Sasha despertó porque alguien le estaba respirando en la nuca. Alguien dejaba besos en su cuello, a lo que ella le dio más acceso para que le siguiera besando. Una mano intrusa se metió debajo de su blusa, luego apretó su pecho con algo de fuerza y los dedos jugaron con su pezón.
— Es hora de despertar —susurró alguien en su oído—. Tienes que ir a tomar al menos tu segunda clase.
— No… —gimoteó, aún con los ojos cerrados, sin caer en cuenta de la hora que era y con quien estaba—. No iré.
— Tus profesores se pondrán furiosos si saben que has estado faltando por estar en la cama con un hombre…
— El profesor Becker es muy malo conmigo, s
Bien, eso merecía un castigo. Sin embargo, Ares tenía mucho que ver con que Sasha estuviera rompiendo las reglas y más si era por él. Vaya mierda con la que se encontró y con más razón tenía que sacarlo del camino como fuera necesario. Alguien de su calaña ni siquiera tenía que estar en esa universidad en primer lugar. Bien, podía hacerlo, la calma y la paz siempre debían estar primero…— Voy a matarte, Alejandro —agarró por el cuello de la camisa a su amigo—. ¿Por qué diablos pusiste a Sasha y a ese hijo de puta en un mismo proyecto?— Porque ambos son mis estudiantes y deben hacer todo lo que yo les pida —respondió con naturalidad—. Debes saber que la pobre chica no ha parado de temblar desde que le puse co
Sasha despertó con medio cuerpo encima del alfa, desnuda y con dolores musculares que no se irían durante el día a menos que tomara las pastillas que su madre le dejó para esos casos. No era que no quisiera ser madre, solo es que era muy joven para cargar con un bebé y más aún si tenía que depender de un alfa que buscaba una venganza que ni ella sabía en quién iba a parar realmente. Axel no era el tipo de hombre que dejaba todo a medias, ella era su presa, su esclava y muy pronto su mujer delante de todos. El tiempo que ha estado junto a Axel ha sido bueno hasta cierto punto; las reglas de que debía estar alejada de Ares era una misión imposible y más aún si él siempre andaba detrás de ella. No supo en qué momento fue, pero su profesor canceló el proyecto juntos, por cuestiones personales. Su vista se posó en la ventana, imaginando cómo serían las cosas si no fueran de ese modo, también el pasado de Axel, el cual era una incógnita. Sus amigas todavía no tenían la más remota de que
Axel corría en su forma de lobo por el bosque en busca de algún animal para pasar el rato. El estar de ese modo le caía como anillo al dedo, puesto que se sentía cómodo.Se detuvo en seco al sentir que algo no andaba bien, su lobo le dijo que Sasha estaba en peligro, por lo que regresó y fue hacia la casa de la manada en busca de información.— Buenas tardes, señor —dijo uno de los Deltas, pasándole una bata para que tapara su desnudes—. Nos llegó esto de la casa de los padres de su luna.Le mostró el video, el cual se notaba que Sasha se encontraba llorando en la entrada de su casa. Eso no era bueno.Entró a la casa, en busca de su celular para llamarla, per
Sasha les contó a sus amigas que estaba casada realmente con el sujeto, que el anillo en forma de broma era real, sus amigas se quedaron heladas al escuchar parte de la historia, puesto que ningún creía que su amiga estuviera pasando por tantas cosas.— Entonces, tu esposo es alguien que conocemos —dijo Lili ladeando la cabeza, y ella asintió—. ¿Y es alguien muy peligroso? —volvió a asentir—. Estás jodida.— No se lo digas de ese modo, por el amor de cristo —dijo Kira, algo enojada—. ¿No ves todo lo que está pasando?— Esa no es la cuestión —dijo Lili, suspirando—. Tus padres te han vendido a uno de los mafiosos más buscados de todo el puto mundo, ni fotos hay de él en
«— Le vendí a un Dios del olimpo mi esposa por una semana a cambio de un favor —dijo Gerald como si fuera la cosa más fácil de todas—. Ellos siguieron viéndose a mis espaldas, lo dejé pasar, puesto que él me daba todo el poder que yo necesitaba para lograr mi cometido. — ¿Por qué harías algo como eso? — Porque todos queremos un poco de poder —Gerald se limpió el polvo sin dejar de mirarlo—. Mi esposa creyó que él podía estar más tiempo con ella —rio sin humor—. Él tenía una familia, la dejó y ella pensó que podía engañarme. Solo que Sasha nació y sus alas se mostraron. — ¿Sasha sabe esto? — No, nadie más lo sabe —el otro alfa se limpió los labios—. Sasha no sabe siquiera lo que es ser Melek, mucho menos sabrá de eso en mucho ti
— Hola, Sasha —Ares se sentó junto a ella—. ¿Cómo estás? —preguntó, dejando su mochila en el piso—. Supe que te la pasaste tomando el día de ayer, y que por esa razón tienes un café contigo a todos lados.— Ni que lo digas —murmuró enojada—. El profesor no debió decir eso, en primer lugar —chistó—. ¿Quieres?— ¿No se pondrá celoso el profesor por qué me estás dando de esto?— No creo que se ponga celoso si no se lo dices —bromeó, y se quitó los lentes—. Este día no puede estar peor —se pasó las yemas de sus dedos por la sien—. Mi cabeza explotará y mis amigas andan más d
Axel estaba dando una clase, cuando vio que Alejandro le puso un mensaje de que Sasha se encontraba grave en la enfermería porque alguien la golpeó.— Ni para salvar a tu mujer sirves —escuchó a Ares, luego de salir del aula—. Es víctima de bullying en esta universidad por tu culpa.— No me andes tocando las pelotas —siseó—. ¿Cómo es posible que tú estés ahí primero que yo?— Tú eres su esposo, eso lo debes saber —ladeó la cabeza el demonio—. Se supone que creaste un lazo para saber si ella corre peligro, pero todo se te sale de las manos.— Eso es…— Hay otro puto hijo d
Axel tenía los brazos cruzados en su pecho, vigilando de cerca todo lo relacionado con Sasha. El doctor de la manada estaba curando sus heridas, las cuales iban bajando de a poco la inflamación. Sus amigos se marcharon unos minutos atrás. Todo tenía que continuar su curso, haría todo lo que estuviera a su alcance para lograr su cometido. — Aquí tiene, alfa —el doctor le pasó una botella con un papel—. Ella se encuentra dormida, no despertará hasta después de unos minutos, que es cuando pase el efecto de la droga que le introduje en su sistema —informó—. Me dijo la bruja de la manada que usted mandó a preparar dos cosas con ella, las cuales podrán… — Encárguese de sus asuntos —siseó—. Yo me haré cargo del resto. — Entendido —asintió el pobre hombre—. Con su permiso, me retiro. Último capítulo