Axel vio que Sasha despertaba de a poco. Tenía entre sus dedos un cigarro y en la otra un vaso de alcohol que pidió especialmente para ver ese momento. Podía ser temprano en la mañana, sin embargo, ver a esa chica de pelo castaño y rizos rebeldes le dio una sensación de orgullo y no dejaría que ella se marchara tan fácilmente de su lado. Eso sí que no. La iba a poseer de una y mil formas y si tenía que obligarla a que estuvieran juntos, no le importaba. Si tenía que obligarla, lo haría.
— Señor —una de sus sirvientas tocó la puerta—, ¿puedo entrar?
— Sí —respondió sin dejar de mirar a la chica que se movía por la habitación en busca de una salida—. ¿Qué pasó?
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Abrió como pudo la boca, puesto que todavía Axel tenía su mentón entre sus manos. Le fue dando de comer, grandes bocados.— Por favor, me quiero ir de aquí —sollozó, aun así, siguió comiendo—. Déjeme ir.— Todavía no puedo darte la libertad que quieres.— Esto que me estás haciendo no es justo. Ni siquiera te conozco… ¿Eres familiar de Emely? —sus labios temblaron—. Le diré a mi papá que me cambie de universidad si ella no quiere verme…—¿Quién es ella? —el interés en su voz no pasó desapercibido—. Habla.— Es una de las chicas que siempre me molesta —sus mejillas estaban rojas—. Yo nunca le he hecho algo, pero ellas siempre me molestan y no quiero que después…— No sé de quién diablos me estás hablando —acercó un poco más el plato hacia el ángel—. No quiero que después estés desmayándote por la falta de comida.— Eso no pasará —susurró con más deseo de ponerse a llorar—. Esto que me está haciendo no tiene ningún sentido.— Para mí todo tiene sentido —limpió los labios de la pequeña—.
Sasha se removió en la cama, luego abrazó la almohada y sintió en ese momento que algo andaba mal. Abrió los ojos lentamente, dándose cuenta de que esa no era su habitación, porque sus paredes eran oscuras a comparación a esas. Había una hermosa vista, sin embargo, seguía sintiendo que algo no estaba en su lugar. Pasó saliva en seco al darse cuenta de que estaba en la habitación de un hotel, desnuda y sin saber cómo llegó ahí.— Mi celular —envolvió la sábana alrededor de su cuerpo—. Mi papá va a matarme.Su ropa estaba por todas partes, y eso no era nada bueno. Estar desnuda en un hotel, en dónde no supo cómo llegó ya era mucho. Miró la cama, y gracias a Dios, se encontraba limpia y tampoco sent&ia
— Buenos días, papá…— ¿En dónde y con quien estabas la noche anterior? —preguntó su padre sin corresponderle el saludo—. ¿Estuviste con un hombre? —la agarró el brazo con fuerza—. ¡Te estoy hablando!— No es lo que crees…— ¿Qué no es lo que creo? —le bajó el cuello del abrigo—. Voy a matarte, maldita perra. Eres igual a tu madre…— Papá…— ¡Con un demonio! —su padre golpeó su rostro con el puño, y si no hubiese sido por la pared a su lado, hubiese caído al suelo—. ¡Camina! Sasha miró el techo de su habitación como si fuera la cosa más importante de todas, tenía miedo de ir a la universidad, que alguien vea las marcas que su padre le había hecho días antes. No tenía recuerdos de quien era la persona con la que pasó esa noche, y el desgraciado Joshua insistió con que era su amante, que eso logró que su padre le diera otro castigo. Su madre tampoco la ayudaba mucho con sus problemas, tampoco ponía de su parte en algo y ella no entendía qué pasaba. Hasta una enfermedad de la que no tenía conocimiento era la causante de que tomara una pastilla por día y algunas veces ni podía ver bien por los efectos secundarios.Se dio una ducha rápida, luego se puso algo de ropa que pudiera tapar bien las marcas en su cuerpo. Peinó sus rizos traviesos, y luego tomó sus útiles. Ni siquiera sabía si tenía que dormir en los nuevos dormitorios o si la iban a dejar en esa casa para que todos sus males se completaran.Bajó las escaleras contando los pasos, y 11. Conociendo al diablo.
El sonido del timbre llamó su atención, y ella se colocó de pie recogiendo todas sus cosas del escritorio. Arrancó la hoja de su cuaderno, colocó su nombre para entregársela al profesor. — ¿Asustada? —preguntó Kira en un susurro—. Ese hombre es como un orgasmo visual. — Te escuchará —imitó su acción—. Ese hombre lo que puede hacernos es matarnos en pocas palabras —pasó saliva en seco—. Deja de decir eso… — White, quédese —Sasha saltó en su lugar al escucharlo—. Los demás pueden salir. Sasha observó a sus amigas, las cuales le hicieron un ademán de manos con que ya estaba muerta. — Tome asiento, tengo que hacerle algunas preguntas —señaló el asiento detrás de ella—. ¿Por qué no se había presentado a mi clase? — Mis padres mandaron toda la información al director —respondió confundida—. Imaginé que usted la recibió también. — Quería escuchar al menos una mentira de su parte, señorita White —Axel inclinó la cabeza hacia ella—. Me di cuenta de que usted le tiene miedo a la señorita
Axel mordió su pulgar sonriendo, consiguió lo que tanto quería y comprobó el punto débil de esos dos. Jade nunca debió humillarlo de ese modo y mucho menos irse con ese tal Gerald en primer lugar. Consiguió lo que quería, ahora debía tener todo en orden, dejar que las cosas siguieran fluyendo y no olvidarse de su plan. Quería verle la cara a esos dos, sin embargo, no era el momento más oportuno todavía. — Gerald ahora tiene otras fantasías con lo sádico —dijo el alfa, mirando las fotos que uno de su infiltrado se había robado de las cámaras de seguridad de la propiedad del otro alfa—. Esto será divertido, conocer el punto débil de estos dos es pan comido. Guardó las fotos en una carpeta, luego salió de su oficina con un vaso de alcohol en las manos. Recibió la invitación de algo que tenía que hacer, al fin y al cabo todo estaba listo y hecho. El padre de Sasha iría a ese sitio, lo vería y si sus planes salían como quería, todo sería beneficioso para él después de todo. — Su auto ya
Axel le envió otras fotos manipuladas a Sasha, la cual ni siquiera sabía que era él. Verla asustada moverse por los pasillos de la universidad fue aún mejor. Esa chiquilla ni siquiera sabía que su padre la andaba vendiendo al mejor postor. Las clases que tenía con ellas eran pocas en la semana, pero sus amigos hacían lo posible para que nada se saliera de sus manos. Al ser una raza pura, le era fácil manipular la consciencia de ese pequeño ángel que ni sabía lo que era. — Bien, chicos —Axel llamó la atención de los estudiantes—. Quiero que todos presten atención a lo que les diré —le dio un breve vistazo a Sasha—. Me di cuenta de que alguien anda subiendo mis clases ya realizadas en una página, por lo que uno por uno vendrá hasta aquí para hacer los ejercicios por sí solos. En dado caso de que vea algún tipo de trampa por parte de ustedes, sus notas bajaran al mínimo y les será difícil poder pasar esta asignatura —tomó las hojas con el listado. Uno por uno fue pasando a efectuar los
El alfa pasó el lapicero de un lado a otro, corrigiendo sin mucho ánimo todos los trabajos de sus alumnos. Sasha no era para nada como su madre en el pasado. Sasha es ese tipo de ángel que llama mucho la atención de todas las personas en el puto mundo. Verla moverse de un lado a otro usando las prendas que él le decía era exquisito. Ese día, se iba a reunir con los padres de Sasha para aceptar de una vez por todas eso de casarse con ella y lo más seguro es que haría un par de cosas más con ella antes de la boda.— Buenos días, señor Becker —dijo Gerald, poniéndose de pie para saludarlo—. Me alegro de haber decidido venir el día de hoy.— El placer es mío, señor —sonrió lleno de arrogancia—. Supe que le iba a dar este puesto a alguien más.— Sí, alguien está interesado en mi hija, es un chico joven que también la vio en fotos, pero usted puede darle muchas cosas a mi hija y hacer buenos negocios conmigo.— Por lo que veo, usted quiere casar a su hija con mucha rapidez —les indicó que