--el castillo está inquieto, muy inquieto…--no sé si te has percatado Cia, pero hay una gran guerra fuera, las sanadoras están con los lobos heridos y hay lobos de luz afuera luchando con oscurianos, un clásico…--observe a mi hermano fastidiada, mientras Hoku quien tenía estaba muy serio nos había seguido y muchos se habían quedado afuera, solo estábamos mi hermano mayor, Hoku, Kialtom y yo, solo nosotros, nosotros nos encargaríamos de eclipse, así mismo había dicho el quinto príncipe, mientras había enviado a Seren con la guardia de curadores blancos, pues necesitarían ayuda, aunque Hoku le disgustara--no me refiero a eso tonto, hay algo mas, ¿Qué no lo escuchas?--mi amor, tal vez estás inquieta…--no te atrevas hacerlo de nuevo, ustedes no lo comprenden hay algo fuera de su lugar, hay algo que o debe estar allí y si es tocado o cambiado, puede que sea la perdición, eso dice, lo repite una y otra y otra vez… ¿De verdad no lo escuchen?—ello me observaron completamente incrédulos a
No, no, no puede ser, no, observe esos ojos negros, esa expresión completamente aterradora, mientras daba un paso hacia él y era detenido por Nash, quien se veía igual de tenso que yo y parecía estar completamente aterrado, pero no comprendía que estaba sucediendo, la verdad que no entiendo nada, más cuando note que el mismísimo eclipse parecía estar a punto decorar al igual que aquellas que nos habían tendido la trampa, aquellas que parecía estar a punto de gritar, pero de la nada solo cayeron de rodillas parecían estar a punto de iniciar a suplicar por ayuda, pero estás de la nada solo había caído completamente muertas, eso me había dejado aterrado, jamás había visto algo como sus muertes, aquellas en las que el rostro de las lobas estaba en completo terror, jamás me pareció que Cia fuera alguien peligrosa o malvada.Pero al ver su gesto lleno de diversión y al parecer encantado con el hecho de que le había hecho mucho comprendí que esa no era mi parea, además no sentía nuestro lazo
—No… Kialtom, Kialtom… no… no…—los gritos se escuchaban en la distancia, Nash había corrido hacia mí y había apartado a su hermana, en lo que Hoku, con sus ojos llenos de lágrimas me tomo en sus brazos y negaba al parecer intentando hacer lago, ellos no sabían si quitar la daga, no sabían si retirarla o no, no sabían que hacer mientras mis ojos estaban fijos en los suyos en aquello que ahora no tenían ningún tipo de expresión mientras veía los míos, mientras observaba todos a su alrededor, mientras notaba que todos lloraban y parecían estar a punto de mostrarse irremediablemente desconsolados.—Tranquilo amigo, tranquilo… quitaré la daga y te curaré, yo te voy a curar lo haré…—observe a mi amigo y supe que no había remedio, él no era un curador, aunque fuese de la familia real, su talento no es curar, de hecho, él solía decir que aquello era una mierda y que muchas veces ni siquiera al mismo podía llegar a curarse bien, además está herida, está herida me apaga poco a poco, esta herida
—Su majestades el rey Nash y su reina Astria ingresan al palacio principal…—Salve reyes…. Salve reyes…—la presencia de los reyes se mostraba en todo el lugar, había sin fin de súbditos, guerreros y contestaron, todos celebrando, todo enalteciendo la nueva llegada, no todos los días recibías a un nuevo príncipe, no todos los días mostraba la belleza de un nuevo cachorro.Más aún cuando han pasado tres años de la finalización de la guerra, más aún cuando después de incontables perdidas y maldad recibida, los lobos oscuros se alzaron en la guerra y los lobos de la luz y sus laidos enfrentaron sus pecados y delitos, por medio de un sinfín de castigos y los debidos ajustes con la ayuda del príncipe Nash, aquel que fue coronado en bien acaba la guerra y fue nombrado el gran rey, aquel que demostró su valía, aunque según él no había hecho gran cosa y que todo se debía al príncipe heredero de la luz, quien había no solo estado en aquella batalla, había luchado por años contra la tiranía de e
Mis manos están atadas por unos enormes grilletes que me prohíben convertirme y a cada segundo robaban más y más las pocas energías que me quedaban después de la guerra, pero la falta de energía, mi ropa llena de sangre, mis heridas y quemaduras luego de ser torturada, nada de eso me importa en estos momentos, no, claro que no, ahora solo me importa el terrible dolor que me posee, aquel que no puedo detener y no sé de qué trata, que tonta, ¿no sé de qué trata? ¡Claro que sé de qué trata!, por supuesto que lo sé!, por qué estoy tan dolida y llena de odio, de vergüenza y de frustración, esa es la razón que causa mi dolor.Ellos me engañaron, ellos me utilizaron y ahora yo seré quien pague tal pecado, yo lo asesiné, yo hice cosas terribles en nombre de una manada y un reino que al fin y al cabo no fue más que el bando equivocado, todo no fue más que un error, todo no fue más que mi mayor pecado, mi gran error, por eso baje mi cabeza y llore llena de tristeza, llore llena de odio y llena
Mis ojos azules se abren de manera brusca, en lo que me despierto y quedo sentada en mi cama, allí me encontraba yo, con aquellas delicadas sabanas cubriendo la mitad de mi cuerpo, mientras mi vestido estaba sin una gota de sangre y parecía estar intacto, por lo que me levante de manera acelerada de la cama y camine hacia el enorme espejo que estaba cerca de mi cama y me observe de arriba a abajo, mi cabello rubio, casi blanco estaba intacto, no había sido cortado con navajas de manera grotescas y mi piel lechosa casi traslúcida estaba intacta, no había una sola cicatriz, incluso no había quemaduras sin sanar ni cortadas con la navaja en mal estado de la sala de tortura, era yo, la antigua.Era la chica de dieciocho años, de hecho era más joven a la chica que había muerto a manos de mi esposo, sí, yo había muerto a mis veinticuatro años, yo había muerto de aquella manera siete años más adelante, había sido traicionada muchos después de esto, en lo que tome asiento en mi cama y negué c
Pero eso ahora no era lo que me hacía sentir mal, ahora eso no era lo que me causa gran dolor o me hacía sentir miserable, lo que me causaba gran dolor era descubrir que no fue un sueño, que todo fue real, que mi vida si había acabado de aquella manera, estaba tan herida, tan enojada, que solo di unos cuantos pasos atrás y camine hacia la salida de mi casa, en la que ignore los llamados de mi padre y de mi madre, solo camine hacia fuera y observaba como muchos me saludaban y solo me frustraba más, solo llenaba de ansiedadTodos estos los lobos, todos aquellos que ahora estaban a mi alrededor, todos ellos me traicionaron, todos ellos no dudaron en mandarme a la guillotina y me llamaban traidora cuando yo había entregado tanto por este pueblo, yo había hecho todo lo posible ser una luna que fuese reconocida, estaba enojada, estaba frustrada, tanto así, que corrí, corrí hacia la salida de la manada, corrí hasta el cansancio, no note en que momento me había convertido en un enorme lobo bl
--Qué bueno que vuelves todo está hecho un desastre, mi futura luna no te imagina todo lo que ha sucedido…--en bien pongo un pie en la entrada de la manada observo como Elara, la hija de unos de los fundadores de la manda llega junto a mí con su rostro lleno de hipocresía y habla completamente exaltada--¿Qué ha ocurrido de nuevo? —hable como quien no tenía la menor idea de lo que pasaba, sabía muy bien que ocurría, yo misma lo había visto, lo había vivido, por lo que no me causaba ningún tipo de sorpresa, tanto así que solo di un suspiro y espere que ella mostrara su hostilidad hacia la humana como era de costumbre--Nuestro gran alfa ha traído una humana con él, se veía muy alterado, parecía estar muy preocupado por ella, me angustia que ahora que parece que nuestro alfa está encantado con ella tu mi futura luna seas dejada de lado…--qué palabras tan falsas, qué palabras tan llenas de envidia y de maldad!, ella fue la razón por la que había llegado junto a Raiden aquella vez complet