Llevo días en los que no hago más que despertar de aquella cama que comparto con mi esposo y como si fuese algún tipo atracción camino hacia esta biblioteca en la que puedo entrar gracias a mis manos e inicio con mis estudios, de hecho podría decir que ya llevo semanas en ello, estoy más encantada por el conocimiento, que va desde etiqueta, modales e incluso política, Seren también me enseña sobre nuestras tradiciones como lobos oscuros, al ella ser sangre mixta, indica siempre que es esencial que yo al ser la última de los míos pueda tener en claro cómo debo ayudar a mi raza a surgir de nuevo, algo que veo imposible, pues los lobos blancos solo nacen blancos cuando la sangre es pura, cuando se mezclan con los suyos y es más imposible que eso suceda.El príncipe Kialtom es un lobo negro, por lo que nuestros hijos saldrían de mixtos como lo es Seren, aunque no sé por qué pienso en ello, es más que obvio que eso no sucederá, el príncipe Kialtom a pesar de compartir la misma cama, él sue
--¿Qué ocurre? Mi esposa parece estar nerviosa, por las palabras de su hermano --Mis mejillas se tornaron de un rojo carmesí y negué con la cabeza algo apenada, mientras él se mostraba con una expresión llena de preguntas, pues yo ahora no pensaba mucho en mi hermano.Aunque si tocamos ese tema hay muchas que tengo que decir y presentar, sobre todo por el hecho de que no tenía idea de que mi hermano estaba metido en todo esto, que su actitud había cambiado por completo, Seren me había dicho que él necesitaba tiempo, pero yo estaba más que convencida que él estaba en una habitación sintiéndose lamentable por el hecho de haber pedido a su pareja, ahora resulta que él se encuentra aquí con grandes aspiraciones de ser un soldado para estar en la batalla, la verdad es que me tenía bastante nerviosa, no solo por el hecho de poder salir herido, también era por todos aquellos sueños que he tenido últimamente.Aquellos en los que se muestra la familia real, aquellos en donde me tratan como una
Me tensé de inmediato ante sus palabras, ya lo había leído, pero estaba tan sorprendida, pero saber que él ya tenía más que claro lo que teníamos que hacer, nuestro siguiente paso a seguir, aquel que se supone que no debería ser un problema para un apareja destinada, una que nosotros no somos, una que es imposible que llegue a este límite, aquella pareja que ahora solo es una fachada ante todos, eso solo me hizo sentir impotente, me hizo sentir terrible, pues era más que obvio que nosotros nunca llegaríamos hasta ese punto, hasta el hecho de ser una verdadera pareja, una que no sea más que una simple actuación y un contrato. Mis manos se apretaron en puño y mostré un gesto amargo, estoy más que segura que no pude contenerme ante su majestad, tanto así que su majestad dio una sonrisa algo dolorida y hablo en un tono bajo y lleno de neutralidad.--Por esa razón he estado evitando esta conversación y muchas otras, no te obligaré a nada Alya, eres mi esposa, pero jamás te obligaría a reci
Di un largo suspiro sin poder creer lo que acababa de hacer, por los dioses por poco caigo en mis propios instintos, por poco la presiono para hacerlo que no debía, revuelvo mi cabello, lleno de sorpresa y mucha, pero mucha vergüenza, ella seguramente ahora debe estar pensando que soy de lo, pero, por eso sin más solo se alejó de mis brazos y corrió lejos, no me contesto nada, no dijo, solo me observo con sus hermosos ojos azules y corrió sin más, en lo que no estoy seguro que ella sepa siquiera donde abra ido, enviaré a un guardia para que custodie, pues los lobos de creciente están en una parte del castillo y no quisiera que le pudiese hacerle daño, pues después de querer siquiera tocar a mi esposa, yo le cortaré la mano y posiblemente la cabeza, pues nadie tocaba a mi mate.Pero entonces observé como Hoku tenía a junto a los gemelos entrenando a los experimentados y los nuevos aspirantes a soldados, en lo que mi mirada se fue hacia el hermano de Alya, aquel que sé muy bien, lo supe
Di un pequeño suspiro e intente que aquella brisa helada lograra tranquilizar un poco mi corazón que latía como un loco desbocado y mi cara roja que sentía como quemaba mis mejillas, estaba tan avergonzada, tan completamente sorprendida, yo había reaccionado de la manera más extraña posible, no podía creer que de la nada yo solo estuviese dejando que él moviera mi cuerpo a su voluntad, además sus palabras, por los dioses yo no soy así, jamás había mostrado ningún tipo de reacción a ningún lobo, jamás lo he hecho, siempre he sido alguien muy frívola completamente concentrada en mis metas, en lo que se supone que debía hacer.Me detuve en medio de aquel camino que no sabía claramente a donde me llevaba y puse mi mano en mi corazón para poder concretarme en mi alrededor, no podía simplemente seguir caminado sin un rumbo, no podía seguir actuando como una cachorra, debía intentar una manera en la que el príncipe Kialtom no me manejará de la misma forma, no podía sentir esto, no podía deja
--Muchas gracias su majestad… sabía que podía contar con ello…--falso, todo era falso, ese “su majestad” no era más que una burla de su parte, una manera de poder burlarse de mí, maldita seas ante los dioses—puedo ver que usted se llevaba muy bien con el príncipe, de hecho, me siento algo mal, pero los vi en el jardín hace un rato…Mis mejillas se tornaron de un carmesí, en lo que por ese momento, por ese leve segundo, olvide por completo el hecho de haber estado a la defensiva y un estado de vergüenza me recorrió por completo más cuando recordé lo que había ocurrido recién, en lo que tape mi rostro lleno de pena y escuche como Elara reía, algo que me puso aún más nerviosa, más al escuchar sus palabras llena de diversión, en la que me hablaba como si fuésemos amigas, unas que podían bromear entre ella, algo que jamás hemos sido y jamás seremos.--No tienes por qué ponerte así, es normal entre parejas destinadas, de hecho ustedes suelen contenerse demasiado, he escuchado que las pareja
--Espero que valga la pena tanto misterio, está muy nervioso como para solo ignorarlo que fastidio...--uno de los gemelos hablo, mientras que el otro parecía secundarlo, ellos eran demasiados habladores, pero sabía que no me dejarían ir solo, siempre hacían lo mismo.Mientras tanto el soldado que había indicado que era algo importante, algo que nos dejaría sin palabras, así tal cual como ahora se encontraban los de su escuadrón nos guiaba hacia la frontera sur, la que conectaba a la de los humanos, por lo que íbamos en nuestra forma humana para no ser detectado por humanos en cualquier caso, aunque no niego que iba un poco escéptico como los gemelos, no sé qué habrá hecho eclipse, la última vez envió cadáveres de cachorros, todos de una aldea de lobos del norte que eran rebeldes, según él, yo solo veía como lobos libres, lobos que no deseaban ingresar en la guerra y aun así yo lo comprendía, estar en medio de una guerra es algo que no le deseo a nadie, mi padre bien lo decía, no había
--Este lugar es igual, no ha cambiado nada, tú yo solíamos jugar por el trono todo el tiempo, recuerdo que padre se ponía de nervios cuando decía que podía cortarme, pero tú siempre decías que me cuidarías, siempre lo hiciste, siempre te mostraste como mi leal protector…--la observo completamente incómodo, en lo que no sé qué hacer o decir, es cierto que jugábamos aquí, es cierto que el antiguo rey oscuro solía decir cosas como esas, ya que no jugamos precisamente en el trono, lo hacíamos por los alrededores de los caballeros, todo porque Ciana solía decir que ella sería una guerrera tal cual como su madre.--¿No le dirá nada? —Hoku quien estaba a mi lado, dijo esto al ver que la omega frente a mí parecía esperar que yo respondiera cualquier tipo de palabra, pero no surgía nada de mi interior, solo estaba completamente agotado, lleno de miles de pensamientos, hace un momento en cuanto llegue envíe a uno de los soldados que se habían marchado conmigo con Alya, todo con la idea que ella