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Rayo volumen 3.
Rayo volumen 3.
Por: Yei
Destruir a Nicole parte 1.

He cometido el peor error de mi vida ¿qué hice? ahora mismo, Stanley ha declarado la guerra contra Estados Unidos. Quiere la cabeza de mi gobernador. El gran Rayo. ¡Dios mío perdóname y sálvame de esto! Suplicaba Nicole entre lágrimas y a bordo de un naufragio que va rumbo a Indonesia y a través de una pequeña ventana, solamente apreciaba el inmenso mar, sus manos y pies estaban atados por grilletes, lo que le impedía escapar. Ante esa cruel realidad, cerró los ojos y recordó el día en que inició la tragedia.

Cinco meses después de que los gemelos Beach volvieron de la marina, todo parecía tranquilo, la muerte del cuervo les trajo paz a sus vidas, durante ese tiempo, Rayo fue acabando con los pocos enemigos que le quedaba, eran insignificante, nada de qué preocuparse.

Aunque dentro de su propia casa tenía viviendo una serpiente venenosa, una rival muy astuta, que se supo esconder y ganarse el cariño de todos.

Tania la sobrina de Nicole, se convirtió en una gran ayuda para ella. Esto le dio espacio para que ella le dedicara más tiempo a Alberto, «Rayito» aunque todo es una fachada, la hermosa chica solamente ha mostrado una careta ante los Beach.

En una mañana tranquila y pacífica, como cualquier otra en Casa moda, Nicole terminaba de chequear unos documentos y al levantar la mirada voy entrar a su sobrina.

–Tía Nicole, hoy vuelve mi tío de Canadá, y me pregunto: ¿Le harás algo especial? Esa tarde, Tania mantenía un extraño brillo en la mirada, pero nadie podía descifrar ese brillo, ni siquiera Nicole, quien fijó la mirada en la taza que le entregaba su sobrina. Confía en ella, es la única pariente que le queda por parte de la familia Cedeño.

Ese día, Nicole sí tenía planes, pero no incluía a nadie más que a ella y a Rayo y así se lo hizo saber a su sobrina.

–Tania hija, si tengo algo en mente, pero no será con la familia, pienso recibir a Rayo en el pent-house que me regaló. “Tengo todo planeado para esta noche.”

–¡Eso es bueno, me gusta que se quieran así, siempre derrochando amor!.

En ese momento, Tania dio un profundo suspiro y se sentó en el escritorio de Nicole para añadir. –Por cierto tía, te comenté que Stanley me presentará está noche con su padre, por eso te pregunté, no me gustaría quedarte mal. Enseguida la joven mordió una manzana y se mostró pensativa.

¿Lo quieres mucho, verdad? Preguntó Nicole con una gran sonrisa, y sin sospechar absolutamente nada de Tania.

–¡Y no sabes cuánto, Stanley lo es todo para mí! contesto la joven. Nicole sonrió al escucharla, pero antes de poder decir algo más, el sonido del móvil de Nicole hizo eco en aquella oficina.

–¡Es Emily! Debe ser que tiene problemas con Santi, ese niño es muy apegado a mí, y no come

si yo no sé lo digo.

Enseguida, Nicole se puso de pie y caminó hacia una de las ventanas para poder hablar libremente.

–¡Emily, ¿es otra vez Santi? Preguntó al atender la llamada.

En lo que Nicole se dio la vuelta, Tania aprovechó ese descuido, y con un rápido movimiento, sacó una tarjeta de la cartera de Nicole, luego miró su teléfono y vio todos los mensajes que tenía de Rayo, en su teléfono también había fotos muy comprometedoras del CEO.

–¡Me ha costado, pero esta noche lo lograré!. Se dijo al pensar en todas las veces que hurtó el teléfono de Rayo y se enviaba mensajes que después borraba. Lleva meses preparando la destrucción de Nicole y está a punto de lograrlo.

–“Tía, nos vemos luego” Tania interrumpió la llamada y le dio un beso en la mejilla luego salió con prisa, parecía ser una chica muy alegre, caminaba destilando sensualidad.

A la joven no le importó ver que Nicole se mostraba algo preocupada y salió mientras Nicole decía. –Emily ¿estás segura? ¿Le diste algo para controlar la fiebre?

–¡Sí señora Nicole! Contestó Emily al otro lado de la línea, y mientras cargaba al niño, lo paseaba de un lado a otro. –¡Creo que lo mejor será llevarlo al hospital, quizás se trate de una infección! Informó Emily con preocupación.

–¡Emily, ve con cuidado, te veo en el hospital, cuida bien a mi nieto! Al terminar la llamada, Nicole recogió sus pertenencias y se dirigió rumbo al hospital. Cabe recalcar que Nicole se desvive por su pequeño Alberto, también lo hace por Santiago, Antuan y Antonella. Sus tres hermosos nietos. Nicole es quizás una de las abuelas más hermosas del mundo, su físico la mantiene saludable, y su rostro no ha cambiado en nada, o quizás sí, ahora se muestra más madura.

Dos horas después. Rayo arribó al aeropuerto junto a sus dos hijos mayores, ellos son su orgullo, pues comparten la misma pasión.

-¡Fue un viaje largo! Estoy deseando un relajante baño de espuma. Dijo Douglas al bajar del avión.

–¡Créeme que no eres el único, también estoy deseando abrazar a mis niños, y por supuesto que también a Cata. Añadió Diego con una sonrisa.

–¿En qué momento se convirtieron en dos grandes hombres? Rayo se alegró al escucharlos, pues cada uno quería llegar a sus respectivo hogar y ver a sus familias, otros jóvenes se irían de fiesta a celebrar, pero sus hijos nunca lo han decepcionado, son chicos que fueron criados con una estricta disciplina.

Antes de despedirse de ellos, Rayo estiró los brazos y los invito a unirse en un abrazo. en cuanto los gemelos lo abrazaron, Thiago les hizo saber lo que sentía en ese momento.

–¡Estoy muy orgulloso de ustedes!, en este viaje se cerró un gran contrato, ustedes están

acaparando el mercado de prótesis.

–¡Gracias padre, somos tu reflejo, tú nos guías por el camino correcto! Contestó Douglas, entre los brazos de Thiago.

-¡Douglas tiene razón, tú eres nuestro puente de contactos, sin ti este proyecto estaría estancado! Diego también opinó antes de despedirse.

Después de que sus hijos se marcharon, Rayo arrastró la maleta hasta el estacionamiento, en dónde lo esperaba su fiel sirviente.

–¡Javier, no es necesario que me lleves, gracias por traer el auto, ahora vuelve a casa, te veré mañana a primera hora. por supuesto que Rayo tenía sus planes y era estar a solas con su fiel y amada esposa.

–¡Como usted lo ordene señor! De inmediato, Javier estiró la mano y le entregó las llaves del auto, luego metió la maleta de su jefe, dentro del auto.

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