Una entrega completa… La revelación de Zahida, había dejado una atmósfera cargada de emociones en la terraza, un lugar que ahora se convertía en testigo de un nuevo comienzo. Mientras las estrellas parpadeaban en el cielo nocturno, reflejando la luz de un amor que se fortalecía contra toda adversidad, Hakim y Zahida se encontraban en un abrazo que sellaba su aceptación mutua, un pacto silencioso de confianza y devoción inquebrantables. Hakim se despegó de ella. Ahora mismo parecía diferente, incluso le temblaban las manos frías cuando acunó su rostro, como si apenas se estuvieran mirando, sintiendo el mismo temblor en ella. Zahida era suya. Siempre lo había sido, y se sentía el hombre más dichoso por eso. No sabía tampoco cómo se sentía al saber que la Rania pasada había dejado de ser, pero quitó todo pensamiento absurdo de su cabeza, y pegó sus labios a ella, porque esto era más de lo que esperó. —Te deseo tanto… —Zahida lo abrazó con fuerza, y él profundizó el beso de forma ráp
Un cuento de Hadas…—Señor… lamento la interrupción, tengo información de la señora Hadara.Hakim levantó la cabeza.Estaba con Zahida desayunando en un salón privado junto con Omar, pero el ambiente tomó otro color.—Habla Mahir… —Zahida pasó un trago grueso.—La señora Hadara ya se encuentra en el palacio. Está custodiada y pregunta por la señora Rania… —Zahida miró a Hakim con los ojos abiertos, y Hakim asintió.—Prepara todo. Tú mismo te encargarás a que la trasladen hasta aquí. Avisaré a los reyes que estén preparados.Mahir afirmó.—Sí, señor, de inmediato.—En el momento en que ella se entregue, Mahir, volveré contigo a Omán. Zahida se quedará unos días más, y luego volveré por ella…Mahir observó a Zahida con una sonrisa, y esta se la correspondió.—Me alegra escucharlo.Hakim tomó una taza de café y Mahir se despidió.En el momento no estaba Laya por petición de Zahida. Ella quería la privacidad mientras Hakim estaba junto a ella.—Ta… ta… ta… —ambos se rieron.Omar estaba gr
Mártir, malvada, princesa…—Muy bien… aquí podemos ver todo el cuerpecito formado del bebé…La sala estaba llena.Zulema cruzaba sus dedos, Adalia estaba tomando de las manos con el rey Rabbuh, mientras Zahida tenía su mano apretando la de Hakim, y mirando la pantalla.—¡Por Alá, doctora…! ¡Díganos…!La mujer sonrió, y asintió.—Zahida cumple sus cuatro meses. Y podemos ver perfectamente el sexo aquí… —ella señaló en un clip por la pantalla, pero nadie podía visualizar muy bien—. Es una niña…Todos hicieron un silencio.Zahida sintió un pinchazo en su pecho, observó a Zulema con lágrimas en sus ojos, sin embargo, cuando miró a su madre, algo dentro de ella se rompió.Su madre estaba bañada en lágrimas literalmente, y Zahida sabía por qué.Apretó su boca, y luego miró a Hakim, quien estaba tan feliz como ella por la noticia. E incluso ni siquiera escuchó bien las órdenes de la doctora.Todos parecían haber entrado en una conmoción grandísima. Una que tocó en lo más profundo a Zahida c
El esplendor de la coronación…Zahida fue invadida por la música cultural de Yemen, y se emocionó al ver tanta gente en el salón principal del palacio.Ella sonrió mirando a Laya, y tomó a Omar en sus brazos para comenzar a caminar y entrar.El salón real del Palacio estaba engalanado con lujosas telas y adornos dorados que relucían bajo la luz de las antorchas y los candelabros. La atmósfera estaba cargada de emoción y expectativa mientras los invitados se acomodaban en sus asientos, ansiosos por presenciar la coronación de la princesa que ya había anunciado desde hace semanas.Además, desde su sitio podía ver dos imponentes sillas, donde sus padres estaban sentados, recibiendo todo tipo de visitas. Zahida, radiante en su vestido de princesa, caminaba con gracia por el pasillo central del salón, acompañada por su hijo en brazos, seguida de cerca por sus leales sirvientes. Su corazón latía con fuerza en su pecho mientras se dirigía hacia el trono donde sería coronada, pero amplió su
Dos meses después en Mascate…Palacio de Omán.—Eres la mujer más bella, que mis ojos han visto… —Zahida reprimió sus lágrimas y miró a Adalia que sostenía sus manos—. Por favor, nunca olvides tu valor, y tus raíces… nunca te desentiendas de Yemen, ni de tus responsabilidades y privilegios.Zahida negó rápidamente y parpadeó.Era una llorona y para esta hora, ya habían arreglado su maquillaje varias veces.—Nunca lo haré… lo prometo… —Abrazó a su madre con fuerza, y Adalia tomó una aspiración grande—. Gracias por amarme tanto, mamá… por buscarme, por no desistir, por encontrarme… creo que nadie puede ser mejor que tú…Adalia estaba conmocionada, pero se reprimió. Eran demasiadas emociones juntas.Se despegó mirando a su hija, y recordó todo lo que había pasado. Las imágenes pasaban por su mente, y luego esa mujer vino a ella. Nunca en su vida pensó que podía llegar a tanto, pero le habían tenido que quitar a la tal Hadara de sus manos cuando un día decidió ir a su celda.No sabía si e
La pequeña Arzú… Nacimiento de una nueva princesa. El sol brillaba con intensidad sobre los jardines del Palacio de Omán. Era un día radiante, lleno de expectativas y emociones, pero, sobre todo, era un día especial para Hakim y Zahida. Dos meses y medio después de su boda, el palacio estaba envuelto en un aura de felicidad y anticipación, ya que la llegada de su segunda hija, estaba próxima. En la habitación más íntima del palacio, Zahida se encontraba rodeada de su madre, Adalia, y su suegra, Zulema. La emoción en el aire era palpable mientras esperaban el momento crucial. Las contracciones habían comenzado hace unos días, y aunque esta era la primera vez para Zahida, había experimentado un pedacito cuando nació Omar. En el momento Zahida se giró cuando Laya dio un grito. —¡Por Alá! —Omar estaba caminando sus primeros pasos, y ya tenía unas semanas adiestrando sus pasos. Ahora mismo se había pegado en la frente, pero ya todos sabían que Omar solo fruncía el ceño y era cero ber
¿Gobernará Omán o Yemen?El dilema… Los días pasaron rápidamente en el Palacio de Omán, y con la llegada de la pequeña Arzú, el ambiente se llenó de aún más de alegría. Mientras Zahida y Hakim se adaptaban a su nueva vida como padres de dos hijos, el país tuvo cambios significativos, además de una tranquilidad que no se había experimentado por años.Desde el primer momento, Omar mostró un afecto innegable hacia su hermana menor. Con sus cortos años de vida, demostró ser un hermano cariñoso y protector, siempre atento a las necesidades de Arzú y dispuesto a hacerla reír con sus travesuras y juegos.Las conexiones y lazos entre Yemen y Omar comenzaron a distinguirse de los demás, y meses después del nacimiento de la princesa Arzú, la prensa cotilleaba sobre las futuras decisiones.Incluso era un tema al que Zahida nunca quiso llegar, pero cuando la niña cumplió sus dos años, ella se sentó frente a Hakim cruzando los dedos.—Hace un tiempo les pedí a mis padres tiempo. Uno necesario par
27 años después. Omar… un hombre muy diferente. Omar se removió en el asiento, y volvió a observar su teléfono. Tenía más de dos horas en una jodida reunión en Yemen, y su cita era en tres horas. —Deberías poner más cuidado… —Su tío Rashi le susurró golpeándole las piernas por debajo de la mesa, y él se aguantó el gruñido cuando lo miró. —Deberíamos despedir a todos estos vejetes, creo que mi abuelo debió dejar una orden. Rashi sonrió y levantó los hombros, para luego quedarse quieto cuando un miembro de los ministros se dirigió a ellos. —No sé si su majestad está de acuerdo… ¿La reina no se podrá hacer presente? Omar frunció el ceño, y negó. —Mi madre ya no está para estos trotes… no sé qué parte, no entendieron de que estoy a cargo… Uno de ellos, que tenía unas gafas, se acomodó su puente, y miró a Omar con el ceño fruncido. —Lo sé, señor… es que, de hecho, la propuesta que usted nos dio hace unas semanas, de hecho, nos parece descabellada… Omar apretó la mandíbula, y Rash