Reiko
Desperté asustando y enredado entre las piernas de Deva.
¡Mierda! ¿cuánto habíamos dormido?
Me tallé los ojos, y miré por la ventana, el cielo seguía gris y oscuro por la lluvia.
Tomé mi celular de la mesita, y revisé el reloj.
-Mierda, mierda son las 21 horas- Me levanté de golpe para buscar mi ropa en el cuarto de baño, Deva se removió sobre las sábanas.
-¿Reiko?- dijo con voz suave y adormilada.
La miré de reojo, pero continue vistiéndome.
-¿Qué pasa?- se incorporó levemente y se llevó el antebrazos hacia sus ojos, escapando de la luz.
La ignoré mientras terminaba de abrocharme el pantalón, la volví a mirar y me acerqué a ella suavemente.
-Sigue durmiendo, en un par de horas regreso y continuaremos nuestra co
Las alarmas de seguridad de Luxury Inc., habían sido interrumpidas, por supuesto como Deva Turner era la dueña ella era la primera que obtenía una notificación en su celular. Se incorporó de su lecho para poder enfocar su vista en la pantalla del aparato. La clave había sido ingresada correctamente, y el sistema de seguridad había sido desactivado en todas las área de su empresa. Se removió inquieta sobre la cama, y no podía evitar pensar que había solo 3 personas en todo el mundo que tenían el código; Ella, Reiko y…Dylan.Apenas se vistió correctamente y salió a toda velocidad de su apartamento, rumbo a su querida empresa.El guardaespaldas de turno, tomó atención y por supuesto que la siguió de cerca. Intentó llamar varias veces a Reiko para alertarlo, pero éste no contestó su celular. ¿Dónde diablos e
Las cosas se demuestran con hechos, Reiko. Me decía mientras caminaba de un lado a otro de mi apartamento.Desvié la mirada hacia el bolso que estaba preparado sobre el sofá, el bolso con el cuál iba partir una nueva vida junto a Deva. Quité la vista sobre él rápidamente por que no podía permitir que la angustia viniera otra vez a mí.Había pasado ya 3 días desde el robo del prototipo, y yo seguía urdiendo mi plan para recuperarlo y sacar del camino al molesto Uzui.Estaba decidido a comenzar con las acciones necesarias para cumplir con mi objetivo final: estar junto a Deva. Sin embargo, ahora tenía dos obstáculos que me impedían alcanzarlo; uno, tal parecía que el prototipo se había esfumado de la faz de la tierra, y dos Deva no quería saber nada de mí. Sin duda era un escenario bastante negativo.Pero debía ir paso a paso, si quería lograr algo definitivo. Primero tenía que encargarme del prototipo y de Uzui, luego ya lo haría de Deva.Con todas mis dudas me levanté y caminé hacia l
Deva-¿Cómo esta él?-Consciente, pero muy magullado- tensé los labios con preocupación- ¿Se recuperará?-Si, pero los moretones le durarán un par de semanas, además debe cuidarse las costillas fracturadas. Tuvo suerte, pudo ser aún peor- dijo el médico mientras salía de la habitación de Dylan-¿Puedo verlo?- dije tratando de contener mis lágrimas-Claro, pero no lo sobresalte- asentí con mi cabeza y sorbí mis lágrimas para mantenerlas adentro.Luego de que el médico se retiró, ingresé con cautela a aquella habitación blanca e inmaculada, el olor a alcohol y ha desinfectantes me provocó un leve mareo.Miré desde lejos la cama, con miedo a encontrarme con algo que no pudiese soportar, sus manos colgaban lacias sobre los costados, y un pitido constante interrumpía el precioso silencio de la habitación.Caminé dos pasos más, y sentí mis piernas como de algodón, tambaleantes y erráticas.Levanté la cabeza, y lo vi allí adormilado sobre su cama, su rostro estaba completamente desfigurado
ReikoNo podía obrar ni pensar con claridad si no la veía, quizás por última vez. Necesitaba explicarle todo, decirle toda la verdad, pero verla allí tan frágil y dañada me hizo repensar mis palabras.Las aclaraciones podían esperar, entonces llevado por mis sentimientos la besé, y seguí disfrutando de su contacto incluso cuando me marché, los poros de mis labios se erizaron y construyeron una exquisita corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo.Su aroma, su aliento todo me hacía temblar y quedar dispuesto para ella, si ella me pedía ponerme a sus pies lo haría sin dudar.Mientras manejaba hice una última llamada.-Santorino, ¿tienes todo listo?-Así es amigo-Bien, llegaré en 10 minutos al objetivo.-Reiko…esta vez tenemos que hacerlo desaparecer, no puede haber ningún error. Si no seremos hombres muertos-No te preocupes, saldrá bien.Llegué a una casa en un barrio residencial, a simple vista la casa no tenía nada extraño. Pero si afinabas el ojo, te darías cuenta que en esa c
REIKOLuego de dejar a mi amigo Santorino en su oficina enfilé el camino hacia el departamento de Deva, cada segundo se hacía más pesado, el temido momento de su encuentro me estaba agobiando más de la cuenta y me comencé a sentir como un marino nervioso llegando al puerto antes de ver su amada luego de estar meses en alta mar.No podía dejar de pensar en: ¿Qué le diría?, ¿Cuáles serían mis primeras palabras? Pero lo que más me estaba complicando era imaginar si ella siquiera me querría recibir.Apreté las manos con fuerza en el volante y me encomendé a todos los santos, porque sin duda iba a necesitar toda la ayuda posible.Antes de descender del vehículo, miré hacia los asientos traseros. Allí estaba mi bolso, el cual contenía toda mi futura vida junto a Deva, sopesé la posibilidad de llevarlo conmigo, pero de inmediato la deseché. Las probabilidades estaban 80% en mi contra.Miré el círculo de metal que tenía enfrente, casi a la altura de mi mentón. Tensé mis músculos del brazo, e
1 mes después…“Una mujer miraba desde la otra vereda a un guapo asiático, ella no estaba en sus cabales y tampoco sabía porque había bebido tanto…o quizás si lo sabía, pero no lo quería reconocer. No esperó a que dieran la verde para cruzar, simplemente lo hizo, llevada por el impulso de tocar a aquel hombre y sentir su dulce piel una vez más. La bocina de un camión junto con el rechinar de sus frenos alertaron al hombre quién volteó de inmediato a presenciar tan horrible escena, no lo pensó ni un solo segundo y se lanzó para interceptar el cuerpo de esa tambaleante y desorientada mujer, al igual que una jugada de futbol americano, la arrastró fuera del peligro y cayó sobre ella bruscamente”-Deva… ¿estas bien?Ella simplemente sonrió y su rostro se ruborizó.-Ahora sí que lo estoy…La ayudé a ponerse de píe antes que la gente se comenzara a apilar alrededor nuestro. La detuve un momento cerca mío, pero ella perdió el equilibrio de inmediato, así que la agarré firme y la apreté contr
DevaEl lunes regresé como de costumbre a la oficina, las cosas habían comenzado a ponerse en su lugar, y el avance del prototipo iba viento en popa.Llevé la punta del lápiz a mi boca y suspiré. Mi vida comenzaba a tomar un rumbo que al parecer era el correcto y eso me tenía extremadamente contenta y tranquila.El último mes, llegué a tocar fondo. Mi vida se volvió desdichada y obviamente me refugié en la bebida, abandoné la oficina y me encerré en mi departamento. Sin embargo, había algo que no recordaba, al parecer por estar la parte del tiempo ebria, habían pasado cosas que se habían borrado de mi mente, y por más que trataba de recordarlas no podía. Entonces venían destellos de imágenes a mi cabeza como si fueran piezas de un puzzle listas para ser encajadas.Traté de no darle más vuelta al asunto, siempre estuve acompañada de mi amigo Dylan y por tanto no debía ser tan exagerada en mis preocupaciones. Estaba agradecida de su amistad incondicional y por estar ahí en mi momento má
DevaMe levanté del regazo de Reiko con una mezcla de furia y temor recorriendo mis piernas, él se mantuvo aferrado a la silla, esperando a mis palabras, las cuales de habían quedado deambulando en mi cerebro en busca de una respuesta.-Ed, quiero que hagas los siguiente…Edward se mantuvo en silencio a la espera de mis órdenes.-Contáctate con el registro civil y busca…busca si yo…- miré directo a Reiko y la mandíbula me comenzó a tiritar, aclaré la garganta e inspiré hondo- y busca si yo estoy casada- solté el aire y bajé con fuerza mis hombros.-¡¿Qué?!- un grito genuino salió de la boca de mi asistente, a la par que Reiko se levantó de un salto de su silla-Disculpe jefa- dijo avergonzado- en seguida lo averiguoColgué el intercomunicador y me volví lentamente sobre mi eje, mi vista estaba clavada en la alfombra de felpa blanca. Y poco a poco, junté valor para mirar a Reiko a la cara.Su rostro era de evidente sorpresa, pero lo que me volcó el corazón fue el dejo de desilusión que