El atardecer parecía estar mostrándose a toda amplitud en el lugar, mientras no habíamos llegado a nuestro destino, lo curioso era que la camino estaba considerablemente tranquilo, hace muchas horas ya habíamos salido de las tierras oscurianas y nos encontrábamos en tierras inhóspitas, unas que eran consideradas peligrosas por monstruos y muchos peligros además de lobos rebeldes que se negaban a bajar la cabeza a eclipse e incluso al príncipe Kialtom, todo aquello debido a que este había permitido que su trono fuese robado, mucho no entendían que Kialtom era solo un lobezno cuando paso por todo aquello, además del hecho de que el antiguo rey había mostrado demasiada confianza hasta el punto que ahora las consecuencias podían verse claramente, era más que entendible que estuviesen enojados, pero a mi visita era algo racional.Siempre me había parecido de tal manera incluso en mi antigua vida, pero sabía que ahora no era el momento de pensar en ello, que no debía estar concentrada no má
Fue entonces cuando ella caminó con la elegancia de una loca oscuriana hacia mí y me dio una leve caricia, además de observar a otro lobo acercarse a Seren, mientras yo estaba paralizada igual que todos, no podíamos creerlo, los grandes solo habían desaparecido, y al parecer ellos pelaban con algo que no existía por lo menos así era, pues la verdad es que los que habían lastimado estaba muy heridos, mientras ellos estaban completamente intactos, yo solo observaba de un lado a otro, en lo que note como el enorme lobo oscuriano de cabello rubio casi banco sonrió a Seren y dio un aleve caricia, haciendo que su herida en la nariz dejara de sangrar y se curará instantáneamente, claramente no pudimos evitar escuchar un pequeño clac, en el que Seren gimió un poco y este río, pues al parecer le parecía divertido escucharla quejarse.—Aún no has cambiado mi bella y hermosa Seren…—Seren parecía una pequeña lobezna enamorada, en lo que escuchamos como alguien externo hacia un pequeño ruido con
Todo había pasado tan rápido, justamente en este instante, no habíamos esperado siquiera que el sol diera su primer vistazo, los lobos blancos y nuestros osados solo habíamos iniciado camino, mientras algunos hablaban divertidos y otros parecían preparados para la guerra, en lo que otros tenían su premier reencuentro y parecían no querer separarse y otros pelaban entre sí, pues no estaban dispuestos a perder el amor de su mate, todo era una completa novedad ante mis ojos, todo se veían animados, llenos de lo que parecía determinación para la batalla, pero había algo más que eme tenía inquieta, algo que no había dicho a nadie, pero sería como el castillo me llamaba, sentía como algo estaba mal.Tanto así que había pedido a Kialtom aun en madrugada que nos marcháramos de inmediato, que algo podía estar sucediendo, en lo que observe a mi hermano y él parecía notar lo mismo, él parecía estar igual de inquieto, el castillo nos llamaba, y esperaba que el ataque no hubiese sucedido aun, pues
--el castillo está inquieto, muy inquieto…--no sé si te has percatado Cia, pero hay una gran guerra fuera, las sanadoras están con los lobos heridos y hay lobos de luz afuera luchando con oscurianos, un clásico…--observe a mi hermano fastidiada, mientras Hoku quien tenía estaba muy serio nos había seguido y muchos se habían quedado afuera, solo estábamos mi hermano mayor, Hoku, Kialtom y yo, solo nosotros, nosotros nos encargaríamos de eclipse, así mismo había dicho el quinto príncipe, mientras había enviado a Seren con la guardia de curadores blancos, pues necesitarían ayuda, aunque Hoku le disgustara--no me refiero a eso tonto, hay algo mas, ¿Qué no lo escuchas?--mi amor, tal vez estás inquieta…--no te atrevas hacerlo de nuevo, ustedes no lo comprenden hay algo fuera de su lugar, hay algo que o debe estar allí y si es tocado o cambiado, puede que sea la perdición, eso dice, lo repite una y otra y otra vez… ¿De verdad no lo escuchen?—ello me observaron completamente incrédulos a
No, no, no puede ser, no, observe esos ojos negros, esa expresión completamente aterradora, mientras daba un paso hacia él y era detenido por Nash, quien se veía igual de tenso que yo y parecía estar completamente aterrado, pero no comprendía que estaba sucediendo, la verdad que no entiendo nada, más cuando note que el mismísimo eclipse parecía estar a punto decorar al igual que aquellas que nos habían tendido la trampa, aquellas que parecía estar a punto de gritar, pero de la nada solo cayeron de rodillas parecían estar a punto de iniciar a suplicar por ayuda, pero estás de la nada solo había caído completamente muertas, eso me había dejado aterrado, jamás había visto algo como sus muertes, aquellas en las que el rostro de las lobas estaba en completo terror, jamás me pareció que Cia fuera alguien peligrosa o malvada.Pero al ver su gesto lleno de diversión y al parecer encantado con el hecho de que le había hecho mucho comprendí que esa no era mi parea, además no sentía nuestro lazo
—No… Kialtom, Kialtom… no… no…—los gritos se escuchaban en la distancia, Nash había corrido hacia mí y había apartado a su hermana, en lo que Hoku, con sus ojos llenos de lágrimas me tomo en sus brazos y negaba al parecer intentando hacer lago, ellos no sabían si quitar la daga, no sabían si retirarla o no, no sabían que hacer mientras mis ojos estaban fijos en los suyos en aquello que ahora no tenían ningún tipo de expresión mientras veía los míos, mientras observaba todos a su alrededor, mientras notaba que todos lloraban y parecían estar a punto de mostrarse irremediablemente desconsolados.—Tranquilo amigo, tranquilo… quitaré la daga y te curaré, yo te voy a curar lo haré…—observe a mi amigo y supe que no había remedio, él no era un curador, aunque fuese de la familia real, su talento no es curar, de hecho, él solía decir que aquello era una mierda y que muchas veces ni siquiera al mismo podía llegar a curarse bien, además está herida, está herida me apaga poco a poco, esta herida
—Su majestades el rey Nash y su reina Astria ingresan al palacio principal…—Salve reyes…. Salve reyes…—la presencia de los reyes se mostraba en todo el lugar, había sin fin de súbditos, guerreros y contestaron, todos celebrando, todo enalteciendo la nueva llegada, no todos los días recibías a un nuevo príncipe, no todos los días mostraba la belleza de un nuevo cachorro.Más aún cuando han pasado tres años de la finalización de la guerra, más aún cuando después de incontables perdidas y maldad recibida, los lobos oscuros se alzaron en la guerra y los lobos de la luz y sus laidos enfrentaron sus pecados y delitos, por medio de un sinfín de castigos y los debidos ajustes con la ayuda del príncipe Nash, aquel que fue coronado en bien acaba la guerra y fue nombrado el gran rey, aquel que demostró su valía, aunque según él no había hecho gran cosa y que todo se debía al príncipe heredero de la luz, quien había no solo estado en aquella batalla, había luchado por años contra la tiranía de e
Mis manos están atadas por unos enormes grilletes que me prohíben convertirme y a cada segundo robaban más y más las pocas energías que me quedaban después de la guerra, pero la falta de energía, mi ropa llena de sangre, mis heridas y quemaduras luego de ser torturada, nada de eso me importa en estos momentos, no, claro que no, ahora solo me importa el terrible dolor que me posee, aquel que no puedo detener y no sé de qué trata, que tonta, ¿no sé de qué trata? ¡Claro que sé de qué trata!, por supuesto que lo sé!, por qué estoy tan dolida y llena de odio, de vergüenza y de frustración, esa es la razón que causa mi dolor.Ellos me engañaron, ellos me utilizaron y ahora yo seré quien pague tal pecado, yo lo asesiné, yo hice cosas terribles en nombre de una manada y un reino que al fin y al cabo no fue más que el bando equivocado, todo no fue más que un error, todo no fue más que mi mayor pecado, mi gran error, por eso baje mi cabeza y llore llena de tristeza, llore llena de odio y llena