«—¿Cres que algún día tenga el valor de confesarme a la chica de la que estoy enamorado?— preguntó Ronal a una Regina de quince años»«— Claro— respondió ella con una sonrisa»«— ¿Y si me rechaza?— preguntó con cierta angustia»«— Si te rechaza, yo estaré aquí. Yo te amaré— dijo con un tono rojo en sus mejillas»«—¿ De verdad?— preguntó ilusionado»«— Claro, aunque seas un año mayor que yo...»«— Bueno, yo...— él empezó a jugar con sus dedos mientras buscaba las palabras adecuadas para su declaración — Regina, tú me... »«— Ahí está— gritó al ver pasar una línea blanca en el cielo. Miró a Ronal y le cogió de la mano — Rápido, pide un deseo»« Ronal miró a Regina como si ante él estuviera la rosa más hermosa del mundo, no pudo evitar sonreír ante tal imagen. El cielo, las estrellas, todo le parecía insignificante ante ella, ante su inocente mirada— Deseo que algún día me ames como te amo yo — dijo para sí mismo»«— Qué has deseado— preguntó con una hermosa sonrisa»«— Si te lo digo, no
— El día es hermoso...— dijo Regina moviendo su brazo asegurando que la calidez de Sol la abrace — Me recuerda a esas tarde de picnic familiar, lástima que ya no podré ir de picnic — dijo y miró a Brayan — ¿Crees que el señor me deje salir algún día?...Con esa pregunta el castaño miró a la pequeña a su lado, la cual parecía estar en su mundo mientras huía de la realidad.— No lo sé , señora...— respondió con la mirada en el piso.— Tal vez...— cogió una taza de té y se dispuso a leer — Regalemos rosas para dañar con sus espinas, un gesto hermoso hecho con malicia para provocar heridas. Regalemos rosas con sonrisas, para tener una excusa, para poder decir que no fue intensional lastimar a otras personas...Regina disfrutaba de uno de los libros que se había llevado al jardín o por lo menos eso aparentaba. Sus ojos se centraban en el libro hasta que Brayan se daba la vuelta y ella observaba el jardín y la salida, esa salida a su libertad, tan cerca pero al mismo tiempo tan lejos.— Yo
Mientras eso ocurría en la mansión el padre de Ronal llegaba enojado a uno de los club que últimamente frecuentaba Ronal.—Ronal...— gritó estirando de él hasta el aparcamiento — ¿ Qué mierda pasa contigo?...— ¿A tí que mierda te importa?— preguntó riéndose.— Esto ya se salió...— dijo furioso tomando un bate del maletero.—¿ Piensas pegarme? Pa... Pa— preguntó entre carcajadas.— Estoy cansado contigo...— aflojó su corbata — Tendría que estar en una cena con mis socios y por tu estupidez estoy aquí...— Vete, papá, no te preocupes por mí...— se alejó del coche — Tengo mis llaves...—¿ Crees que la chica a la que lloras la hubiera gustado verte así?— No te atrevas a hablar de Regina y mejor lárgate a hacer tus negocios sucios...— dió unos pasos hacia su auto escuchando como su padre echaba el bate al suelo.— Gabriel...— llamó a uno de los guardias.— ¿ Sí?...— Llévale a casa...— Sí, señor...— A casa, no se desvíen o lo pagarás tú...— advirtió y se subió a su auto.Gabriel camin
Sin hacer caso a las miradas de súplica de las chicas Regina se acercó a la figura de su padre el cual la miró con desprecio.— Papá, soy yo...— dijo emocionada mientras sus ojos se querían ahogar en lágrimas — Soy yo...— dijo e intentó abrazarlo a lo que él retrocedió.— Victor...— le llamó Will —¿ Esta chica es su hija?— la sonrisa en el rostro de Will daba a entender sus perversos planes para hacer quedar a Héctor mal delante de todo el círculo, algo que el l mismo Héctor no lograba entender.Jenifer le suplicaba a Regina que retrocediera con una mirada triste y preocupada, pero la pequeña la ignoró.Victor miró a su hija con una mirada de indiferencia y dando otro paso hacia atrás respondió — No...¿ No? Se preguntó Regina así misma, al principio pensó que no había escuchado bien pero la mirada vacía de su padre le hizo ver con más claridad dándose cuenta también de los ojos que la miraban con desaprobación. Miró de nuevo a su padre y éste continúo.— Mi hija murió en un accidente
A la media noche todos ya habían abandonado la casa y Héctor había retirado a todos los guardias y sirvientas. Solo estaban ellos dos en esa mansión.Regina acompañó a Héctor hasta una de las alas de la casa que no conocía. Abrió una puerta a un cuarto algo oscuro, ella tenía miedo de entrar pero él la empujó hacia adentro.— Nadie en sus cinco sentidos podía contenerse ante eso...— dijo para excusarse — Tenía a mi padre en frente...No acabó de hablar cuando recibió una bofetada que la tiró al suelo , de igual modo partiendo su labio.—¿ Ésta es la sala de castigo?— preguntó al ver el montón de artilugios. Suspiró poniéndose en pie.— Todos tenían razón al decir que era demasiado blando contigo...— dijo acercándose, a lo que ella retrocedía — pero se acabó...Regina retrocedió hasta golpear con una pared, al querer salir de ahí recibió dos bofetadas en diferentes mejillas. Héctor la agarró del cabello tirando del mismo hasta colocarla en el centro de la habitación donde la volvió a r
«Decepción. Ese sentimiento que me abraza en este preciso momento en el que todo a mi alrededor parece una mentira, una película puesta para tapar las acciones de alguien. Y es más doloroso una decepción procedente de en quién siempre creíste que podrías confiar, pues comienzas a ver con claridad todo aquello que por decir « nunca haría eso » hiciste invisible ante tus ojos. Decepción, ese viento frío que golpea mi rostro desde hace incontables días, ya me decepcionan hasta los días»— Hora de comer...Dijo la única voz que la pequeña había oído desde hacía dos semanas, las dos semanas que se había pasado encadenada en aquel cuarto. Ya ni su cuerpo sentía, ni hablaba, tampoco se quejaba, se pasaba todos los días recordando todos momentos que pasó por alto, como aquella vez que fueron a la playa y al día siguiente su mamá tenía el brazo roto, ella le había dicho que se cayó de la cama y como tonta creyó esa mentira.«¿ Cómo se imaginaría que él la pudiera hacer daño? Él era la segunda
La mirada fría de Selena se encontró con los ojos tiernos color canela de Brayan, algo que hizo que ella de pronto sintiera un ardor en el pecho.La escena era cubierta con un silencio. Solo las miradas hablaban. Se podía notar la clara preocupación que tenía Brayan al igual que la inseguridad al intentar hablar. Sabía a ciencia cierta que la chica que sostenía la navaja era capaz de matar a su hermana y mandar a quemar su cuerpo, y eso le creaba cierto miedo.- Se-señorita...- dijo con un nudo en la garganta.- ¿ Eres Ivi ?- preguntó mirando a Ivi- S-Sí - respondió trás tragar grueso.- Eres muy irrespetuosa...- dijo y sonrió - Te mataría, pero estoy de buen humor...La soltó y ésta se alejó tociendo exageradamente. Brayan quiso acercarse a su hermana pero Selena le detuvo poniendo su mano sobre su pecho.-¿ Cuál es tu nombre?- preguntó- Brayan, señorita...- respondió intentando contener sus sentimientos.- Tu hermana está bien...- dijo y le miró fijamente - Ahora dime,¿ Dónde está
— ¿Y bien?...— preguntó tomando asiento.— ¿ Qué estás haciendo Héctor? — preguntó tomando asiento — Creí que no seguirías las reglas del círculo o por lo menos no a la perfección...— Formo parte del círculo¿ Por qué no seguir las reglas?¿ A caso tú no las sigues en la base en la que estás...?— No, si las siguiera tú ya estuvieras muerto...— dijo en seco — Pero ya que tú si sigues las reglas dime— se levantó y caminó unos pasos hacia la ventana más cercana — ¿ Cuándo algún hijo de puta de vuestro maldito círculo vendrá a por mí?— Nadie vendrá a por tí— Respondió el mayor con claro enojo.— Ya veo¿ Me harán como a las otras chicas?¿ Cierto?— se acercó a la mesa de su hermano dando un golpe que hizo eco en toda la habitación.— Siéntate...— Me van a maquillar , prepararán una cena elegante, bajaré por unas largas escaleras y me encontraré a unos tipos vestidos de negro, todos mirándome a mí....—¡ Ya basta Selena!— ¡Basta tú !— gritó y se acercó aún más — Dime, Héctor ¿ Me quieres