Mordí mi labio después de haber tenido el valor de decirle todas aquellas preguntas, en lo que observe aquellos ojos dorados y no supe como reaccionaria, mi padre o Raiden al decirle ese tipo de preguntas ya hubiesen levantado la mano y me habrían golpeado, pero algo me dice que él no lo haría, que él nunca se atrevería a golpearme, pero ya me he equivocado anteriormente, por lo que no es algo que me sorprenda, pero no fue de aquella forma, de hecho el príncipe Kialtom levanto la mano, pero no que para golpearme, fue para retirar unos de mis cabellos casi blancos de mi cara y lo coloco tras mi oreja, un gesto que me había puesta demasiado tensa, no solo por la acción tan repentina.También había sido por el hecho de que su toque se sintió cálido, lleno de armonía, por lo que fue tan extraño sentirme de aquella forma por solo un toque, que me sentí terriblemente avergonzada, pues parezco una cachorra llena de hormonas de desarrollo, algo que jamás había sucedido, pues yo incluso cuando
No podía creer que su majestad simplemente se había marchado sin más, no podía creer que solo se hubiese ido y no me hubiese dado las respuestas que esperaba de su parte, por esa razón me levante de la cama cuando salí de mi sorpresa y abrí la puerta más que dispuesta a perseguirlo y saber un poco más, tener respuestas de su parte, pero en bien abrí la puerta me encontré con una Seren con una brillante sonrisa que en cuando me vio me mostró algunas ropas en su brazo y pareció pedirme permiso con su expresión, algo que hice, pues al parecerle príncipe heredero se libraría de que yo lo atacaron mis preguntas. --Seren… buenos días… espero que los dioses te hayan dado un buen sueño…--la verdad es que no sabía cómo tratar a aquella omega, yo sabía sido bastante grosera el día anterior, y en cuanto llegamos solo me encerré en esta habitación, en la que caí dormida casi de inmediato, por lo que no hablamos mucho por así decirlo.--Su majestad, he dormido muy bien, estaba algo cansada, pero
No sabía qué decir, no sabía cómo actuar, las palabras Seren me habían dejado completamente sorprendida, no podía creer que hubiese un lobo tan horrible como eclipse, peor entonces vinieron a mi mente aquellas noches en las que él y sus soldados después de la muerte del príncipe heredero muriera él había venido justamente a este castillo, había asesinado a infinidades de cachorros, de lobos desde adultos hasta jóvenes, todos lo que habían sobrado de la legión del príncipe heredero en una de esas noches había capturado a los gemelos y Seren, incluso recuerdo que cuando ellos fueron capturados Seren no era lo más mínimo de lo que es ahora, se veía lamentable y completamente derrotada, sus ojos llenos de ojeras y su cara cansada, no mostraba ningún tipo de emoción cuando fue arrastrada junto a los gemelos a juicio.Un juicio que si me preguntan no fue más que una burla, aquel que fue dirigido por la mujer de eclipse, aquella zorra pálida que detestaba más que a nada, aquella que más gust
Llevo días en los que no hago más que despertar de aquella cama que comparto con mi esposo y como si fuese algún tipo atracción camino hacia esta biblioteca en la que puedo entrar gracias a mis manos e inicio con mis estudios, de hecho podría decir que ya llevo semanas en ello, estoy más encantada por el conocimiento, que va desde etiqueta, modales e incluso política, Seren también me enseña sobre nuestras tradiciones como lobos oscuros, al ella ser sangre mixta, indica siempre que es esencial que yo al ser la última de los míos pueda tener en claro cómo debo ayudar a mi raza a surgir de nuevo, algo que veo imposible, pues los lobos blancos solo nacen blancos cuando la sangre es pura, cuando se mezclan con los suyos y es más imposible que eso suceda.El príncipe Kialtom es un lobo negro, por lo que nuestros hijos saldrían de mixtos como lo es Seren, aunque no sé por qué pienso en ello, es más que obvio que eso no sucederá, el príncipe Kialtom a pesar de compartir la misma cama, él sue
--¿Qué ocurre? Mi esposa parece estar nerviosa, por las palabras de su hermano --Mis mejillas se tornaron de un rojo carmesí y negué con la cabeza algo apenada, mientras él se mostraba con una expresión llena de preguntas, pues yo ahora no pensaba mucho en mi hermano.Aunque si tocamos ese tema hay muchas que tengo que decir y presentar, sobre todo por el hecho de que no tenía idea de que mi hermano estaba metido en todo esto, que su actitud había cambiado por completo, Seren me había dicho que él necesitaba tiempo, pero yo estaba más que convencida que él estaba en una habitación sintiéndose lamentable por el hecho de haber pedido a su pareja, ahora resulta que él se encuentra aquí con grandes aspiraciones de ser un soldado para estar en la batalla, la verdad es que me tenía bastante nerviosa, no solo por el hecho de poder salir herido, también era por todos aquellos sueños que he tenido últimamente.Aquellos en los que se muestra la familia real, aquellos en donde me tratan como una
Me tensé de inmediato ante sus palabras, ya lo había leído, pero estaba tan sorprendida, pero saber que él ya tenía más que claro lo que teníamos que hacer, nuestro siguiente paso a seguir, aquel que se supone que no debería ser un problema para un apareja destinada, una que nosotros no somos, una que es imposible que llegue a este límite, aquella pareja que ahora solo es una fachada ante todos, eso solo me hizo sentir impotente, me hizo sentir terrible, pues era más que obvio que nosotros nunca llegaríamos hasta ese punto, hasta el hecho de ser una verdadera pareja, una que no sea más que una simple actuación y un contrato. Mis manos se apretaron en puño y mostré un gesto amargo, estoy más que segura que no pude contenerme ante su majestad, tanto así que su majestad dio una sonrisa algo dolorida y hablo en un tono bajo y lleno de neutralidad.--Por esa razón he estado evitando esta conversación y muchas otras, no te obligaré a nada Alya, eres mi esposa, pero jamás te obligaría a reci
Di un largo suspiro sin poder creer lo que acababa de hacer, por los dioses por poco caigo en mis propios instintos, por poco la presiono para hacerlo que no debía, revuelvo mi cabello, lleno de sorpresa y mucha, pero mucha vergüenza, ella seguramente ahora debe estar pensando que soy de lo, pero, por eso sin más solo se alejó de mis brazos y corrió lejos, no me contesto nada, no dijo, solo me observo con sus hermosos ojos azules y corrió sin más, en lo que no estoy seguro que ella sepa siquiera donde abra ido, enviaré a un guardia para que custodie, pues los lobos de creciente están en una parte del castillo y no quisiera que le pudiese hacerle daño, pues después de querer siquiera tocar a mi esposa, yo le cortaré la mano y posiblemente la cabeza, pues nadie tocaba a mi mate.Pero entonces observé como Hoku tenía a junto a los gemelos entrenando a los experimentados y los nuevos aspirantes a soldados, en lo que mi mirada se fue hacia el hermano de Alya, aquel que sé muy bien, lo supe
Di un pequeño suspiro e intente que aquella brisa helada lograra tranquilizar un poco mi corazón que latía como un loco desbocado y mi cara roja que sentía como quemaba mis mejillas, estaba tan avergonzada, tan completamente sorprendida, yo había reaccionado de la manera más extraña posible, no podía creer que de la nada yo solo estuviese dejando que él moviera mi cuerpo a su voluntad, además sus palabras, por los dioses yo no soy así, jamás había mostrado ningún tipo de reacción a ningún lobo, jamás lo he hecho, siempre he sido alguien muy frívola completamente concentrada en mis metas, en lo que se supone que debía hacer.Me detuve en medio de aquel camino que no sabía claramente a donde me llevaba y puse mi mano en mi corazón para poder concretarme en mi alrededor, no podía simplemente seguir caminado sin un rumbo, no podía seguir actuando como una cachorra, debía intentar una manera en la que el príncipe Kialtom no me manejará de la misma forma, no podía sentir esto, no podía deja