Lunes en la noche; una velada entre tú y yo.Axel apoyó la mejilla en la palma de su mano, viendo cómo Sasha se movía por toda la cocina como si fuera la cosa más sencilla de todas. Le quedaban seis días completos en los que tenía que buscar la manera en la que ella confiara en él nuevamente, que sus cambios eran buenos, porque en esos cinco años que estuvieron alejados, él se mantuvo a raya con todo lo relacionado con ella a tal punto de que la dejó tener una vida más o menos normal.— Papá, arriba —el pequeño llama su atención y él lo sube en la encimera, y ambos se quedan como bobos mirando a Sasha—. Mamá, te amo.— También te amo, mi amor —Sasha le sonrió al pequeño alfa.— Mi Melek —Sasha enarcó una ceja en su dirección cuando la llamó por ese nombre—. Te amo.— Y yo te odio, Axel.— Al menos me conformo con que me quedaré contigo durante siete días y…— No son siete días, si no seis y el tiempo corre —puso la cena delante de él y luego enfrente de su hijo—. Vamos a cenar aquí, m
El martes te hago mi novia en París.Axel despertó al día siguiente, sintiéndose un poco más renovado que antes, estiró la mano para ver si podía abrazar a Sasha, y lo único que lo recibieron fueron dos pequeñas alas y el quejido de algo en medio de ambos. Abrió uno de sus ojos luego de eso, dándose cuenta de que su pequeño ser de luz estaba ahí en medio de ambos, su hijo se notaba algo cansado, como si no pudo dormir la noche anterior y se filtró en la habitación de su madre.La lluvia no había parado todavía, por lo que los tres tenían una hermosa vista del paisaje que le estaba dando el día. — No le gustan los rayos —informó Sasha, pasando los pulgares por las mejillas del pequeño—. Se metió a la habitación después de que te quedaste dormido.— ¿Algún trauma que deba saber?— Una vez, cuando fuimos al parque; unos hombros comenzaron a seguirnos, yo no vine directamente a casa, sino que llamé a Bruno para que nos ayude, sin embargo, no podía detener el auto hasta que él llegara a n
Para el miércoles, me amarás como debe ser. Sasha dejó a Khan en la escuela, y fue a trabajar. Axel en verdad se instaló en su casa y ella no tuvo más remedio que dejarle la habitación que estaba vacía y que la iba a tomar para trabajar en casa. El alfa salió ese día para cerrar unos negocios en otro lado, dejando de lado su restaurante que cada día la hacía sentir más orgullosa por todo lo que ocurría. Le hubiese gustado que su hijo continuara con él, pero los negocios de la mafia no pueden esperar. Levantó una ceja cuando recibió una llamada grupal por parte de sus amigos y supo que ya se enteraron de que le dio una oportunidad a Axel de arreglar todos sus líos. — Eso que acabas de hacer va muy por fuera de lo que nos dijiste —dijo Kira, apoyando la mejilla en la palma de su mano—. Ya hoy es el cuarto día, me imagino que las cosas entre ambos deben estar bien… — No estaría tan segura de eso, pero sí —asintió, moviendo el lapicero de un dedo a otro—. Axel se comporta mejor que en
El jueves el anillo de rodillas, te propongo matrimonio y dices que sí.Axel vio el anillo que compró para Sasha, era uno hermoso, y que iba a juego con ella a tal punto de que cualquier persona pensaría que fue hecho a su medida. Estaba decidido a todo por esa mujer, a tal punto de que vendería su alma al diablo, de ser necesario para hacerla feliz, ella le dio esa oportunidad que tanto buscaba y no iba a dejarla pasar tan fácilmente.— Mi mamá me dijo que tú le ibas a dar un anillo hoy —dijo Khan, pasándole su cuaderno para que lo ayudara con la tarea—. Sé también que no se casarán otra vez y que la esposa del tío Bruno me cuidará…— Estás siendo un mocoso impertinente en estos momentos, Khan —Axel chasqueó la lengua, poniéndose de pie—. Me temo que tienes que buscar la manera de que tu madre no tire el anillo.— Helado de mango —propuso su hijo—. A mamá le gusta el mango y las bananas como a mí —Axel enarcó una ceja al escucharlo—. Decía que tú le dabas mucho mango y bananas cuando
El viernes nos casaremos; donde quieras.«Amy, la loba de Sasha, frunció el ceño sin abrir los ojos, sus piernas fueron abiertas con sumo cuidado, del mismo modo también una de ellas fue colocada sobre el cuerpo de alguien y la otra alrededor. Un suave beso cayó sobre su vientre y seguido de eso una embestida brutal le hizo abrir los ojos de golpe para encontrarse con la mirada rojiza de Damon, el lobo de Axel.— Es el día de nuestra boda, y estás durmiendo, Amy —Damon le pellizcó un pezón, que le hizo chillar—. La luna ya salió, es nuestro momento de ser uno solo.— Tú… —arqueó la espalda cuando algo dentro de ella se removió—. Esto es una violación, sí, eso es…— Lo es si una de las dos partes no lo disfruta —Damon comenzó a moverse—. Sabes algo, te extrañé mucho durante estos años, tu olor me encanta y eso de andar teniendo sexo por un enlace no es lo mismo que hacerlo, de este modo —bajó sus labios hasta uno de sus pechos y los mordisqueó—. Voy a marcarte, justo aquí y tú harás lo
La luna de miel es el sábado, hermoso final. Axel ingresó a la casa tal y como dijo, a la media noche y todo se encontraba en penumbras. Era su último día de cortejo, el día en el que al fin podía sentirse un poco liberado de todo. Supo que Sasha ese día recibió la visita de alguien importante y eso lo desconcertó un poco. — ¿Axel? —preguntó Sasha, saliendo de la habitación—. Hola. — ¿Qué haces despierta? —preguntó el alfa, caminando hacia ella—. Te dije que no era necesario esperarme despierta…— Quise hacerlo, no tienes por qué estar enojado conmigo por todo —rodó los ojos—. Veo que te fue bien en el trabajo.— Me fue regular —tomó el rostro de Sasha entre sus manos y le plantó un beso en la frente—. Supe que el presidente estuvo hoy en el restaurante. ¿Qué quería contigo?— Quería preguntarme acerca de si podía ayudarlo con algo de una chica que conoció —Sasha se pasó la lengua por los labios—. No me estaba coqueteando, si es lo que crees. — Confío en ti, no en cualquier hombre
Sasha movió la cabeza de un lado a otro después de dar las últimas instrucciones para poder irse a casa, no sin antes, buscar a Khan en la escuela para pasar un buen rato en familia. Había regresado a Reino Unido semanas antes, pero no pudo poner las cosas en su sitio por culpa de los preparativos de una fiesta que se haría en la manada de Axel. Se sorprendió bastante que las personas la aceptaran de regreso y también a su hijo, que prefirió estudiar en la escuela que Axel hizo para los niños de la manada.— ¿Está todo bien contigo? —preguntó Liliana, entrando a la oficina—. Te noto tensa, también malhumorada.— Sí, odio regresar y saber que me encontraré con mi madre y mi hermana —hizo una mueca sentándose—. Y de paso, saber que aquí la vida de mi hijo corre peligro.— Bueno, querida amiga —bromeó Liliana—. Tienes que pensar con la cabeza fría, ya no está sola y que por más que trates de hacerte la fuerte no puedes —apuntó la marca que tenía en el cuello—. Estás unida a ese sujeto…—
Meses más tarde. Axel tenía a su esposa bien sujeta entre sus brazos y del otro lado de la cama se encontraba su hijo Khan, posando su cabeza sobre el vientre de su madre, escuchando los latidos de sus hermanos. Sí, Sasha estaba embarazada de gemelos, una niña y un niño. A escondidas de Sasha, los dos habían estado hablando de las cosas que harían para que nadie se le acercara a la pequeña, puesto que si su madre era hermosa, su hija iba a heredar todo eso. Supo que Hunter, el hijo de Alek, se movía constantemente por el mundo en busca de algo que le hiciera sentir feliz y conforme, solo que tenía consigo a esa Melek que poco a poco iba ablandando el corazón de piedra. Sus amigos y las amigas de Sasha estaban felices con sus vidas, lejos de todos y a decir verdad a él cada día que pasaba, estaba más feliz con todo lo que tenía. Sin embargo, esa espina en su pecho no se iría tan fácilmente, porque lastimo a una persona que no se merecía todo ese odio. — Auch —gimoteó Sasha, removiénd