Nuevamente, tenía el vestido puesto, el día de la boda había llegado y ella no paró de llorar desde que su madre fue horas antes a tenerla lista para la boda. Sin duda alguna no era el mejor momento de todos, mucho menos era algo digno o bueno que debía hacer. Su hermana tampoco estaría en la boda, sus amigas estaban mirándola llorar y su madre se encontraba recibiendo a los invitados.
— Sasha —su amiga Liliana la abrazó—. No estés triste por esto, puedes matar al hombre mientras duerme si quieres.
— Ese es el problema, no puedo hacerlo, y me siento mal por todo lo que me está pasando —susurró dolida—. ¿Cómo es posible que mi padre me haga este tipo de cosas? ¿Qué le hice?
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No era lo que él esperaba en ese momento, rechazarla siempre fue su objetivo, sin embargo, verla con sus ojos llorosos suplicándole con la mirada que no lo hiciera, fue mucho peor. Debía seguir con su plan, que todos pensaran que se debía a algo que esa familia había hecho y que él, por supuesto, manipuló a su antojo.— No puedo estar con una mujer que no es virgen —sacó del bolsillo de su saco un sobre—. Me dijeron que era pura, un pequeño ángel que no fue tocado por nadie y antes de venir a esta fiesta me entregan unas fotografías de ella y otro hombre teniendo sexo —Sasha tomó el sobre entre sus manos temblorosas.Se quedó mirando todos los cambios en su rostro, la forma en la que ella miraba esas fotos eran únicas y ni hablar de que su rostro era todo un poema andante.— Esto es mentira —susurró Sasha—. Yo nunca tuve sexo con otro hombre tú… — Yo nada, Sasha —se arregló el saco—. Querías tener tu libertad, ya la tienes. Te rechacé como mi luna, mi mate, destinada y todo lo relaci
Sasha entendió todo luego de que su madre la dejara en ese sitio. Era una bastarda asquerosa como le decía su padre siempre que la veía. No parecía siquiera estar con vida en esos momentos. Sin duda alguna, eso de ser alguien destinada a pasarla mal por culpa de un hombre, es algo crítico y asqueroso. No podía dormir, los recuerdos de ese día se repetían. No tenía idea de en dónde podían estar sus amigas, sin embargo, tenía que ser fuerte para seguir viviendo y no ser objeto de burla por parte de todos los presentes.— Hija, aquí tienes —su madre le pasó un vaso de chocolate caliente—. Lamento que no hayas podido ir a la universidad en estos días.— Si voy a la universidad, voy a morirme porque él está ahí dando clases como si nada —dijo llena de tristeza—. ¿Mi padre sigue enojado conmigo?— Sí, no le he dicho dónde te encuentras —Jade miró hacia el paisaje—. Todo esto es hermoso, aunque estés en la ciudad.— Lo sé, al menos mi padre no ha decidido sacarme de aquí luego de lo que pasó
Al día siguiente, se puso su mejor ropa. No tenía por qué seguir usando ese tipo de ropa. La universidad estaba cerca, y como no quería tomar un taxi caminó a pasos lentos hasta el campus. Las personas que la conocían se le quedaban viendo por el repentino cambio de ropa que tenía. Ella no era el tipo de chica que andaba por ahí mostrando de más, solo que esa vez ella decidió dejarse llevar por el buen gusto de su madre.— A la verga —dijo Liliana mirándola desde los escalones—. Estás hermosa, maldita.— Gracias, esto es obra de mi madre —dijo con una pequeña sonrisa y colocando la maqueta en uno de los bancos—. Me duelen los brazos.— Me lo imaginé —dijo Kira, y también le mostró la de ella—. Si el profesor Becker no hubiera puesto esta maqueta, tú no estarías aquí.— Lo sé, ella no quiere volver a la universidad bajo ninguna circunstancia —dijo Liliana y señaló la entrada—. Es hora de irnos, por el momento es mejor que vayamos ahí a pasar un buen rato, luego nos podemos ir a tomar
Antes de que ella cayera al piso, la sostuvo en sus brazos. Lo hizo a propósito y cómo suspendió sus clases de ese día para pasar más tiempo con ella. No tuvo más remedio que usar sus feromonas para que se callara. La recostó en su escritorio, antes de que pudiera cerrar la puerta con seguro, la madre de Sasha iba a tocar la puerta.— Entra antes de que alguien te vea —le ordenó a Jade—. Ella está durmiendo.— ¿Qué le hiciste? —Jade lo empujó hacia otro lado—. ¿Alguien la vio en este estado?— No, nadie sabe que ella es una Melek —dijo Axel aburrido—. Fue adrede que lo hice, todo esto.
— ¿Por qué estás aquí? —preguntó Sasha, y Axel no dijo nada—. Esta casa es privada, no es un lugar público.— Todo lo que ves aquí es mío, al igual que tú —el alfa se quitó la camisa, dejando ver su torso desnudo luego de unos segundos en silencio—. Si vives en este sitio es por algo, tu padre no podrá hacerte daño y mirándote ahora, necesitas mucho de mi ayuda para salir adelante por lo que veo.— No creo que te necesite para cosas sin sentido y la verdad es que prefiero estar sola…— Sola no se irán estas alas — dijo lleno de obviedad—. Lamento decirte, que me necesitas mucho y que yo estoy para cumplir todas tus fantasías —dijo el alfa, y
Axel pasó las yemas de sus dedos por la espalda de Sasha, justamente en dónde sus alas hacían acto de presencia. La pobre chica no pudo aguantar mucho de todo lo que él le estaba dando, por lo que terminó por desmayarse luego de llegar al orgasmo.Le acaba de quitar la virginidad a una cría que ni sabía lo que era dar un beso unas semanas atrás. Primero le borra los recuerdos, luego le hace firmar unos documentos para ejercer su poder. Sin duda alguna se iría al infierno por ser un pecador asqueroso.Escuchó el timbre del departamento, luego un mensaje por parte de su personal que le indicaba que su pedido estaba en la puerta. Buscó su pantalón y fue a abrir la puerta con el torso desnudo y con olor a sexo.— Buenas noche
Sasha despertó porque alguien le estaba respirando en la nuca. Alguien dejaba besos en su cuello, a lo que ella le dio más acceso para que le siguiera besando. Una mano intrusa se metió debajo de su blusa, luego apretó su pecho con algo de fuerza y los dedos jugaron con su pezón.— Es hora de despertar —susurró alguien en su oído—. Tienes que ir a tomar al menos tu segunda clase.— No… —gimoteó, aún con los ojos cerrados, sin caer en cuenta de la hora que era y con quien estaba—. No iré.— Tus profesores se pondrán furiosos si saben que has estado faltando por estar en la cama con un hombre…— El profesor Becker es muy malo conmigo, s
Bien, eso merecía un castigo. Sin embargo, Ares tenía mucho que ver con que Sasha estuviera rompiendo las reglas y más si era por él. Vaya mierda con la que se encontró y con más razón tenía que sacarlo del camino como fuera necesario. Alguien de su calaña ni siquiera tenía que estar en esa universidad en primer lugar. Bien, podía hacerlo, la calma y la paz siempre debían estar primero…— Voy a matarte, Alejandro —agarró por el cuello de la camisa a su amigo—. ¿Por qué diablos pusiste a Sasha y a ese hijo de puta en un mismo proyecto?— Porque ambos son mis estudiantes y deben hacer todo lo que yo les pida —respondió con naturalidad—. Debes saber que la pobre chica no ha parado de temblar desde que le puse co