se resistía a verlo de frente, lo consideraba un oportunista y un rastrero, si se daba la vuelta y no le rompía la cara como deseaba era porque todavía le quedaba algo de autocontrol y este era un sitio público. Por su parte, Luis internamente tenía muchas ganas de salir corriendo de allí ante la amenaza que presentía de ese energúmeno. Vení
Capítulo 59 ¡El amor siempre encuentra el camino!Diego sintió un torbellino de emociones complejas, su corazón golpeaba con fuerza en su pecho, sus manos temblaban, un sudor frío lo recorrió por todo el cuerpo, de pronto pensó que podía alcanzar la felicidad, el sol, las estrellas, pero aún se sintió incrédulo— ¡Cálmate Manuela! ¡Sabes que no puedes alterarte así! —le susurro con la voz ronca, angustiado e inquieto, pero sin olvidar lo que ella dijo— ¿Qué dijiste? ¡Repite lo que dijiste! —le rogó todavía sin poderlo creer Manuela, pensando que todavía no le creía, totalmente fuera de sí misma, iba a mandarle al demonio, ya lo había intentado por el bien de su hijo, en el futuro su hijo no tendría nada que reclamarle.A punto de que ella lo mandara al infierno, el teléfono de Diego comenzó a sonar insistentemente, él todavía la miraba esperando que le respondiera ajeno a todo lo demás, nada era más importante, solo quería volver a escuchar esas palabras, algo que le indicara que no
Capítulo 60 ¡Esa relación no tenía ningún futuro! Desde que Diego tuvo la confirmación de que el niño que esperaba Manuela era suyo, se sentía que caminaba flotando entre las nubes. No había nada más que le preocupara solo su hijo. Estaba claro que Manuela no lo había aceptado totalmente, pero le demostraría que podía ser el hombre que ella y el bebé necesitaban a su lado. Justo en el momento, en que estaba dispuesto a salir un momento para realizar gestiones, administrativas y a hablar con Aarón, llego Sabrina junto a Isabella, su madre. Ambas no tardaron mucho en entrar a la habitación creyéndose dueñas del lugar. Manuela cuando las vio emitió un gemido interno, en estos momentos lo menos que deseaba era ver a ninguna de las dos mujeres. — ¿Cómo estás? —Le dijo la aparentemente afligida Isabella con los ojos húmedos en lágrimas, acercándose a su lado y tomando sus manos. Me dijo Luis que estabas hospitalizada, también me informo de tu embarazo, ¡Estoy tan feliz! Por fin tendré u
Capítulo 61 ¡No somos pareja! ¡Solo padres!— ¿A qué viene eso, Isabella, nunca te caí bien?— ¡No tenías que caerme bien a mí, mi hijo te ama, te adora! Él ha demostrado que te ama solo a ti, lo de Lizeth fue una locura, el tiempo ha demostrado que tenía razón en oponerme, ella no está cuerda. Una madre casi nunca se equivoca!—Entonces a lo mejor es cierto que yo no soy la mejor pareja de Luis, ya te caía mal—Hay diferencias, Lizeth mostraba indicios de no ser normal, ambos estaban muy jóvenes, contigo no tengo ese tipo de problemas y mi hijo te ama. Ambos tienen la edad y la experiencia suficiente para saber qué hacer—Solo hay un problema Isabella. Me he dado cuenta de que no lo amo, y no quiero compromisos de ningún tipo, he decidido concentrarme en mi hijo— ¿Lo criarás sola? ¿Y en cuanto a la figura paterna que todo niño necesita?—El padre ya sabe de él, y estará pendiente, eso me basta por ahora. No te preocupes por nosotros, Luis, tiene que rehacer su vida, buscar a alguien
Capítulo 62 ¡Espero hayas aprendido la lección! Casi que dormida, Manuela murmuro unas palabras expresando sus sentimientos: — ¡Te agradezco todo lo que has hecho por mí y mi, bebé, pero eso no borra lo que sucedió en el pasado, ni que hayas roto mi corazón amándote tanto!El trago, con dificultad, la entendía por completo, no era fácil borrar el haber sido un marido desatento, peor aún, un esposo acusado de la infidelidad. Superando todo eso, él debía intentar reconquistarla, lo intentaría una y otra vez, las veces que fuera necesario, lucharía, haría un mayor esfuerzo cada día más, no se dejaría vencer, mucho menos ahora que venía en camino su hijo.Entendía de sobra que su relación fracasó, no por falta de amor de ambas partes, se debió a que fue un bruto, inconsciente, dio todo por sentado, creyó que el amor de ella siempre estaría allí.Por ahora, necesitaba hablar con Manuela, no quería seguir con ese estigma de hombre infiel, debía aclararle todo, sabía que eso era lo que más
Capítulo 63 ¡Me voy a tranquilizar cuando lo vea! La luz natural que se filtraba por la ventana iluminaba el salón de la casa familiar de los Dorantes. La risa sarcástica de Luis Dorantes de pie frente a la ventana observando repetitivamente el video donde golpeaban a Diego era incontenible, solo se detuvo cuando escucho que alguien venía. Cuando entraron Isabela y Sabrina, con cara de mal humor, ni siquiera pensó en preguntarles nada, estaba cansado de sus ofensas. — ¿Qué haces aquí, muchacho tonto?, ¡Tú deberías estar allá con Manuela, demostrándole tu devoción! Ahora ella es nuestra única opción, pronto todos se enterarán de nuestra situación, ya no hay tiempo de buscar otra heredera—dijo con desánimo —No puedo hacer eso mamá, allí está Diego y no hace más que amenazarme con golpearme—le dijo recordando eso con malhumor— además Manuela me ha echado de allí. ¡Entiéndelo!, ¡Ninguno de ellos me quiere allí.! Y ustedes, ¿Por qué no es tan allí? ¡No dijeron que irían a hablar con el
Capítulo 64 ¡En el futuro te llamaré tonto!En la sala de emergencia, la atmosfera se sentía tensa. Manuela nunca se habría imaginado esta escena. Diego estaba sentado en una camilla y un personal asistencial le curaba las heridas, cerca de el en distintas camillas estaban sus dos guardaespaldas de confianza un poco menos lastimados.Al verlo todo golpeado, el corazón de Manuela se conmovió, aún estaba abrumada por la incredulidad. Para complacer, Elías había venido en una silla de ruedas, pero al verlo se levantó y fue hacia él, trato de no estorbar al personal, pero tenía que verlo de cerca, saber que estaba bien.—Diego, ¿qué sucedió? —su voz sonaba desesperada, su corazón se le aceleró, se acercó más a él y levanto una mano tocando el rostro magullado de élDiego miró duramente a Elías, este se encogió de hombros, luego él dirigiéndose hacia Manuela con voz conciliadora le dijo con firmeza— No tienes por qué preocuparte por mí, estoy bien, solo son heridas superficiales. La pregun