Epílogo

Mi mente se nubló, las personas corrían en caos hacia la salida, mientras las lágrimas desbordaban por mi rostro y una extraña sonrisa se formaba en mi rostro.

—Aquí está la rarita, la tonta, la celópata... —murmuré mientras comencé a caminar entre el cuerpo de Cloe y Guillermo.

Vi a varias personas en los pasillos y yo me dirigí también a la salida con el arma en la mano, reconocí a Sebastian, él intentó acercarse y también le disparé, a cualquier chico que intentaba acercase le disparaba, pero la mayoría era inteligente y solo huía de mí hacia la salida.

—No, Darcey —me voltee al ver a Calma de pie en el pasillo, su mirada comple

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